Liérganes, el pueblo español donde supuestamente habita el hombre pez
La leyenda nació a mediados del siglo XVII y atrae a turistas deseosos de ver a la criatura
Hombre Pez de Liérganes (Foto: Un dermatólogo en el museo)
Liérganes, el pueblo español donde supuestamente habita el hombre pez
La leyenda nació a mediados del siglo XVII y atrae a turistas deseosos de ver a la criatura
Hombre Pez de Liérganes (Foto: Un dermatólogo en el museo)
España es conocida por la infinidad de pueblos que consiguen ser reconocidos como los más bellos de todo el mundo como ocurre con Albarracín en la provincia de Teruel cuya estética es alabada por la prestigiosa revista internacional Traveler. Liérganes es una localidad cántabra que, a pesar de no destacar a nivel mundial, es considerada como uno de los municipios más hermosos de la Península Ibérica. Cada año, acuden cientos de turistas que tratan de divisar al hombre pez, una criatura originaria de la mitología local.
En 1978, la localidad fue proclamada como un lugar de interés histórico-artístico nacional debido a la buena conservación de sus edificios de arquitectura clasicista típica de los siglos XVII y XVIII.
De especial relevancia es su Puente Mayor ya que fue una de las primeras estructuras construidas de piedra en Cantabria. Atraviesa el río Miera que es el lugar que da origen a la peculiar leyenda cántabra. Además, conecta los barrios de El Mercadillo y El Calgar.
La leyenda
El curioso relato versa sobre un matrimonio conformado por Francisco de la Vega y María de Casar quienes, a mediados del siglo XVII, tuvieron cuatro hijos. Un día, el segundo infante salió con sus amigos para despejarse y decidió bañarse en el río ya que era un notable nadador. Debido a esta cualidad, sus amistades no se preocuparon por él, pero al ver que tardaba demasiado en regresar, pensaron que se había ahogado.
Cinco años más tarde, unos pescadores consiguieron atrapar una criatura peculiar en la bahía de Cádiz. Se trataba de un joven con escamas por la zona del estómago y la garganta. Tras llevarle al convento de San Francisco, puesto que pensaban que era un ser maligno, consiguieron hacerle hablar y es reseñable que la única palabra que dijo fue “Liérganes”.
El acontecimiento no tardó en adquirir fama hasta que llegó a los oídos de un joven cántabro que había emigrado a Cádiz por motivos laborales. El muchacho manifestó que en su provincia había una localidad con ese nombre por lo que el suceso se trasladó a Liérganes. Al llegar al pueblo, el hombre recordó el camino hacia su casa donde su madre le reconoció al instante como su hijo desaparecido.
Destaca que tras todo lo acontecido, Francisco no podía hablar y solo se vestía si le daban previamente ropa. Por ello, se le consideró como loco y, nueve años después, volvió a desaparecer en el río y no se supo nada más de él.