“Inventing Anna”: ¿Quién es Anna Delvey y cuánto le ha pagado Netflix?
La nueva miniserie de Netflix está basada en una historia real
Inventing Anna (Foto: Netflix)
“Inventing Anna”: ¿Quién es Anna Delvey y cuánto le ha pagado Netflix?
La nueva miniserie de Netflix está basada en una historia real
Inventing Anna (Foto: Netflix)
“Inventing Anna” ha llegado finalmente a Netflix y promete ofrecer entretenimiento para rato. La producción sigue los pasos de otras grandes series exitosas sobre gente rica, como “Succession” y “Billions”, con una gran diferencia: se basa en una historia real. Como se reitera en cada episodio: “Toda esta historia es completamente cierta. Excepto por las partes que están completamente inventadas”.
“Fake it ‘till you make it” o fíngelo hasta que lo consigas serlo de verdad
Anna Soronkin, rusa pero criada en Alemania, irrumpió en la jet-set de la Gran Manzana en 2013. Tal y como muestra la ficción, la protagonista llegó a Nueva York en verano de 2013 para asistir a la Semana de la Moda como becaria de la revista Purple. Le gustó tanto ese mundo de exclusividad que decidió quedarse, haciéndose pasar por una rica heredera llamada Anna Delvey. En poco tiempo, con una mezcla de simpatía, estilo y confianza en sí misma, la veinteañera logró hacerse un hueco en la élite. Poco sabía la clase alta de Manhattan de su historia, pero eso solo sirvió para aumentar el misterio entorno a esa fascinante mujer europea que vivía a todo lujo. Todos querían saber sobre ella.
Anna se instaló en la ciudad y comenzó un grandioso proyecto, la creación de un exclusivo club dedicado al arte contemporáneo: la Fundación Anna Delvey (ADF). Su sueño era establecer su nombre dentro del mundo del arte utilizando la fundación para albergar a artistas y a toda clase de niños que ricos que presumieran de serlo.
Con el fin de garantizar los préstamos necesarios para sostener su lujos vida, fingió de manera fraudulenta ser su propio aval en Europa. Falsificó transferencias bancarias y estados de cuenta para hacer creer a los bancos estadounidenses que estaba a punto de recibir una ganancia inesperada de 60 millones de dólares de parte de su padre.
Durante meses, Anna vivió de acuerdo con estatus que fingía tener. Pasó largas temporadas alojada en exclusivos hoteles, dando propinas con billetes de 100 dólares e invitando a cenar en restaurantes de lujo a sus adineradas amistades. Lo que sus amigos desconocían era que, uno a uno, todos los hoteles en los que se establecía acababan por echarla tras meses de impagos. Ella les decía que les enviaría el dinero, pero, evidentemente, nunca llegaba. En ocasiones, llamaba a sus amigos y solicitaba un préstamo en efectivo cuando su tarjeta era rechazada mientras estaba de vacaciones. Esto hizo una vez en el Hotel Du Louvre de París, donde pagó la factura con 35.000 dólares prestados por un amigo.
La heredera de pega es desenmascarada
En 2017 sucedió lo esperable: la suerte de Anna se acabó y comenzó a ser investigada por robo y fraude. La endeble vida de apariencias que había construido acabó por venirse abajo como un castillo de naipes. Anna fue declarada culpable de seis de los ocho cargos en su contra y sentenciada a entre cuatro y 12 años de prisión, además de tener que pagar una multa de 24.000 dólares y una restitución de 199.000 dólares, y ser deportada a Alemania después de que cumpliera su sentencia.
El materialismo que la envolvía salió a reducir también durante el proceso penal: sus amigos crearon una cuenta de Instagram destinada a sus estilismos durante el litigio.
Su increíble historia captó la atención del mundo en 2018 cuando se publicó el artículo “How Anna Delvey Tricked New York”, de Jessica Pressler en el medio The Cut.
¿Han pagado a Anna Delvey (o, bueno, Anna Sorokin) por “Inventing Anna”?
Sí, pero no tanto como para saldar su infinita lista de deudas. Netflix pagó 320.000 dólares a Anna Sorokin por los derechos para contar su historia. De ellos, según informó Insider, 199.000 se destinaron a pagar la restitución a los bancos y otros 24.000 para liquidar las multas estatales. La falsa heredera también pagó 75.000 dólares en honorarios de abogados y tendrá que pagarles aún más una vez que su asunto legal haya concluido.
Anna salió de prisión en febrero de 2021, solo dos años después de su condena, por buena conducta. En una intervención en el programa australiano ’60 Minutes’, le dijo al entrevistador: «Si alguien se impresiona por un billete de 100 dólares, no sé qué decirles», y añadió: «No tengo paciencia para la estupidez de la gente». Por lo visto, pasar una temporada a la sombra no ha conseguido hacer mella en sus ganas de aparentar.