Yolanda Díaz defiende la reforma laboral en su primer año, pero no resuelve las dudas sobre los fijos discontinuos
La ministra, que hace un balance positivo de la ley, no da datos sobre el número de personas con ese tipo de contrato
Yolanda Diaz, vicepresidenta y ministra de Trabajo, con Joaquín Rey, secretario de Estado. (Foto: E&J)
Yolanda Díaz defiende la reforma laboral en su primer año, pero no resuelve las dudas sobre los fijos discontinuos
La ministra, que hace un balance positivo de la ley, no da datos sobre el número de personas con ese tipo de contrato
Yolanda Diaz, vicepresidenta y ministra de Trabajo, con Joaquín Rey, secretario de Estado. (Foto: E&J)
El primer aniversario de la reforma laboral ha servido a la vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo e Inclusión, Yolanda Diaz para mostrar músculo por los resultados logrados y lanzar sus dardos al PP para indicar que “nosotros no maquillamos los datos”, en relación a la polémica de los fijos discontinuos.
En una comparecencia este miércoles en la sede del Ministerio ha hecho un balance de esta reforma laboral, “fruto del consenso y del diálogo social”. Según los datos que ha facilitado, este año se ha llegado al nivel de los 20,5 millones de ocupados, después de que se haya producido la incorporación de 514.700 trabajadores a la lista de personas empleadas. Según ha subrayado, el empleo ha alcanzado los 17,40 millones de asalariados, la cifra más alta de la serie histórica.
Diaz, acompañada de Joaquin Rey, secretario de Estado de Empleo, ha destacado como logro de este primer año de la reforma laboral que “se ha roto el bipartidismo en las relaciones laborales y está claro que las 52 reformas anteriores no sirvieron para nada”. Sin embargo, no ha aclarado la polémica de los fijos discontinuos.
Sobre los fijos discontinuos, que no están considerados como parados, lo que ha sido objeto de crítica, la vicepresidenta desconoce la cifra de personas con ese tipo de contrato, aunque sostiene que su peso en el mercado de trabajo es «ínfimo», y cree que es una «polémica bastante artificial».
Hay que recordar que recientemente entidades como FEDEA (Fundación de Estudios de Economía Aplicada) o el Instituto de Estudios Empresariales han dado cifras sobre este colectivo de fijos discontinuos. Por ejemplo, FEDEA indicaba en un reciente estudio que a cierre de octubre había más de 400.000 fijos discontinuos que no se contabilizaron en las cifras oficiales de paro registrado. A este respecto, la ministra ha recordado que antes de poner en marcha la reforma, el 49% de los fijos discontinuos eran irregulares, revertiendo la situación gracias a la inspección de trabajo.
Otra cuestión que ha sido motivo de satisfacción y que ha destacado de este primer año de reforma laboral ha sido la reducción de la tasa de temporalidad que ha caído siete puntos, gracias a lo cual “nos aproximamos a la media europea, que está sobre el 15%”, ha destacado la titular de Trabajo. Desde su punto de vista, éste es uno de los «mayores éxitos» de la reforma laboral. «Es un éxito de país y de los agentes sociales», ha sentenciado.
Por otra parte, ha recordado que el número de personas en paro está por debajo de tres millones, algo que no sucedía desde 2008, cuando empezó la crisis financiera, porque se han incrementado las contrataciones de mueres y jóvenes menores de 30 años. Según los datos de Eurostat, la tasa de paro ha bajado casi dos puntos en los últimos 12 meses y se sitúa en el 12,7% su valor más bajo desde 2008.
El punto de vista de los expertos
Desde la inspección de trabajo, Ana Ercoreca, presidenta del sindicato de inspectores de trabajo y seguridad social y elegida recientemente secretaria general de la Asociación Internacional de la Inspección de Trabajo (IALI), recuerda que “una reforma laboral como la que se aprobó hace un año ha incrementado el trabajo de la inspección, sobre todo en la conversión de contratos temporales en fijos por estar hechos de forma fraudulenta”.
Esta experta recuerda que “la reforma es fruto del consenso y del acuerdo entre empresarios y trabajadores, pero gran parte de esta reforma pasa por ser supervisada y controlada por nuestro colectivo de inspectores y subinspectores, sobre todo en la nueva contratación que se ha incorporado”.
Al mismo tiempo, aclara que “hemos pasado de la infracción por empresa a que sea por trabajador. Al mismo tiempo se han incrementado la sanciones que vienen en la LISOS y se ha reducido el periodo de encadenamiento de contratos. Todo gira en relación a la inspección de trabajo”. Espera Ercoreca que, después de la huelga protagonizada por los inspectores de trabajo el pasado 21 de diciembre, “nos llame para reanudar las negociaciones y refuerce la inspección con personal y medios materiales”.
