Delia Rodríguez: “El lento funcionamiento de la Administración daña al corazón de las familias”
La abogada reclama la figura del abogado del menor y mayores presupuestos para la infancia
Delia Rodríguez en E&J
Delia Rodríguez: “El lento funcionamiento de la Administración daña al corazón de las familias”
La abogada reclama la figura del abogado del menor y mayores presupuestos para la infancia
Delia Rodríguez en E&J
“Hay padres que dejan de ver a sus hijos cuando tienen meses y no los ven hasta que tienen cinco o seis años. Esto supone una pérdida de lazos afectivos que tardarán años en recuperarse o que no se recuperarán nunca sin recursos y sin especialización”. La afirmación la hace, en una entrevista en Economist & Jurist, la abogada especializada en familia, Delia Rodríguez, CEO de Vestalia Abogados y profesora del Máster de Derecho de Familia en el Instituto Superior de Derecho y Economía. Rodríguez sostiene que el lento funcionamiento de la Administración de Justicia “daña al corazón de las familias y causa sangrías familiares”.
“Los jueces y los fiscales no dan abasto, están colapsados. La justicia se cae a pedazos”, sostiene. Y esto se traduce en daños que, para los niños, pueden ser irreparables. “Los adultos podemos recomponernos, pero los niños no. Tener que esperar a un juicio un año y medio, eso no es justo para la infancia”. Economist & Jurist ha contado, en ocasiones, cómo la ausencia o insuficiencia de recursos se traduce en esperas de años: cómo la ausencia de profesionales ha llevado a un padre a la imposibilidad de modificar unas medidas provisionales durante años, perdiéndose parte de la infancia de sus hijos. Hace solo dos días, la vicedecana del Colegio de la Abogacía de Madrid destacaba la situación en la que se encontraba la Sección 22 de la Audiencia Provincial de Madrid, dedicada a asuntos de familia, con solo dos de los cinco jueces titulares disponibles. “La situación es especialmente sangrante en familia”, afirmó Winkels.
A juicio de Delia Rodríguez, “la infancia merece mayores presupuestos que, a veces, se van a partidas de postureo. Debe destinarse a efectos prácticos, de infraestructuras, de métodos no invasivos para el menor”. Un ejemplo es la cámara Gesell, de la que comunidades autónomas como Cantabria ni siquiera disponen, mientras en un juzgado canario ya se utilizan dinámicas mucho más amables para el menor que participa en un proceso judicial. “Se puede legislar para que los menores sean escuchados, con la mejor intención, pero realmente no hay psicólogos o las listas de espera son infinitas”, añade.
La abogada reclama que los abogados del menor sean una realidad. Unos abogados que defiendan el interés del menor, “pues la fiscalía no es suficiente y los padres defienden sus intereses, que no siempre coinciden con los del menor y en el que el niño puede llegar a ser utilizado”. Esta es una figura que ya existe en determinados lugares, explica, por lo que tenemos modelos a los que imitar. Ahora se requieren recursos, insiste. En este sentido se ha expresado también en este medio la presidenta de la Asociación de Abogados de Familia de Madrid, Paloma Abad.
La CEO de Vestalia Abogados señala que la pandemia ha derivado en un aluvión de demandas de separaciones y divorcios, “aunque no todo el mundo tiene los recursos para hacerlo efectivo”. La pandemia ha desencadenado situaciones muy críticas con consecuencias psicológicas importantes, subraya, “las consultas de los psicólogos están llenas de menores”, ha dicho tras mostrar su preocupación por la soledad, las adicciones que se incrementan o la educación sexual distorsionada que muchos menores reciben a través de la pornografía.
Rodríguez considera que, hoy por hoy, se está educando a los niños de forma que tienen una muy baja tolerancia a la frustración. Respecto al acoso escolar, apunta a la difícil labor de detectarlo dada la carga de trabajo del profesorado y su posible falta de formación en este sentido, así como la falta de seguimiento de protocolos.
“Es importante conocer muy bien con quien se casa uno y qué piensa sobre determinadas cuestiones, como la educación”, ha advertido la abogada, que detecta en muchas situaciones de separaciones desavenencias ideológicas de fondo que pasaron desapercibidas en un primer momento.
Asimismo, durante la entrevista, Delia Rodríguez ha sostenido que es una pena que la Ley de familias se haya quedado paradas porque “contenía medidas de conciliación muy interesantes”. Algunas de esas medidas se contemplan en un Real Decreto Ley que se acaba de aprobar. La abogada considera que se trata de una cuestión esencial que deben tener muy en cuenta las empresas, “para que nuestros hijos puedan crecer con nosotros”.