El matrimonio de los Warren tiene el museo más tétrico del mundo

Ed y Lorraine Warren fueron un matrimonio de especial relevancia en el mundo de lo paranormal ya que, debido a sus aptitudes y conocimientos, conseguían salvar a muchas personas de fenómenos extraños que trataban de ocasionarles daño. La productora estadounidense Warner Bross se interesó por las historias de la pareja y llevó al cine muchas de sus terroríficas experiencias. Los Warren decidieron abrir un museo para guardar los objetos malditos de sus casos para que no lastimasen o perturbasen a nadie más.

Lorraine Rita Moran era el nombre de soltera de la esposa de Ed Warren quien, desde la temprana edad de los 7 años, comenzó a ver el aura de las personas. Su marido era un año mayor que ella y también experimentó sensaciones inexplicables desde los cinco años por lo que decidió dedicarse profesionalmente a buscar soluciones a los casos paranormales. La pareja se conoció a los 16 años y, tras regresar Ed de la Segunda Guerra Mundial, tuvieron una hija, Judy.

Caso Amityville de los Warren (Foto: Cuarto Milenio)

La familia se sustentaba con el dinero que obtenían de los cuadros que vendía Ed. Poco a poco, Lorraine fue desarrollando más su don de clarividencia por lo que en 1952 inauguraron la Sociedad para la Investigación Psíquica de Nueva Inglaterra. Es reseñable mencionar que el matrimonio no cobraba por los casos o investigaciones ya que lo hacían de manera altruista. La madre de Judy fue finalmente identificada en calidad de clarividente y médium mientras que su padre fue el único demonólogo reconocido por la Iglesia católica.

Museo y casos

La famosa pareja tuvo una unión muy importante debido a su fe católica lo que les ayudó a superar los momentos más difíciles de los más de cuatro mil casos paranormales que se les atribuyen por todo el territorio estadounidense. El objetivo primordial de los Warren era custodiar los elementos que pudiesen causar algún tipo de daño a las personas en un lugar seguro. Asimismo, destaca su colaboración en el juicio de Arne Cheyenne Johnson, un hombre que asesinó brutalmente a su esposa alegando que el diablo le obligó a hacerlo.

Casos famosos de los que se guardan objetos reales en el museo son, por ejemplo, fragmentos de la tumba de la bruja más diabólica del mundo Bathsheba Sherman quien asesinó a sus propios hijos como ofrenda a Satán y luego se quitó la vida para maldecir su propia casa con el objetivo de que los futuros propietarios muriesen en circunstancias terroríficas. Otra de las piezas que más interés genera es la muñeca real de Anabelle que dista mucho de la imagen que le ha dado el cine. Siendo de trapo y no de porcelana, cambia de posición y se asegura que en su interior tiene energías demoniacas.

Muñeca real Anabelle (Foto: Revista Selecciones México)

Tras el fallecimiento de los Warren, el yerno del matrimonio desea mantener con vida el legado de su familia por lo que se encarga de atender a los visitantes que acuden para aprender más sobre el mundo de lo desconocido. La ubicación de la institución está en la propia casa de los Warren, en su sótano, concretamente en 30 Knollwood St., Monroe, Connecticut, Estados Unidos. Tras la muerte de Lorraine no se realizan visitas al museo, pero se realizan eventos de temática variada siempre relacionada con lo paranormal.

La página web oficial de la pareja más famosa del mundo de lo desconocido posee un tour virtual para conocer las historias escalofriantes de algunos de los objetos que posee el museo como la ya mencionada muñeca Anabelle.