¿Qué es la ‘wallet’ o monedero?
Este elemento es fundamental para poder operar y gestionar los fondos de una cartera de criptoactivos
Las wallets juegan un papel muy importante en el ecosistema de las criptomonedas. (Foto: E&J)
¿Qué es la ‘wallet’ o monedero?
Este elemento es fundamental para poder operar y gestionar los fondos de una cartera de criptoactivos
Las wallets juegan un papel muy importante en el ecosistema de las criptomonedas. (Foto: E&J)
Aunque el mundo de las criptomonedas sea enteramente virtual, tiene algunas características que lo asemejan al mundo analógico. Así, por ejemplo, de igual modo que guardamos nuestro dinero en efectivo o tarjetas de débito en una cartera, cuando adquirimos criptomonedas necesitamos un especio en el que poder acceder a ellas para su posterior uso. Esta función la desempeñan las llamadas wallets o monederos.
De este modo, el término wallet hace referencia a una cartera, billetera o monedero virtual a través del cual podemos gestionar nuestros activos criptográficos. Es un software o hardware diseñado para almacenar y gestionar las criptomonedas.
Una persona usuaria puede tener tantas billeteras como desee. De hecho, es recomendable tener al menos una para operaciones diarias y otra para ahorros. Al juntar muchas direcciones en una sola billetera, se puede hacer un backup de todas ellas en una sola operación.
Las wallets juegan un papel muy importante en el ecosistema de las criptomonedas. En ellas podemos ver y consultar nuestros saldos, además de las operaciones realizadas y recibidas. También nos permiten operar nuestros fondos con absoluto control sobre ellos. No necesitamos el permiso o autorización de ningún tercero para realizar una operación.
Como ya se ha explicado en otras entradas de esta sección, las criptomonedas son totalmente digitales. No existen en el mundo físico y funcionan basándose en la criptografía. Partiendo de esta base, el diseño de los monederos es fundamental para operar y gestionar nuestros fondos. Es necesario aclarar que lo que en realidad almacenamos en esas wallets son las claves públicas y privadas que permiten operar con las criptomonedas, no exactamente los activos que hemos adquirido. Las claves públicas y, sobre todo, las claves privadas dentro de una wallet son las que nos dan la propiedad y derecho sobre las criptomonedas transferidas a una dirección en particular.
Cuidado con las claves
Las claves públicas son el equivalente al número de la cuenta bancaria. Pueden ser entregadas a cualquier persona para que nos envíe dinero. A través de la clave pública se generan direcciones para recibir, consultar y ver el estado de nuestros fondos. Tiene la ventaja de que las personas a las que les hemos facilitados nuestra clave no pueden extraer nuestros fondos.
Siguiendo con el ejemplo de las cuentas bancarias tradicionales, las claves privadas serían como el PIN o contraseña que utilizamos para sacar dinero del cajero con nuestra tarjeta o para hacer transacciones bancarias a través de la cuenta en Internet. Aunque pueda sonar a perogrullada, nunca se debe dar esta clave a una tercera persona, ya que le daría acceso a nuestros fondos en criptomonedas y podría hacer con ellos lo que quisiera. Esta clave facilita al dueño de los fondos el total control sobre los mismos sin la interposición de terceros.
Otra cuestión fundamental es que, una vez creada la clave privada, ésta sea guardada en un sitio seguro en el que no se pierda porque, de no encontrarla, el disgusto puede ser mayúsculo. Esto es lo que le pasó a principios de este año a Stefan Thomas, un programador informático residente en San Francisco que poseía 7.002 bitcoins valorados en 220 millones de dólares. No los pudo recuperar porque había olvidado su contraseña de acceso a su wallet. El sistema ofrece 10 oportunidades antes de bloquearse y encriptar su contenido para siempre.
Cuando configuramos un monedero, lo primero que tenemos que hacer es crear una clave privada mediante un algoritmo seguro. Una vez tenemos la clave privada hay que generar la clave pública, que está relacionada matemáticamente con la primera. A partir de la clave pública se generan las direcciones donde podemos recibir criptomonedas. Aunque la clave pública se genere y esté relacionada con la clave privada, no podemos deducir la clave privada partiendo de la clave pública, ya que el algoritmo usado para la creación es unidireccional.