España deja de ser una democracia plena, según ‘The Economist’
El semanario destaca como punto negativo la forma de elegir a los miembros el CGPJ
Consejo de Ministros (Foto: Moncloa)
España deja de ser una democracia plena, según ‘The Economist’
El semanario destaca como punto negativo la forma de elegir a los miembros el CGPJ
Consejo de Ministros (Foto: Moncloa)
El semanario británico The Economist ha hecho público su Índice de calidad democrática, que publica con carácter anual, y deja a España en mal lugar, ya que ha pasado de ser una democracia “plena” a una “defectuosa”, según la valoración que hace la publicación. Es la primera vez que España cae a este nivel desde que se elabora este ranking.
En comparación con el año pasado, España cae dos puestos, pasando del 22 al 24 de la clasificación. Esta caída comienza a parecer una tenencia, ya que en el informe del año pasado el descenso fue de seis puestos. El semanario señala que ya 2021, con una puntuación global de 8,12 puntos, España quedaba en el grupo de países con una democracia plena por un estrecho margen, por lo que un descenso de solo 0,18 puntos, hasta 7,94, ha servido para rebajar la categoría.
Si se desgrana la calificación, España obtiene un 9,58 en Procesos Electorales y Pluralismo, un 8,24 en Libertades Civiles, un 7,50 en Cultura Política, un 7,22 en Participación Política y un 7,14 en Funcionamiento del Gobierno.
Independencia judicial
La revista explica que esta valoración se debe principalmente al descenso de la puntuación en el ámbito de la independencia judicial. En este sentido, llama la atención sobre el sistema de elección de los miembros del Consejo General del Poder Judicial, y destaca el hecho de que “funciona de manera interina, ya que su mandato expiró en 2018 y no ha habido acuerdo sobre el nombramiento de nuevos jueces (que necesitan una mayoría de tres quintos en el parlamento)”. “Cuanto más se prolongue la situación, mayor será el riesgo de que el Consejo se vea socavado y sea vulnerable a la politización”, advierte el informe.
Asimismo, señala que “la escena política de España se ha vuelto cada vez más inestable en los últimos años”. A este respecto, destaca “la fragmentación parlamentaria, una letanía de escándalos de corrupción política y el creciente nacionalismo regional en Cataluña que plantea desafíos para la gobernabilidad”.
The Economist afirma que España ha sido el único país de la región que fue degradado por tipo de régimen en 2021, “pero la mayoría de los países registraron un descenso en sus puntuaciones, lo que refleja las consecuencias políticas prolongadas de la pandemia de coronavirus”. La revista explica que «los resultados reflejan el impacto negativo de la pandemia en la democracia y en la libertad en el mundo por segundo año consecutivo, con la extensión considerable del poder del Estado y la erosión de las libertades individuales«.
Noruega, la ‘más democrática’
En el ranking de democracias plenas ocupa el primer lugar Noruega, con 9,75 puntos, seguida de Nueva Zelanda, 9,37; Finlandia, 9,27; Suecia, 9,26; Islandia, 9,18; Dinamarca, 9,09 e Irlanda, que obtiene un nueve.
Entre los países con una democracia defectuosa se encuentran con más puntuación que España Francia, que tiene 7,99 puntos; e Israel, con 7,79 y se sitúa por delante de Chile, 7,92 puntos y Estados Unidos, 7,85.
La lista se los países autoritarios es muy extensa: 59 Estados de un total de 167 analizados. En la misma se encuentran Nicaragua, Cuba, Venezuela, Argelia, Egipto, Rusia, Ruanda, Vietnam y China. En lo más bajo de la lista, Afganistán (0,32), que es el país menos democrático del mundo por detrás de Birmania (1,02) y Corea del Norte (1,08). Aunque no sea una sorpresa, llama la atención el hecho de que China, la segunda potencia económica del mundo, se encuentre en el puesto 148, por detrás, por ejemplo, de Kuwait, Irak, Nicaragua o Sudán.
Baja la valoración mundial
La valoración general ha pasado del 5,37 en 2020 al 5,28 en 2021, lo que supone la mayor bajada anual desde 2010. Los países que han sufrido un mayor retroceso en su calidad democrática en estos últimos doce meses han sido Ecuador, México y Túnez, que han pasado de ser consideradas «democracias deficientes» a «regímenes híbridos». Una categoría que ahora comparten con Bangladés, Senegal, Ucrania y Hong Kong.
El Democratic quality index es una clasificación anual elaborada por la Unidad de Inteligencia de The Economist que tiene como objetivo determinar la salud democrática de los 167 países analizados. Los resultados se basan en sesenta indicadores diferentes agrupados en cinco diferentes categorías: proceso electoral y pluralismo, libertades civiles, funcionamiento del gobierno, participación política y cultura política.
Una vez analizada la calidad democrática de los países según estos parámetros, se agrupan en países con democracia plena (21 en este último estudio), países con democracia imperfecta (53), países con regímenes híbridos (34) y países con regímenes autoritarios (59).