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Economía

La inflación atenúa el crecimiento e impacta en casi todos los sectores

Gran impacto del aumento imparable de los costes energéticos derivados principalmente del conflicto ruso-ucranio

(Foto: E&J)

Conrado Moreno Bardisa

Socio Director de Bardisa y Asociados.




Tiempo de lectura: 2 min

Publicado




Economía

La inflación atenúa el crecimiento e impacta en casi todos los sectores

Gran impacto del aumento imparable de los costes energéticos derivados principalmente del conflicto ruso-ucranio

(Foto: E&J)



Las consecuencias económicas de la Guerra que se está librando en el este de Europa han dejado de ser un temor para convertirse en una realidad que afecta al mercado global. Un informe reciente de la Organización Internacional de los Trabajadores (OIT) ha puesto de relieve que, de continuar con la actual situación en Ucrania, se podría generar nada más y nada menos que un coste de 123 millones de empleos a nivel mundial, con un impacto mayor en los países en vías de desarrollo, y en perjuicio principalmente de las mujeres trabajadoras en estos países.

Y es que la inflación a nivel global golpea con dureza al sector agroalimentario, al energético, a las materias primas y a los mercados financieros, en palabras de Guy Ryder, Director General de la OIT “La recuperación se ha paralizado e incluso se ha revertido en algunos sitios», quien prevé que estos números empeoren a lo largo de 2022. No en vano, desde la Casa Blanca ya reconocen abiertamente un riesgo de “recesión” ante la escalada inflacionista.



En nuestro país, desde las distintas administraciones trabajan arduamente para tratar de mitigar el impacto de la subida generalizada de los precios en los costes empresariales o en la cesta de la compra, con la famosa compensación de 20 céntimos en carburantes del Gobierno Central, o la propuesta de “deflactar” el IRPF que se llevará a cabo en la Comunidad de Madrid para que quien cambie de tramo no se vea afectado o perjudicado por el alza de los precios. Para que nos hagamos una idea, según el Banco de España la inflación ha afectado al 60% de la cesta de la compra, porcentaje que otros estudios elevan al 90% de los productos.



Guy Ryder, director general de la OIT (Foto: Naciones Unidas)

Muchas empresas, las que tienen más músculo, están absorbiendo parte de ese incremento de costes en sus márgenes, unas para no perder competitividad y otras porque la cadena de venta no se lo permite. No obstante, la mayoría de PYMES y autónomos no tienen la misma capacidad ante estos escenarios de estrés. No en vano desde las asociaciones de autónomos advierten del sobreesfuerzo que este colectivo viene realizando ya desde la pandemia de la COVID 19 y de que no les quedará más remedio que subir los precios, ya que los intentos de las distintas administraciones de contener los precios apenas se traducen a la realidad como efectivos. Desde la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) se calcula que un 57% de los autónomos se ha visto obligado ya a subir los precios por el incremento de los costes e, incluso un 10% de estos profesionales se verá abocado a “ajustar” sus plantillas de trabajadores.



Uno de los peores escenarios posibles es que nos encontremos ante una crisis inflacionista con carácter estructural, tal y como sostienen algunos economistas, ya que, si bien aparentemente esta escalada se ha debido a factores coyunturales, dura más tiempo de lo previsto y pudiera ser sólo la punta del iceberg y convertirse en una situación de estanflación: combinación negativa entre estancamiento económico –no se crece- e inflación –subida de precios-. Esperemos que no sea así.

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