El caso de Verónica Forqué y la falta de introspección de los abogados: ¿por qué la salud mental importa?
La salud mental es una cuestión tabú entre los profesionales de la abogacía. Para tratarlo a tiempo es crucial concienciar y hablar abiertamente sobre esta cuestión
Verónica Forqué (Foto: RTVE)
El caso de Verónica Forqué y la falta de introspección de los abogados: ¿por qué la salud mental importa?
La salud mental es una cuestión tabú entre los profesionales de la abogacía. Para tratarlo a tiempo es crucial concienciar y hablar abiertamente sobre esta cuestión
Verónica Forqué (Foto: RTVE)
Con el trágico final de la actriz Verónica Forqué ha resurgido una cuestión tabú para nuestra sociedad y que se encuentra relegada en el ostracismo para evitar el conocido “efecto llamada”, a pesar de que varios medios de comunicación han sacado provecho de estos casos para publicar artículos pretenciosos y destinados a engordar -más si cabe- su insaciable ansia por el clickbait.
En la abogacía no se habla de la salud mental de sus profesionales, aunque las cifras de los informes médicos e institucionales demuestren que es una profesión donde la depresión, problemas psicológicos y los problemas de alcoholismo están muy presentes entre los abogados. Es, por ello, relevante conocer historias de abogados que han sufrido problemas de salud mental a causa de la presión en el trabajo, y que han ayudado a otros colegas de profesión a salir de esta enfermedad que nos asola en secreto.
El caso de Daniel Lukasik
Daniel T. Lukasik [1] era un abogado procesalista estadounidense de éxito. Tenía una buena familia y se rodeaba de un buen círculo íntimo. Su trabajo era interesante y, además, estaba bien remunerado.
Lukasik acudía a sesiones de terapia como consecuencia de la presión que sufría en su trabajo. Nada aparentó resquebrajarse en su vida, hasta que un día fue consciente de su deteriorado estado de salud mental y todo cambió.
Poco a poco, Lukasik comenzó a tener problemas para concentrarse durante el trabajo, no conseguía dormir una noche entera y sentía una constante sensación de agotamiento. Sus desvelos nocturnos se hicieron frecuentes. No lograba descansar.
La depresión, problemas psicológicos y los problemas de alcoholismo están muy presentes entre los abogados
Se dio cuenta, a sus cuarenta años, que estaba deprimido.
Su terapeuta le aconsejó acudir a un psiquiatra y le recomendó tomarse varias semanas de descanso. Finalmente fue diagnosticado de depresión y dejó su trabajo durante tres meses, soportando los comentarios de asombro de sus compañeros de oficina.
Cuando terminaron los meses de descanso, Lukasik volvió a la oficina pero no logró acabar con la depresión porque, como bien recuerda en su artículo, la depresión no es equiparable a la tristeza, ya que la tristeza es una emoción. Todo lo contrario, la depresión es una enfermedad [2].
Lukasik logró paliar parcialmente esta patología gracias a las sesiones de terapia, a la medicación, al ejercicio, a la buena alimentación y al apoyo de sus más allegados… pero no llegó a curarse del todo. La depresión permanece como cualquier otra enfermedad crónica. La depresión “va y viene”, nos recuerda.
Este profesional, con 30 años a las espaldas ejerciendo como abogado, creó una página web [3] donde ha ido publicando historias de profesionales que padecen de dicha enfermedad y trata de concienciar sobre la importancia de detectar y comprender esta enfermedad que estigmatiza en la actualidad a miles de abogados.
Con el mismo motivo que llevó a Lukasik a crear su página web, Joe Milowic, abogado en una firma de abogados en Nueva York, lanzó Lawyer Depression Project [4], un portal web que ofrece asistencia a abogados estadounidenses que sufren los estragos de la depresión, la ansiedad, bipolaridad, traumas, trastorno obsesivo compulsivo y otras enfermedades generadas en el entorno laboral.
Tanto Lukasik como Milowic fueron presa de un cuadro clínico que asola, en secreto, la salud mental de una multitud de abogados.
