Un IPC desbocado lleva la inflación al 6,7% en diciembre
La tasa alcanzada en diciembre es la más alta desde marzo de 1992
El precio de la energía vuelve a tirar de los precios en diciembre (Foto: E&J)
Un IPC desbocado lleva la inflación al 6,7% en diciembre
La tasa alcanzada en diciembre es la más alta desde marzo de 1992
El precio de la energía vuelve a tirar de los precios en diciembre (Foto: E&J)
La inflación no da tregua y cierra el año en unos niveles desconocidos desde marzo de 1992. Según ha publicado hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el IPC armonizado ha escalado hasta el 6,7% en tasa interanual en el mes de diciembre. Son 1,2 puntos porcentuales más que el 5,5% correspondiente a noviembre y queda muy por encima del 5,8% que esperaban los expertos. La inflación mensual (lo que han subido los precios mes a mes) ha batido todas las expectativas con una subida del 1,2%.
Los datos publicados por el INE son una primera estimación, los definitivos se harán públicos a mediados de enero por eso, hoy no ha detallado la aportación a los precios de cada una de las categorías que forman la cesta del IPC. Sin embargo, sí ha explicado que el fuerte incremento de los precios se debe a la subida del coste de la energía y también, aunque en menor medida, de los alimentos.
El precio de la energía trae de cabeza por el importante aumento que está experimentando durante todo el año en comparación con 2020, y en especial en los últimos dos meses. Solo en diciembre se han experimentado picos de 300 euros el megavatio por hora (MWh) e inclusoso se han llegado a alcanzar los 400 euros en momentos puntuales algunos días. Diciembre cerrará como el mes más caro de toda la serie histórica, superando el valor de octubre (199,9 euros MWh).
Por lo que respecta a los alimentos y bebidas, han registrado en su conjunto una subida de precio anual del 4,9%. En el caso de los alimentos frescos o sin elaborar, el incremento ha sido mayor y se ha alzado hasta el 6,5% en comparación con diciembre de 2020. Asimismo, los alimentos elaborados se han encarecido un 3,5% anual.
Inflación subyacente
Por su parte, la tasa de variación anual de la inflación subyacente (no pondera alimentos frescos ni productos energéticos) aumenta cuatro décimas hasta el 2,1%. Aunque se sitúa casi cinco puntos por debajo de la del IPC general, es la más elevada desde marzo de 2013.
La tendencia de la inflación subyacente es una noticia especialmente mala dado que indica la subida de los productos que generalmente son más volátiles está influyendo a los precios de los bienes y servicios más estables.
Pese a que el dato es el más alto en casi 30 años, esta no es la subida mensual más fuerte del año, pues en octubre el IPC se disparó 1,5 puntos porcentuales.
El incremento de los precios en diciembre es una mala noticia para la economía en general y para los salarios en particular, dado que este incremento de los precios merma de manera apreciable el poder adquisitivo de los españoles. Esto, a su vez, puede terminar minando el consumo, uno de los principales motores de la economía, precisamente en un momento en el que hay cierta crisis de confianza por la rápida expansión de la variante ómicron.
La inflación lleva ya diez meses seguidos creciendo en España. La escalada comenzó en marzo, cuando pasó de registrar una tasa del 1,2% frente al 0% de febrero.
El Banco de España ya advirtió de que la inflación seguiría repuntando durante el invierno, y que no será hasta primavera cuando el dato comience a moderarse. En cualquier caso, el banco emisor adelantó que, aunque se produzca esa moderación la inflación media en 2022 va a seguir siendo alta.