Riesgos y beneficios de la nueva ley de Inteligencia Artificial
Es necesario que su regulación jurídica garantice el equilibrio entre los derechos fundamentales y el progreso e innovación
(Recurso: E&J)
Riesgos y beneficios de la nueva ley de Inteligencia Artificial
Es necesario que su regulación jurídica garantice el equilibrio entre los derechos fundamentales y el progreso e innovación
(Recurso: E&J)
La inteligencia artificial (IA) es un conjunto de tecnologías de rápida evolución que puede generar un amplio abanico de beneficios económicos y sociales en todo tipo de sectores.
Dichos beneficios se articulan mediante la mejora de la predicción, la optimización de las operaciones, la asignación de los recursos y la personalización de la prestación de servicios. En este sentido, la IA facilita la consecución de resultados positivos desde el punto de vista social y medioambiental, y proporciona ventajas competitivas relevantes a las empresas y a la economía en su conjunto.
Sin embargo, esos mismos elementos que potencian los beneficios de la IA también entrañan nuevos riesgos o consecuencias que pueden resultar negativas para determinadas personas y para la sociedad en su conjunto.
Origen y necesidad de una regulación legal de la IA
Precisamente, son esos riesgos inherentes a la IA los que han propiciado el proyecto de Ley de Inteligencia Artificial (IA Act), cuyo origen data de abril de 2021 (cuando se presentó por la Comisión Europea por primera vez, con el objetivo de introducir un marco normativo y jurídico común para regular la IA) y cuyo proyecto fue aprobado en junio de 2023. La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, ha hecho hincapié en las posibilidades que abre esta nueva Ley.
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