La depresión apresa a abogados y a estudiantes
Lo que discurre inadvertido entre muchos compañeros de trabajo, y en los pasillos de las oficinas, se muestra como una realidad demoledora: cientos de abogados y de estudiantes de Derecho padecen depresión y ansiedad.
En un estudio realizado en 2016 a 3.300 estudiantes de Derecho procedentes de 19 facultades de Estados Unidos y publicado en el Journal of Legal Education, [5] se muestran unos datos impactantes: un 17% de ellos declararon experimentar algún nivel de depresión; un 37% sufrieron un cierto nivel de ansiedad (23% de ellos percibieron un grado moderado de ansiedad; y un 14% de ansiedad severa); y un 6% de ellos tuvieron pensamientos suicidas.
Con respecto a la abogacía en Estados Unidos, destacamos un estudio revelador, publicado en 2016 por la American Society of Addiction Medicine [6], que develó que el 28% de quienes respondieron (entre 12,825 abogados y jueces) reportaron tener problemas relativos a la depresión en los 12 meses anteriores.
Como consecuencia de la depresión y del estrés causados en el trabajo, un 20.6% de los participantes de la misma encuesta afirmaron tener problemas con el alcohol, dándose este supuesto mayormente entre jóvenes abogados. También el estudio puntualiza que, entre los abogados, quienes albergan mayores problemas de alcoholismo son los propios de las firmas de abogados. Junto a la dependencia alcohólica se suma la adicción a las drogas y sustancias ilegales.
Relativo a la salud mental, el estudio determina que la depresión en la abogacía afecta en mayor medida a los hombres, mientras que la ansiedad a las mujeres. Los problemas de salud mental que más se diagnostica a los abogados son la ansiedad (61.1%), la depresión (45.7%), la ansiedad social (16.1%), el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (12.5%), el trastorno de pánico (8%), y la bipolaridad (2.4%).
Otro dato preocupante: un 11.5% de quienes participaron en el estudio admitieron haber tenido pensamientos suicidas en algún momento de su carrera profesional. Por otra parte, un 2.9% afirmó cometer acciones de autoagresión.
Un 20.6% de los participantes de la misma encuesta afirmaron tener problemas con el alcohol, dándose este supuesto mayormente entre jóvenes abogados
Estos problemas no afectan únicamente a abogados en Estados Unidos. Se trata de una cuestión global, que cristaliza por igual en los abogados y en toda suerte de profesiones. Explorando los casos de depresión y sus problemas derivados entre abogados de otras naciones, mencionamos Life in the Law [7], estudio recientemente publicado por la organización benéfica británica LawCare y realizada a 1.713 abogados de Gran Bretaña e Irlanda, mostrando a un 69% de los participantes quienes experimentaron problemas de salud mental en de los doce meses anteriores. Entre los síntomas comunes se encuentra la ansiedad, la depresión y un bajo estado de ánimo.
El burnout (o síndrome de estar quemado) se da exponencialmente entre los abogados de entre 26 y 35 años. Este síndrome se da, aún más, en mujeres procedentes de minorías étnicas y con un determinado grado de minusvalía.
La falta de evasión del trabajo fuera de la oficina es común entre los abogados. Un 28% de los participantes en este estudio aseguran que su trabajo les requiere estar disponibles 24/7, mientras que un 65% de ellos admiten leer emails fuera de su horario laboral para sobrellevar su carga de trabajo.
Las horas de descanso nocturno también son importantes. Cuanto menos duermen los abogados más posibilidades tienen de padecer el síndrome del burnout. Los datos de la encuesta muestran que un 35% de los participantes descansan ente 6 y 7 horas cada día; un 25% de ellos entre 5 a 6 horas y el 12% menos de 5 horas.
Las enfermedades mentales no tratadas correctamente pueden conllevar efectos devastadores en los trabajadores. Es por ello por lo que acontecimientos tan desagradables como la pérdida de Verónica Forqué -aunque fuera del ámbito de la Abogacía- interpela a gestores y directivos de los despachos de abogados acerca de la necesidad de velar por el bienestar y salud de sus empleados, promoviendo una vida sana y garantizando un descanso real de los abogados fuera de la oficina.
