Ana Romero, presidenta de PEOPIL, aboga por mejorar el baremo indemnizatorio de los accidentes

La preparación de los abogados y abogadas españoles hace que cada vez haya más ejemplos de letrados que trabajan con despachos de otros países o que incluso llegan a dirigir organizaciones internacionales de abogados. Este es el caso de Ana Romero, que desde octubre de 2021 está al frente de la Organización Paneuropea de Abogados Especializados en Daños Personales (PEOPIL).

Esta letrada, que recientemente ha puesto en marcha Astrom Legal, despacho especializado en responsabilidad civil y daños personales, ha sido igualmente co-chair de la Sección Internacional de la AAJ, (American Association for Justice), con sede en Estados Unidos y formada por 25.000 abogados.

PEOPIL fue fundada en 1996 en Ámsterdam y formalmente inscrita como asociación sin ánimo de lucro en 1998. Actualmente, esta asociación tiene cerca de 500 miembros ejercientes en 25 jurisdicciones dentro de la Unión Europea, así como Reino Unido y otras diez jurisdicciones internacionales, incluyendo Estados Unidos.

El objetivo primigenio de la organización es mejorar y promover la cooperación jurídica entre profesionales del Derecho, así como el conocimiento mutuo de los sistemas legales y judiciales a nivel internacional, en cuestiones de reclamaciones por daños personales. Entre sus miembros hay tanto a profesionales del derecho (abogados, jueces) como a académicos de reconocido prestigio en materia de Derecho de Daños.

La expansión de PEOPIL se basa en el reconocimiento de una visión transfronteriza respecto a las reclamaciones por lesiones personales que, con frecuencia y a raíz de la cada vez mayor globalización, hace que éstas tengan conexiones más allá de las fronteras nacionales del lugar donde ocurra el siniestro, requiriendo una perspectiva y conocimiento legal internacional para aquellos ejercientes en este ámbito que abarque, no solo la normativa europea, sino también la legislación interna de los Estados miembros.

Dado el posicionamiento de la organización como interlocutor a nivel internacional, PEOPIL participa activamente en el desarrollo de la normativa de la Unión Europea.

Dentro de este marco de trabajo, PEOPIL ha formulado comunicaciones escritas en respuesta a los Libros Verdes de la Comisión Europea sobre responsabilidad por productos defectuosos, asistencia jurídica y compensación a las víctimas de delitos violentos, siendo la asociación invitada por la Comisión Europea a participar en las audiencias relacionadas con estos documentos, así como respecto a la Directiva 90/314/CEE del Consejo, de 13 de junio de 1990, relativa a los viajes combinados, las vacaciones combinadas y los circuitos combinados o la normativa para la determinación de la jurisdicción y ley aplicable respecto a los accidentes con vehículos a motor.

Un perfil muy acorde al puesto

Además de presidenta de la PEOPIL, Ana Romero es miembro de la Asociación Española de Abogados Especializados en Responsabilidad Civil y Seguros, que ahora preside Javier López y Garcia de la Serrana, y la UIA (Unión Internacional de Abogados).

Con todo, es una letrada que tiene un perfil muy internacional, lo que le ha servido para conocer el ejercicio de la abogacía en jurisdicciones como la británica. Así esta profesional es experta en Responsabilidad Civil y Daños Personales con amplia experiencia en litigios internacionales, lo que ha sido fundamental para acceder a la presidencia de PEOPIL.

Su carrera profesional empezó en 1999 en una de las primeras firmas de reclamación de daños como es Irwin Mitchell Solicitor. En ese bufete fue abogada asociada desde 2003 y responsable del Departamento de Responsabilidad Civil y Daños Personales de la firma a partir de 2008. Con posterioridad regresó a España como responsable de la oficina de Málaga de este bufete.

