Raúl Ochoa: «Hemos iniciado la campaña cuando marcaban los plazos, sin ansiedad ni urgencias»
El candidato a las elecciones del ICAM habla para Economist & Jurist de su programa, que persigue "recuperar la marca abogacía" y modernizar la institución colegial con mayor magnitud de Europa
Raúl Ochoa Marco (Foto: E&J(
Raúl Ochoa: «Hemos iniciado la campaña cuando marcaban los plazos, sin ansiedad ni urgencias»
El candidato a las elecciones del ICAM habla para Economist & Jurist de su programa, que persigue "recuperar la marca abogacía" y modernizar la institución colegial con mayor magnitud de Europa
Raúl Ochoa Marco (Foto: E&J(
En puridad, es el único candidato que inició su campaña cuando oficialmente fueron proclamadas todas las candidaturas concurrentes el 20D. Raúl Ochoa, diputado en la última legislatura del ICAM, presenta un programa de gobierno bajo las coordenadas de “la cercanía, la humildad y el servicio”. Aspira a recuperar la esencia del Colegio y un prestigio, a su juicio, perdido. Hablamos con él acerca de cómo encara estas semanas de campaña y de su proyecto.
Economist & Jurist (E&J).- ¿Cuáles son las líneas maestras de su programa?
Raúl Ochoa (R.O.).- En esencia, todas pasan en la práctica por recobrar el reconocimiento social y garantizar la libertad e independencia de todos los abogados. Con fuerza, pero desde la cercanía, la humildad y la actitud de servicio para con los compañeros. A veces tendemos a olvidar la esencia y la razón de ser de una corporación de Derecho Público como el ICAM. Desde estas vigas maestras, el programa es amplio, ambicioso y planteado desde la experiencia, esto es, a sabiendas de que es factible desarrollarlo y conducirlo a buen puerto en los próximos cinco años.
(E&J).- En líneas generales, todos los programas se centran en los mismos aspectos: respeto a la abogacía, conciliación, mejora del Turno de Oficio, voto telemático, transparencia… ¿Qué aspecto diferenciaría a su propuesta de la de las otras candidaturas?
(R.O.).- Siendo breve, y dicho sea con todos los respetos, creo que, siendo las preocupaciones y ocupaciones las mismas o similares, las nuestras son medidas tan ambiciosas como concretas, realistas, razonables y sensatas. Y esto pasa por no hacer promesas fáciles o anunciar recetas que funcionan como lugares comunes o, mucho menos, propalar meras fórmulas electoralistas. Y esto nos separa claramente de otras candidaturas.
(E&J).- Dentro de su programa, si gana las elecciones, ¿cuál será la primera medida que adoptará y por qué?
(R.O.).- Sería lo más fácil para mí anticiparla de manera concreta, pero no hay una primera acuciante sino varias que son urgentes. Hemos de tomar la determinación de agilizar los procedimientos internos en la Junta para tomar decisiones, conseguir desde el minuto uno una gestión eficaz, ahora sí, del Colegio. Agilizar igualmente el cobro de honorarios, avanzar y acelerar las negociaciones del turno de oficio, firmar un acuerdo vinculante con el TSJ para evitar las esperas excesivas en los Juzgados, impulsar la que se ha ralentizado y está muy parada estos meses, ayudar de manera inmediata con los problemas informáticos del día a día de compañeros y compañeras, acometer un plan estratégico de desarrollo profesional para los jóvenes… Créame que si ‘desburocratizamos’ determinados procedimientos, son medidas que están en la parte alta de mi escritorio y acometeremos con total urgencia.
(E&J).- Usted ha hablado de la reducción de cuotas. ¿En qué casos o a quienes reduciría las cuotas? ¿Han hecho algún estudio sobre el coste económico de esta reducción y cómo lo compensarían en los presupuestos?
(R.O.).- La reducción de cuotas es posible siempre que se gestione adecuadamente el presupuesto. Debemos evitar el despilfarro en fastos y gastos innecesarios que a nadie interesan ni les son útiles a mis compañeros y que, muy por el contrario, suponen una sangría económica que no nos podemos permitir. Tenemos que volcar nuestros esfuerzos materiales en actuaciones realmente útiles para los abogados y que les hagan la vida profesional más llevadera. Desde luego que reduciremos las cuotas a aquellos abogados más vulnerables y mi junta va a ser especialmente sensible con ese tema. Quiero decir con todas las consecuencias que el impago justificado de la cuota no puede suponer la imposibilidad de ejercer. No podemos prohibir a nadie que trabaje para poder ganarse la vida. Estoy siendo bastante explícito.
(E&J).- Usted criticó en su día que otros candidatos comenzaran a hacer promoción de sus campañas sin respetar los plazos establecidos en los estatutos del ICAM. Independientemente de que sus oponentes hayan actuado bien o no, ¿cree que el haber iniciado su campaña después de otros candidatos le puede perjudicar?
(R.O.).- Créame que mi estilo no es mirar a los lados constantemente o por el espejo retrovisor a los candidatos que concurren al 20D. El objetivo de mi candidatura, y el mío personal, es conseguir que el mensaje llegue y cale y convenza a una mayoría de la Abogacía madrileña, sin distracciones. Dicho lo cual, en todo caso serían ellos quienes deberían explicar por qué antes de ser proclamados iniciaron la petición del voto y la campaña. Hemos iniciado la campaña exactamente cuando marcaban los plazos, sin ansiedad ni urgencias.
