La razones detrás del éxodo de los jugadores profesionales de póker

El póker online siempre ha sido uno de los segmentos más importantes del sector del juego online en España. En 2020, el póker online creció un 35,72%, debido fundamental al aumento del 45,30% de los torneos de póker, que además representa el 69,33% del total del mercado, como señala el informe ‘Mercado de juego online estatal de 2020’ publicado por la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ). Por su parte, las mesas de póker de cash aumentaron un 18,13% respecto al año anterior, representando el 30,67% del mercado de póker.

A principios de 2018, la DGOJ autorizó la liquidez compartida en el contexto del póker online. El organismo regulador del sector de juego online en España levantó las restricciones de acceso en tres mercados: Francia, Italia y Portugal. El acuerdo de liquidez compartida ha sido una pieza clave para la recuperación del segmento en los últimos años, ya que ha permitido a los operadores con licencia en el mercado español ofrecer a sus usuarios mesas con jugadores de estos tres países. Además, el número de mesas disponibles en cash games (partidas por dinero) ha crecido, así como los niveles y la frecuencia de los torneos Sit & Go, y los premios garantizados también se han multiplicado debido al aumento del número de jugadores.

La regulación del juego, que entró en vigor en 2012, convirtió a España en un destino poco atractivo para los jugadores profesionales de póker (Foto: Economist & Jurist)

Más allá de la liquidez compartida, la adaptación de póker a las nuevas tendencias de comunicación ha sido también uno de los factores más importantes en el éxito del juego de cartas. El póker se ha convertido en un producto audiovisual atractivo para plataformas como YouTube y Twitch, donde las nuevas generaciones están descubriendo todas las características de este deporte mental. Además, plataformas como Twitch se han posicionado como una herramienta educativa ideal para los aficionados a los naipes, ya que los streamers comentan abiertamente la estrategia que siguen durante las manos, por lo que los espectadores pueden aprender los conocimientos básicos del juego de cartas.

Cualquier aficionado a los naipes que haya visto una retransmisión de póker en Twitch, se habrá dado cuenta que aprender a jugar al póker online no es difícil. Hay una frase célebre de Mike Sexton, mítico jugador y comentarista de póker, que resume muy bien el proceso de aprendizaje. La frase dice así: “En aprender a jugar al póker se tarda 5 minutos, pero en dominarlo toda una vida”. Aprender las reglas generales, las posiciones y la clasificación de las manos de póker son aspectos necesarios para adentrarse en el mundo del póker. Unos conceptos básicos que permiten a los jugadores pasar a las mesas de las mejores salas de póker online en muy poco tiempo. Por este motivo, no es de extrañar que sean cada vez más los españoles que optan por el juego de cartas como una forma de entretenimiento.

La situación de los jugadores profesionales de póker

Los jugadores aficionados (usuarios que juegan al póker principalmente con fines recreativos y de entretenimiento) pueden disfrutar de un entorno de póker apacible para disfrutar de una experiencia de juego en las salas de póker online que operan en el mercado español. Esta situación contrasta con la de los jugadores profesionales, que han tenido que mudarse a otros países en busca de mejores condiciones para jugar al póker. Un éxodo forzado que se produjo hace siete u ocho años, tras la entrada en vigor de la Ley 13/2011, de 27 de mayo, de regulación del juego.

La regulación del juego, que entró en vigor en 2012, convirtió a España en un destino poco atractivo para los jugadores profesionales de póker. De un día para otro, los jugadores sólo podían jugar exclusivamente con jugadores españoles y no podían enfrentarse con jugadores de cualquier parte del mundo, ya que la nueva ley no contemplaba la liquidez internacional. Durante todo el proceso regulatorio, el Gobierno de España no tuvo en cuenta los intereses de los jugadores profesionales. Esto supuso una gran pérdida de oportunidades, debido a que los premios garantizados experimentaron un descenso drástico. Por este motivo, muchos jugadores profesionales decidieron mudarse a otros países, principalmente a Reino Unido, para desarrollar su actividad en las mejores circunstancias posibles y competir contra los mejores jugadores del mundo.

La falta de liquidez internacional no fue el único motivo del éxito de jugadores profesionales de póker. A partir de la entrada en vigor de la regulación del juego, la Agencia Estatal de Administración Tributaria persiguió a los jugadores para que declarasen las ganancias, pero no tenía en cuenta las pérdidas. De esta forma, un jugador que ganara y perdiera botes por un valor similar en una sola sesión, por ejemplo 2.000 euros, tenía que pagar impuestos por el valor total de los botes ganados, y no podía descontar los perdidos. Además, el Ministerio de Hacienda no aplicó el carácter retroactivo, por lo que cualquier premio ganado antes de la llegada de la nueva regulación quedaba sujeto a una obligación de tributar por él.

La nueva realidad del póker en España

Ante esta situación, muchos jugadores profesionales de póker vieron peligrar su trabajo y decidieron buscar un nuevo país desde el que desarrollar su actividad y seguir ganándose la vida con el juego de cartas. En poco tiempo, España pasó de ser uno de los principales destinos donde vivir para los jugadores de póker a un destino poco atractivo. Por suerte, la realidad del póker en España ha cambiado en los últimos años con la llegada de la liquidez compartida y la posibilidad de deducirse del pago de los tributos los gastos derivados de participar en el juego de cartas.

A pesar de que la situación ha mejorado en los últimos años, todavía queda un largo camino por recorrer. Muchos jugadores profesionales de póker reclaman que el póker debería ser reconocido como un juego de habilidad, o incluso un deporte mental, y una profesión en detrimento de estar considerado un simple juego de azar. Este cambio mejoraría la fiscalidad, algo fundamental para que la mayoría de los jugadores profesionales de póker puedan vivir con sus ingresos en España.