Pilar Menor, global co-chair de Laboral y senior partner de la oficina de DLA Piper en Madrid, afirma que “la reforma ha sido moderada. Hay algunas medidas que no se llegaron a desarrollar en tema de incremento de indemnizaciones de despido o control de ERE por parte de la inspección de trabajo. Habrá que ver si ahora se incorporan”.
A juicio de esta abogada, que acaba de ser reelegida presidenta de Forelab por otros dos años, “dicho cambio normativo fue resultado del consenso del diálogo social. En este periodo de tiempo, las preguntas de las empresas se han centrado en la reforma de la contratación temporal. Se ha restringido mucho, se suprimió el contrato de obra y servicio y surgió el fijo discontinuo. Esto ha generado dificultades para encontrar una modalidad contractual que se ajustara a una necesidad temporal”.
Esta experta coincide en que “la incorporación más habitual de los contratos fijos discontinuos ha sido una de las claves de esta reforma. Se ha potenciado mucho su utilización, pese a que no en todas situaciones ha sido fácil su acomodación. Ahora, al aplicarse a situaciones no temporales, su encaje es más complicado”.
En su opinión “con estos cambios se ha logrado que cambie la mentalidad de las empresas a la hora de contratar. Hay más conciencia a dirigirse al contrato indefinido o al propio contrato fijo discontinuo cuando sea posible”.
Desde su punto de vista “el momento es complejo” ya que “hay sectores económicos que se ven afectados por el incremento de costes, y esos costes las empresas no lo pueden repercutir en todos los casos al usuario final de sus productos o servicios, con lo cual se están generando situaciones complejas. Veremos este año como muchas empresas lidian con esta cuestión”.
A este respecto recuerda que “lograr un pacto de rentas donde los salarios se equiparen a la inflación es difícil. Los incrementos salariales que se han producido son del 3% o el 4%, muy por debajo de la inflación, lo que ha dificultado llegar a acuerdos de este tipo”.
Necesidad de retoque en los fijos discontinuos
Para Antonio de la Fuente, presidente de Adirelab y director de relaciones laborales de Globalia, en cuanto a los aspectos claves de la reforma “desde nuestro punto de vista y así hemos compartido en los foros que organizamos, los pilares esénciales de la última reforma a nuestro juicio son tres”.
En primer lugar, señala “la adecuación de la tasa de temporalidad de España a los niveles de los países de nuestro entorno, dentro de la Unión Europea y, por tanto, incremento de la tan ansiada estabilidad en el empleo a través de los contratos fijos con modalidades de discontinuo, tiempo parcial y tiempo completo”.
Por otro lado, “se ha logrado un refuerzo de las herramientas de flexibilidad y mantenimiento del empleo en situaciones adversas por medio del Expediente de Regulación de Empleo Temporal mejorado (ERTE) así como del mecanismo RED (muy en línea con una parte importante de nuestra realidad económica como país) a través de dos modalidades: cíclica y sectorial”.
Para este abogado “también se ha logrado una evolución y modernización del papel de la negociación colectiva en un momento donde patronal y sindicatos deben remar en una misma dirección para superar, juntos, la crisis en la que nos ha sumido la pandemia, teniendo que combinar realidad social (inflación, hipotecas…) y realidad empresarial (perdidas covid-19, deudas covid19…) para encontrar soluciones equilibradas y sostenibles en el tiempo”.
En su opinión, la adaptación de las empresas a este entorno normativo nuevo ha sido dispar. “Conversando con distintos directores de relaciones laborales, he observado que las grandes empresas se han adaptado porque tienen capacidad organizativa suficiente, pero a las pequeñas y medianas les está costando más integrar estas modificaciones en su día a día, y no porque no quieran cumplir, sino porque sus medios y sobre todo dificultades post-covid les están suponiendo un mayor esfuerzo”, explica De la Fuente.
Sobre la figura de los contratos fijos discontinuos, señala que “la opinión generalizada es que el redactado de la Ley del Estatuto de los Trabajadores es insuficiente, esos retoques de este contrato fijo a las realidades de cada sector/empresa tiene que venir de la mano del consenso de empresarios y sindicatos en el seno de la negociación colectiva, logrando con ello dar soluciones concretas y efectivas que el Estatuto de los Trabajadores no puede ofrecer, como por otra parte es lógico”.
En cuanto a los asuntos que están pendientes, la respuesta desde Adirelab es que es urgente la elaboración del “Estatuto de los Trabajadores del Siglo XXI”, porque “nuestra ley troncal laboral, a pesar de los remiendos que se han venido aplicando en las últimas décadas, sufre de una obsolescencia galopante. Esta norma no está preparada para abordar y solucionar los retos y casuísticas más realistas que vivimos ya hoy en día y las que están por venir como bien puede ser, por ejemplo, el Metaverso”.