(E&J).- En la presentación de su candidatura hizo varias referencias a la marca abogacía, al orgullo de la profesión, el reconocimiento social… Sobre este aspecto, tenemos varias cuestiones: ¿la pérdida de ese reconocimiento social es responsabilidad de los colegios en exclusiva? ¿Hay alguna responsabilidad por parte de la abogacía? ¿Qué medidas se pueden tomar al respecto?
(R.O.).- Por supuesto que los Colegios tienen un primer papel de primer orden en que ese reconocimiento sea tal, se dé, sea visible y redunde en nuestra mejor posición ante la sociedad civil y ante las instituciones del Estado de Derecho. Pero, también, cada uno de nosotros, dentro y fuera del Colegio, dentro y fuera de los juzgados tenemos un margen de actuación para conquistar un terreno que, probablemente también de manera injusta, se nos ha achicado. Respecto de las medidas, no exagero si estimo que una cuarta parte de nuestras medidas concretas se articulan en torno a fortalecer la imagen de la Abogacía, la propia Defensa de la Abogacía y nuestro espacio en sede judicial. No veo ningún programa más ambicioso que el nuestro en este campo porque es absolutamente prioritario para nosotros.
(E&J).- Usted es uno de los tres candidatos a decano que han formado o forman parte de la Junta de Gobierno saliente. Durante la campaña se están oyendo declaraciones en las que se dice que si querían mejorar algo del colegio lo tenían que haber hecho ya desde la Junta de Gobierno. Por la parte que le toca, ¿qué responde a esto?
(R.O.).- El debate no está en remover lo que ha ocurrido durante los últimos cinco años sino en proponer para enmendar lo que no se ha hecho bien o ejecutar lo que simplemente se ha anunciado pero quedó pendiente. He formado parte de un órgano colegiado, esta última legislatura especialmente plural, y cualquiera que entienda el funcionamiento del ICAM conoce que, más allá de unas decisiones más o menos compartidas de los diputados con el Decano, hay sensibilidades distintas y hasta discrepancias manifiestas. Yo las he expuesto donde tocaba, en las reuniones de esa Junta, cuyas deliberaciones están protegidas por cierto normativamente. Queda mucho trabajo por hacer para recuperar la ‘marca Abogacía’. El ICAM, como colegio profesional más grande de Europa, no solo debe ser un referente en España sino en todo el mundo, debe ser ejemplo de lo que es una corporación moderna. Hay, insisto, mucho camino por delante.
(E&J).- Eugenio Ribón y Miguel Durán han pedido a la Comisión Electoral que vigile si algún candidato está haciendo una gestión masiva del voto por correo. Uno de estos candidatos puso el punto de mira sobre el acto de presentación se su campaña que tuvo lugar el pasado día 7. ¿Qué tiene que decir a eso?
(R.O.).- Cada candidato es muy responsable de su forma de hacer campaña, de su estrategia. Nosotros hemos empezado construyendo en positivo y así será hasta el último llamamiento del voto que hagamos horas antes de que se abran las urnas. Pero, le digo igualmente algo: entiendo, porque es humano, que genere cierta inquietud una convocatoria a la Abogacía madrileña tan fuerte, la de nuestra candidatura, como la que no se conocía, desde hace cinco años. Y no le concedo excesiva importancia al hecho de que se diga que un respaldo tan masivo nos coloca como favoritos. Nuestro objetivo es cada día que el mensaje llegue, que llegue con fuerza, y que con la misma fuerza el primer día de la nueva legislatura lo transformemos en acciones si así lo considera la mayoría de compañeros y compañeras.
(E&J).- No llevan muchos días de campaña y ya han aparecido cruces de acusaciones entre candidaturas, algunas graves, ¿Cómo cree que se va a desarrollar la campaña? ¿Teme que el clima de constante crispación política en la sociedad tenga reflejo en estos comicios, aun cuando el motivo de confrontación no sea político?
(R.O.).- Fíjese que ya el lema de nuestra candidatura es una manifestación bien clara de intenciones: cercanía, humildad y servicio. Esa declaración marca un estilo, una manera de hacer las cosas, una actitud para mirar al Colegio y para gobernar el Colegio. No puedo adivinar qué harán los demás pero sí confirmarle qué haremos nosotros y yo mismo como cabeza de la candidatura: una campaña en positivo, de juego limpio. ¿Sabe por qué? Porque estoy totalmente persuadido de que la crispación que se ha vivido en alguna campaña anterior no nos hace ningún favor; no hablo ya a la institución, sino a la Abogacía institucional. Por eso sólo puedo a apelar a un ejercicio de responsabilidad de todos. Dicho en otras palabras: no podemos transmitir extramuros una imagen bronca y hasta patética. Honestamente, bastante deteriorada está nuestra profesión como para que la manchemos más. Y añado más: el día 21 de diciembre todos volveremos a nuestra actividad cotidiana y no dejamos de ser compañeros.