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Al día

Daño moral por imposibilidad de utilización de unas tarjetas de crédito

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Daño moral por imposibilidad de utilización de unas tarjetas de crédito

El debate ha sido intenso, Domingo Sánchez Ruiz, uno de los coordinadores de la Plataforma de Interinos del sector público, en el uso de la palabra. (Imagen: E&J)



 

La audiencia confirma la sentencia de instancia, desetimando el recurso al entender que



la conducta negligente de la entidad crediticia produjo un daño o perjuicio que debe ser evaluable desde el momento en el que una persona emprende un viaje de varios días a un país muy alejado de España, en el ámbito cultural muy distinto del nuestro, con dinero en metálico y también tarjetas de crédito, en prevención de hacer gastos y atender imprevistos, viéndose privado de la posibilidad de utilizar el importe correspondiente a dichas tarjetas, y obligando a disminuir sus posibilidades de disposición de efectivo durante aquellos días, todo ello sin perjuicio de que volviese con dinero a España ya que evidentemente no puede permitirse el que se agote completamente el dinero durante un viaje cuando se viaja en familia y con hijos, como sucedió en este caso, que evidentemente pueden originar imprevistos y una serie de gastos para los que hay que tener disponibilidad, sobre todo cuando se carece de cualquier tipo de cobertura bancaria o de apoyo económico por la entidad crediticia con la que normalmente trabajaba en España el hoy apelado y demandante su día. Así resulta de la prueba documental obrante en los autos y la declaración testifical y de las partes.

En cuanto a la cuantificación de esa indemnización, atendiendo a los días que duraba el viaje y valorando la falta de disponibilidad de un crédito de 900.000 ptas., se estima ponderada la indemnización concedida de 675.000 ptas. fijadas por el Juez de la primera instancia, fijada sobre la base de la mitad del precio del viaje. Aquí se tiene en cuenta el daño moral padecido por los demandados constituido por la perturbación, desasosiego e incomodidades durante unas vacaciones planeadas con antelación y durante las cuales aquellos se vieron sin posibilidad de disponer de un crédito por causa del más funcionamiento de los sistemas internos bancarios que regulan las operaciones de las tarjetas de crédito.