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La firma

Construyendo un nuevo horizonte para la abogacía joven

"El futuro no se construye con fotografías y flashes"

(Foto: E&J)

Alexander Salvador

Abogado. Presidente del Grupo de la Abogacía Joven de Barcelona.




Tiempo de lectura: 3 min

Publicado




La firma

Construyendo un nuevo horizonte para la abogacía joven

"El futuro no se construye con fotografías y flashes"

(Foto: E&J)



Vivimos nuestro día a día en una realidad laboral que sigue cuasi inalterable. Vuelve a sonar el despertador, encendemos nuestro ordenador y volvemos a nuestras avalanchas particulares de correos, consultas, negociaciones, asistencias y juicios. Bienvenidos al día de la marmota.

Y, ante ello, seguimos quejándonos en privado y en público, en sobremesas y en los pasillos de la Ciudad de la Justicia; resignados a intentar modificar nada sobre nuestra profesión, sin provocar cambios que nos lleven a otros horizontes posibles.



Afortunadamente, en estas líneas, no encontrareis más quejas. Encontrareis propuestas, ideas, trabajo y futuro. Futuro insultantemente joven.

Para aquellos que me conocéis, no es nuevo mi convencimiento sobre la necesidad de trabajar en un horizonte distinto para nuestra profesión; un horizonte que se acomode a los nuevos tiempos de cambio. Asimismo, hace unos días, en el marco de la celebración de los veinticinco años de la abogacía joven catalana, vi tal convencimiento reafirmado. Allí coincidí con algunos compañeros y amigos, representantes presentes y pasados de la abogacía joven en sus respectivos territorios. Y en cada conversación había una cierta reflexión que se repetía. ¿Cuál es el horizonte que queremos construir los jóvenes?



Y esta no es una reflexión baladí. Durante unos breves años institucionales, a los jóvenes se nos abre una ventana de oportunidad para incidir en el futuro de nuestra profesión, de nuestra sociedad. Y ante esta oportunidad, hemos de preguntarnos ¿hacia dónde los jóvenes dirigimos la profesión?



Ante tal cuestión, repetida en cafés, actos y cenas, me permito la libertad de responder con nuestra propuesta de horizonte a construir desde la abogacía joven de Barcelona. Un horizonte con visión a largo plazo, vertebrado en cuatro primeros pilares básicos que permitan que cuando hablemos de futuro, cuasi podamos ya hablar del presente que entre todos estamos construyendo.

En primer lugar, la abogacía joven debe hacer una apuesta firme y decidida por democratizar la formación en los primeros años de ejercicio profesional. Nuestra ha sido la histórica misión de facilitar el acceso a formación gratuita y de calidad a los más jóvenes. La falta de recursos no puede ser nunca una lacra para ningún compañero. La formación constante debe ser el pilar sobre el cual construir nuestra solidez como profesionales, sobre la cual construir la confianza que nos profesen nuestros conciudadanos. Hemos de seguir trabajando para consolidar esta apuesta; no puede concebirse la existencia de ningún Grupo de la Abogacía Joven si no se ondea esta bandera con fuerza.

“¿Cuál es el horizonte que queremos construir los jóvenes?” (Foto: E&J)

En segundo lugar, debemos reforzar el sentimiento de comunidad entre nosotros mismos. Hemos de posicionar la voz y presencia de los jóvenes en nuestras instituciones, así como en la sociedad civil. Y este posicionamiento no puede ser meramente estético; el futuro no se construye con fotografías y flashes, se edifica demostrando nuestra valía, defendiendo nuestra opinión e ideas para conseguir que sean impulsadas e implementadas.

Seguidamente, como hecho diferencial de cualesquiera otros posibles liderazgos, debemos seguir trabajando siempre en acciones con impacto real en la abogacía. Si hemos de levantar un nuevo horizonte en la profesión, que sea desterrando los brindis al sol. Desde Barcelona hemos impulsado y conseguido, junto con AJA Madrid y CONEDE, la realización del examen de abogacía en formato online. Hemos creado un premio, conjuntamente con Alter Mútua, para premiar al mejor futuro talento y eliminar barreras económicas de acceso a la profesión. Trabajamos en los siguientes retos.

Hemos de posicionar la voz y presencia de los jóvenes en nuestras instituciones, así como en la sociedad civil

Finalmente, una vez alzados los anteriores pilares, planteémonos cuál debe ser la abogacía del futuro que queremos. Apostemos por el debate de las ideas. No hablo de entelequias cibernéticas, hablo de poner a debate la retribución en el Turno de Oficio, la jubilación en la abogacía, la salud mental, el IVA en los servicios jurídicos, el concepto de éxito en la profesión, los horarios y los honorarios… Y hablo de dar voz a todos los compañeros y compañeras, de crear espacios de debate, hervideros de ideas y de propuestas sobre hacía dónde hemos de dirigir el navío de la abogacía. Y este debate en nuestra casa ya ha empezado, dando voz a nuestras compañeras jóvenes sobre cómo es el emprendimiento, en femenino, en la profesión.

Ante este gran reto de cambio que tenemos por delante, celebro de poder compartir camino con muchos otros jóvenes líderes de la abogacía joven institucional.

Y por ello, creo que hoy, en el día de la abogacía joven, es momento de reafírmanos en el horizonte que queremos avistar para nuestra profesión. Una abogacía joven que ondee como bandera el esfuerzo, el talento, las ideas y que contribuya con acciones que tengan un impacto real en nuestra profesión y, por ende, en nuestra sociedad.

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