Claves prácticas para detectar y tratar la depresión
Economist & Jurist ha contactado con Beatriz Ollero, psicoterapeuta de la clínica Reactiva López-Ibor [8], para conocer cómo se puede evitar la depresión, o cómo detectarla y tratarla una vez se descubre en un profesional.
Economist & Jurist.- ¿Cómo se detecta la depresión? ¿Qué síntomas comunes se muestran?
Beatriz Ollero.- La mejor manera de detectar cuando una persona está sufriendo una depresión es acudir a un profesional de la salud mental (psicólogo, psiquiatra…) que pueda diagnosticarlo. El autodiagnóstico no suele ser lo más adecuado para una enfermedad tan dura como es la depresión. Podemos hablar de síntomas que pueden activarnos nuestro estado de alarma, estos nos ayudarán a decidir si pedir ayuda o no.
Los síntomas más comunes de la depresión son:
- Estado anímico Apático: la persona que sufre de depresión se siente prácticamente todo el día sin ganas de hacer nada.
- Pérdida de interés en actividades diarias, incluso de aquellas que le parecían agradables.
- Cambio en la rutina del sueño. En función de la persona puede haber unos niveles altos de somnolencia o cambios en el ciclo del sueño, como dificultad a la hora de conciliar el sueño, llegando a estar toda la noche sin conseguirlo.
- Pérdida de energía o fatiga.
- Sentimiento profundo de tristeza, irritabilidad…
- Dificultad a la hora de concentrarse en una actividad.
- Pensamientos recurrentes relacionados con el miedo a la muerte, a que les puede pasar algo malo…
Si crees que tienes más de 5 síntomas y no sabes cómo gestionarlo, PIDE AYUDA.
E&J.- ¿Cómo se puede evitar la depresión?
B.O.- Una de las mejores píldoras a la hora de evitar la depresión es el AUTOCUIDADO. Los psicólogos hablamos de autocuidado a nivel físico y mental. Al igual que cuidas a la gente de tu alrededor, tienes que cuidarte a ti mismo. La pregunta es, ¿cómo podemos ponerlo en práctica? Relaciónate con tus compañeros y amigos, realiza ejercicio físico diario, intenta hacer cosas que te gusten, date un baño relajante, lee un libro, etc.
E&J.- ¿El descanso y la evasión temporal del trabajo son la mejor solución para luchar contra la depresión?
B.O.- Desconectar del trabajo es un factor de protección a la hora de hablar de depresión. Nos ayuda a descansar y a coger energía, frena la fatiga y, muchas veces, el estar de vacaciones nos desconecta de esos pensamientos recurrentes.
E&J.- ¿Qué consejos darías a aquellas personas que han de comunicar a sus compañeros de trabajo y superiores que padecen de depresión?
B.O.- La depresión es una enfermedad que está cada vez más presente en la sociedad, es complicada de entender por ser una enfermedad mental. Sus síntomas no son observables.
Un consejo que te puede ayudar es ACEPTAR que sufres depresión, de esta manera la comunicación con tu equipo a nivel profesional será más sencilla, pues no te sentirás raro o mal por tenerla.
E&J.- ¿Es la depresión una enfermedad crónica?
B.O.- Muchas veces cuando intentamos no hacer caso a la depresión esta se puede volver crónica, pero con ayuda profesional puedes seguir con tu día a día, entenderla y reaccionar de manera adecuada a los síntomas.
Referencias
- https://nysba.org/one-lawyer-living-and-working-with-depression/
- https://nysba.org/one-lawyer-living-and-working-with-depression/#fn2
- https://www.lawyerswithdepression.com/
- https://www.lawyersdepressionproject.org/
- https://nysba.org/one-lawyer-living-and-working-with-depression/#fn8
- https://nysba.org/one-lawyer-living-and-working-with-depression/#fn10
- https://www.lawcare.org.uk/get-involved/life-in-the-law
- https://reactivalopezibor.com/
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