Con posterioridad, con la integración de Irwin Mitchell en Cremades & Calvo-Sotelo desde 2013 ha coordinado el mismo Departamento de Daños Personales en el bufete español Cremades & Calvo-Sotelo como Socia hasta diciembre de 2022, donde ya decidió que era el momento de iniciar su carrera profesional con una boutique legal propia ya operativa en estos momentos.

Esta boutique, Astrom Legal, tiene como socias a Ana Romero y a Natalia Astigarraga. Se ha especializado en reclamaciones transfronterizas derivadas del transporte de viajeros, negligencia médica, productos defectuosos, así como la responsabilidad derivada de actividades de ocio y establecimientos hoteleros y cuenta con sedes en Zaragoza y Málaga.

“Nuestro despacho está enfocado a los daños personales con un elemento internacional importante, porque hemos desarrollado esta práctica durante años. Y con la idea de desarrollar cosas nuevas en la especialización de daños personales y en eso estamos Natalia y yo que somos las socias de este nuevo despacho de abogados”, explica Romero.

Cumbre mundial de abogados en Madrid

El hecho de haber puesto en marcha su propia boutique legal no significa que haya pedido de vistas su labor al frente de la PEOPIL. Para esta abogada, el objetivo a medio plazo sería la organización de un evento internacional para el 2024 que represente a todas las organizaciones de abogados especializados en daños personales y resarcimiento a las víctimas aquí en España “hay muchas preocupaciones comunes entre los abogados que nos dedicamos a los daños personales”, apunta.

Señala que, además, “estamos trabajando en la implementación de la Directiva de productos defectuosos. A tal efecto, hemos puesto en marcha una Comisión dentro de PEOPIL para presentar nuestras aportaciones. Ahí el trabajo de expertos académicos como Miquel Martín, miembro de la Comisión de Expertos de la ley 35/2015 del baremo y la de Íñigo Navarro, exdecano de la Facultad de Derecho de ICADE está siendo importante para analizar el papel de la IA y los productos defectuosos”.

Romero contacta con Economist & Jurist desde Edimburgo, donde se ha celebrado hace unos días el Congreso de Jóvenes abogados de PEOPIL. Sin embargo, ha estado muy pendiente del otro gran evento celebrado hace unos días, el V Congreso Nacional de ANAVA-RC, donde los expertos han coincidido en la necesidad de que se amplíe las prescripciones a tres o cinco años y se reduzcan las costas de los procesos judiciales para las víctimas de accidentes de tráfico.

Para Romero “es evidente que el baremo indemnizatorio de los accidentes de tráfico después de ocho años tiene que modificarse para compensar mejor a las víctimas de accidentes sobre todo en cuestiones de daño patrimonial. En caso de daños no patrimoniales puede ser más generoso a nivel de compensar lesiones en comparación con otras jurisdicciones, sobre todo en las lesiones más graves”.

Desde su punto de vista “el problema está en el daño patrimonial, donde el alcance del baremo es más limitativo para la reparación del daño integro de la víctima, esto es algo que en otras jurisdicciones se valora de otra forma, con sus informes actuariales y especificidades, pero sin límites para reparar de forma objetiva e íntegra ese daño causado. Son reclamaciones frente a las aseguradoras, muchas de las cuales acaban en vía judicial”.

Esta abogada es partidaria de la tendencia que se sigue en Estados Unidos y en otras jurisdicciones. “Se trata de reconocer no solo el daño causado, sino que tiene la intención de castigar al demandado por una actuación que de forma de una manera consciente ha causado el daño. Es un elemento disuasorio para que esas conductas no vuelvan a suceder”, aclara.

Para Romero “la cuestión de las prescripciones preocupa en todas las jurisdicciones. Siempre funciona como un elemento limitador de las reclamaciones de víctimas. Lo lógico es que ese plazo se ampliase y fuera el mismo toda en la UE. Desde PEOPIL y todos sus asociados nuestro interés es influir en todos los proyectos y directivas que apruebe la Comisión Europea y que se escuche la voz de las víctimas y la de sus abogados”.

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