Cinco atajos para mejorar la concentración en el trabajo
Aunque en ocasiones puede parecer difícil, hay medios que ayudan a que nos centremos más en lo que estamos haciendo
(Foto: E&J)
Cinco atajos para mejorar la concentración en el trabajo
Aunque en ocasiones puede parecer difícil, hay medios que ayudan a que nos centremos más en lo que estamos haciendo
(Foto: E&J)
Hay entornos de trabajo que son todo paz que nos permiten concentrarnos y que nos cundan las tareas diarias, pero esto no es siempre así. De hecho, posiblemente no es lo más habitual. Conversaciones por teléfono con registros de tenor o soprano, teléfonos sonando, movimiento de sillas… En fin, barullo. Muchas pueden ser las caudas de que no nos podamos concentrar en el trabajo como quisiéramos. Aun en las condiciones, vamos a decir mas adversas, es posible lograr niveles razonables de concentración. Aquí desarrollamos cinco vías para lograrlo.
1.- Aíslate del ruido ambiental
Cuando trabajamos en una oficina con mucho jaleo o muy ruidosa una forma útil para conseguir concentrarse es alejar ese ruido. Para ello, un buen remedio son los tapones para los oídos. También resulta efectivo escuchar música tranquila a poco volumen. De esta manera conseguirás aislarte de tu entorno, entrando en tu burbuja personal de concentración.
2,- Fíjate en un objeto determinado
Aunque pueda parecer una pérdida de tiempo, es una técnica que puede ayudarnos a concentrarnos. Fíjate en un objeto determinado durante un minuto aproximadamente, en sus detalles, formas, colores… trata de centrarte en él. Esto ayuda a que te aísles de tu entorno y acostumbres a tu cerebro a que necesitas la máxima concentración para rendir en tu tarea.
3.- Utiliza la imaginación
Cuando te cueste concentrarte, cierra los ojos e imagínate en algún lugar tranquilo. Céntrate en la paz que te da ese lugar. Eso ayudará a que te sea más fácil centrarte en un objetivo. Puede ser que la falta de concentración sea producto de una preocupación que no tiene que ver directamente con tu trabajo o con lo que estás haciendo en ese momento. En esos casos también en muy útil cerrar los ojos y pensar que eso en lo que estás pensando lo harás más tarde. Cuando lo asumas, conseguirás despejar la mente para concentrarte en lo que importa en ese momento.
4.- Crea un espacio en el que estés a gusto
Adecuar, en la medida de lo posible, el espacio de trabajo a tus gustos y necesidades ayuda mucho a la concentración. Esto no consiste en intentar reproducir el salón de casa en la oficina, sino de que estés rodeado de cosas que te gusten y que te permitan desarrollar tu actividad con comodidad. Pocas cosas pueden llegar a desconcentrar más que tener en la mesa o en tu entorno cosas que te molesten porque, de un modo u otro, terminarás pensando en aquello que te fastidia y, en consecuencia, perdiendo la concentración.
Abundando en esta idea, antes de empezar a trabajar organiza tu mesa. Pon a tu alcance aquellos objetos que te vayan a ayudar en tus tareas de ese día. Aparta los elementos que no sean útiles, lo único que conseguirás es distraerte.
5.- Descansa el tiempo necesario
Si bien es verdad que la concentración es cuestión del cerebro, no lo es menos que el cansancio físico puede hacer mella en nuestra capacidad para concentrarnos. Esto no solo quiere decir que descanses bien y que intentes dormir las ocho horas que recomiendan los médicos, sino que practiques algún deporte o simplemente agregues una actividad física a tu rutina.
En este sentido, y esto es algo que también recomiendan médicos y psicólogos, procura hacer descansos en el trabajo de unos minutos cada hora. No tiene que ser mucho tiempo; lo justo para despejarnos un poco, ir al baño, o beber un poco de agua. Una cosa importante: descansar no es ponernos a trastear con el móvil. Si te levantas para despejarte, deja el m-ovil en la mesa.