Connect with us
Actualidad

La psicología del testimonio en Ultima Ratio

En este episodio de Ultima Ratio, Antonio J. Rubio Martínez habla con el psicólogo Luis Gutiérrez Morante

Tiempo de lectura: 4 min

Publicado


DESCARGAR EN PDF

Actualidad

La psicología del testimonio en Ultima Ratio

En este episodio de Ultima Ratio, Antonio J. Rubio Martínez habla con el psicólogo Luis Gutiérrez Morante



En este episodio de Ultima Ratio, el podcast de derecho penal de Antonio J. Rubio Martínez para Economist & Jurist, el abogado habla con el psicólogo Luis Gutiérrez Morante sobre psicología del testimonio.



En 1900, Alfred Binet resaltó la sugestionabilidad de la memoria de los niños. En 1903 aparecía la Revista de Psicología aplicada dedicada a la psicología del testigo. En 1932 se destacan cinco factores que incidían en el testimonio: El modo en el que el testigo ha percibido dicho acontecimiento; el modo en que lo ha conservado en su memoria; el modo en que es capaz de evocarlo; el modo en que quiera expresarlo; y el modo en que quiera expresarlo.

Hasta los años 70, las advertencias de los psicológos respecto a la baja fiabilidad fueron infravaloradas y desoídas. En aquel momento, hay un gran impulso de la psicología cognitiva coincidiendo con que países como Inglaterra se empiezan a tomar en serie la psicología al poner en marcha un comité especial de estudio debido a que se toma conciencia de que una de las principales causas de errores judiciales son los errores de interpretación.

A modo introductorio, Gutiérrez Morante habla de distintos extremos que tienen que ser tenidos en cuenta antes de valorar la credibilidad de un testimonio. En primer lugar, este experto habla de la memoria, de sus distintas fases (codificación, retención y recuperación), y de algunos problemas que pueden surgir en cada una de ellas. «Tenemos que olvidar esa idea de que la memoria es una cámara fotográfica que devuelve una imagen de la realidad tal cual sucedió«, señala.



En todas estas fases hay muchas opciones de errores. En el proceso de codificación hay elementos que no percibimos, por limitaciones en la captación y en la atención. De lo que se recibe, hay elementos que se seleccionan y luego se interpretan. A la hora de recuperar esa huella de memoria, también se pueden producir ciertas pérdidas, siendo varias las fases que debe pasar el recuerdo desde que se accede a él hasta que es expresado verbalmente por el testigo. Puede haber errores por comisión (al añadir elementos que no formaban parte de la realidad) o por omisión (no se apuntan elementos porque no se recuerdan).

Una de las primeras clasificaciones de las variables que afectan a la exactitud es la que realizó Wells (1978), que contamplaba las circunstancias en las que se producen los sucesos y las variables propias del sistema elegido para tomar declaración a los testigos. Posteriormente otros autores (Manzanero 1996) las han clasificado, siguiendo las fases de la memoria: Factores de codificación, factores de retención o almacenamiento y factores de recuperación o evocación.

Interrogatorio en la Sala Segunda del Tribunal Supremo (Foto: Archivo)

Entre los factores de la situación se pueden citar las condiciones ambientales y de  estímulos en las que se desarrolla el incidente; tipo de suceso de que se trate, tiempo que dispone el testigo para observar el hecho.

Respecto a los factores de los testigos se encuentran las características propias de cada testigo como la edad, capacidad, estrés, expectativas, estereotipos, entrenamiento, estado del propio sujeto: estado mental, implicación, activación, ansiedad.

Entre las variables del sistema a contemplar también se encuentran el tiempo de demora empleado para realizar la primera identificación o los factores post suceso (papel de la prensa, comunicación de testigos, Información que puede facilitar la policía en la toma de declaración), inadecuada toma de declaración, sesgos en la forma de preguntar o sesgos en la rueda de reconocimiento.

A continuación, Gutierrez Morante analiza la distinción entre credibilidad y veracidad del testimonio, y sobre la necesidad de distinguir entre verdad y falsedad, por un lado, y mentira y sinceridad por el otro, puesto que un testimonio puede ser falso tanto por mentiras como por errores sinceros.

La mentira supone que deliberadamente la persona aporta una información  que sabe que no se ajusta a la realidad de los hechos. No es lo mismo una mentira, para la que se pueden buscar múltiples motivaciones, que una falsedad en la que también pueden incurrir los testigos. La psicología del testigo se ha centrado en dos vectores: exactitud (fidelidad entre lo que ocurrió y lo que el testigo relata) y credibilidad (grado de credibilidad que se otorga al testimonio), lo que supone una valoración subjetiva de la exactitud estimada de las declaraciones de un testigo.

Así, para hablar de engaño en una declaración debe haber un acto intencional. Hay falsedades no intencionadas, relatos que simplemente no se ajustan a los hechos y se puede hablar de falta de exactitud. Para evaluar la credibilidad, se han de tener en cuenta los criterios relacionados con la evolución de las declaraciones a lo largo del tiempo, sobre el contenido de las declaraciones, sobre la forma de expresar la declaración y criterios contextuales. En la actualidad, en España existen propuestas sistematizadas para la obtención de información eficaz en las declaraciones y valoración de su credibilidad.

Ultima Ratio, con Antonio J. Rubio. (Imagen: Laura Marín/ E&J)

Por último, Antonio J. Rubio Martínez trae a colación algunos de los criterios que maneja la jurisprudencia para valorar la credibilidad de un testimonio (ausencia de incredibilidad subjetiva, verosimilitud y persistencia en la incriminación) y pregunta a este experto sobre cada uno de ellos desde la perspectiva de la psicología del testimonio.

¿El grado de inteligencia de un sujeto influye en la percepción o en la interpretación de un hecho?  ¿Tienen los ancianos un mayor riesgo de sugestión que los niños? ¿Cómo afecta el miedo y la ansiedad a la percepción?  ¿El testimonio de la víctima de un delito en estado de shock es creíble? ¿Es más fiable que el de un testigo que no es víctima de aquel?

Estas son algunas de las preguntas a las que se intenta dar respuesta en este episodio de Ultima Ratio, en el que por primera vez, para Economist & Jurist, se analizan cuestiones relativas a esta rama de la psicología que tan importante resulta en el día a día de la práctica jurídica, y que seguirá teniendo mucha presencia en futuros episodios».

 

 

 

 

Comentarios