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Expertos del sector legal analizan el Proyecto de Ley Orgánica de representación paritaria

La Fundación Aranzadi La Ley organizó el pasado 11 de junio el III Encuentro Mujeres por Derecho

(Imagen: CGAE)

Sara Zarzoso

Redacción E&J




Tiempo de lectura: 5 min

Publicado




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Expertos del sector legal analizan el Proyecto de Ley Orgánica de representación paritaria

La Fundación Aranzadi La Ley organizó el pasado 11 de junio el III Encuentro Mujeres por Derecho

(Imagen: CGAE)



El pasado 15 de diciembre de 2023 se publicó en el Boletín Oficial de las Cortes Generales el Proyecto de Ley Orgánica de representación paritaria y presencia equilibrada de mujeres y hombres. Este proyecto modifica, entre otras normativas, la Ley de Sociedades de Capital y la Ley de los Mercados de Valores y de los Servicios de Inversión. Además, introduce nuevas obligaciones en relación con el equilibrio de género en los consejos de administración y la alta dirección de sociedades cotizadas y entidades de interés público que alcancen ciertos umbrales establecidos, para que mínimo el 40% de la plantilla esté conformada por mujeres.

En este contexto, la Fundación Aranzadi La Ley organizó el pasado 11 de junio el III Encuentro Mujeres por Derecho, un evento que logró reunir a numerosos expertos en la materia y cuyo objetivo final era debatir acerca del  camino hacia la igualdad de género en el sector legal. Así, entre los ponentes que conformaron la primera mesa de diálogo se encontraban el secretario de Estado de Justicia, Manuel Olmedo; Estela Martín, abogada en Sincro y presidenta de la sección de igualdad del ICAM; Cristina Camarero, socia-directora de Ontier España; Pilar Menor, senior partner en DLA Piper España; y Pablo Galán, director de recursos humanos de Aranzadi La Ley.



Aunque todos ellos concordaron en que en los últimos años se ha avanzado mucho en materia de igualdad, sobre todo en el sector legal, la mayoría de ellos no pusieron en duda el hecho de que todavía queda mucho por hacer, y que este Proyecto de Ley —en breves Real-Decreto ley— es un trampolín hacia una mayor presencia de las mujeres en los puestos de responsabilidad. Concretamente, Manuel Olmedo criticó que, aunque el sector se muestra muy comprometido, sigue habiendo muy poca representatividad femenina en altos cargos de la Justicia. «En 17 tribunales superiores de Justicia sólo hay dos presidentas. De 50 y pico audiencias provinciales, sólo ocho. En el Supremo, trece», criticó.

No obstante esto, el secretario de Estado reiteró su compromiso con este nuevo Proyecto de Ley, alegando que «la igualdad no será una realidad si no logramos generar un consenso amplio en la sociedad. Este Proyecto de Ley es un paso importante, pero más allá de quién inicie la iniciativa, la generación de grandes consensos es fundamental para avanzar en estos temas en una democracia».



«Muchos colegios no cumplen con el principio de paridad»

Opinión similar fue la de Estela Martín, abogada y presidenta de la sección de igualdad del ICAM, quien durante su comparecencia abordó las deficiencias persistentes en el cumplimiento de la igualdad de género en ciertos sectores profesionales: «Lamentablemente, muchos colegios profesionales no cumplen con el principio de paridad exigido por la Ley Orgánica de Igualdad. Esto es preocupante y demuestra la necesidad de una legislación que imponga requisitos claros y medidas correctoras efectivas», señaló.



«Tenemos enormes diferencias por sectores», afirmó Martín con firmeza, refiriéndose específicamente a ramas como la científica, la economía y las matemáticas, donde persisten «colegios profesionales con cero mujeres o muchos por debajo del 20% de representación femenina». Esta disparidad, según Martín, no solo refleja una falta de equidad en el acceso a cargos de decisión, sino que también subraya la resistencia institucional frente a los principios de igualdad que la Ley Orgánica de Igualdad ha establecido.

(Imagen: Aranzadi La Ley)

La abogada lamentó que «es una lástima que haya colegios que no cumplan con esto», refiriéndose al requisito del 40% de representación femenina que deberá implementarse con la publicación de la ley en el Boletín Oficial del Estado. Martín advirtió que «es su obligación contar con ese equilibrio» y destacó la importancia de desglosar el número de miembros por sexo y establecer medidas correctoras en aquellos casos donde no se cumpla con el porcentaje requerido.

Además, Martín abordó de manera crítica la situación de los planes de igualdad en el ámbito laboral, describiéndolos como «de las obligaciones laborales más incumplidas». Para ella, alcanzar la igualdad real implica no solo cumplir con las cuotas de representación, sino también abordar de manera integral problemas como la conciliación laboral, el techo de cristal, el empoderamiento de las mujeres y el síndrome de la impostora, que limitan el avance profesional de muchas mujeres en diversos sectores.

Las cuotas, ¿a favor o en contra?

Con respecto a las cuotas, Martín reconoció su utilidad en sectores donde faltan referentes femeninos visibles, argumentando que «esta ley es muy neutra, no habla de mujeres y hombres, habla del sexo menos representado«. En este sentido, enfatizó que las cuotas pueden ser una herramienta efectiva para romper los sesgos estructurales que perpetúan la desigualdad de género en determinados ámbitos profesionales.

En contra de este parecer se posicionó Cristina Camarero, quien se mostró ampliamente reticente hacia estas ayudas económicas. «Yo soy tremendamente optimista», comenzó diciendo, destacando su visión positiva sobre el avance de las mujeres en los despachos y en el mundo profesional en general. Sin embargo, compartió su rechazo, argumentando a favor de un sistema basado en la meritocracia y la capacidad profesional como verdaderos motores del avance femenino.

Las listas cremallera, obligatorias en España, también suscitaron su desaprobación. «Esto puede cargarse la igualdad», advirtió, temiendo que tales medidas puedan generar conflictos y situaciones complicadas. «Me horrorizaría pensar que estoy en algún lugar por el hecho de ser mujer», afirmó rotundamente. En este sentido, reconoció que «en los últimos años ha habido un cambio», y que pronto el tema de los referentes femeninos y la conciliación dejarán de ser motivo de debate, pues «las mujeres dejarán de cargarse todo en la mochila».

Implementación práctica de la Ley

En cuanto a la implementación práctica de la Ley, Pablo Galán, director de recursos humanos de Aranzadi La Ley, subrayó los desafíos y oportunidades para las empresas, haciendo una distinción entre aquellas pertenecientes al sector público y aquellas que forman parte del privado: «La ley establece un período transitorio para las grandes empresas del IBEX 35 y hasta 2028 para las empresas más pequeñas. Es fundamental que las organizaciones se preparen para cumplir con estos requisitos y para implementar medidas que promuevan la igualdad de género de manera efectiva».

Según Galán, «en el sector público hemos avanzado significativamente. Muchas instituciones ya superan el 40% de mujeres en roles de responsabilidad, aunque aún no alcanzamos el 50%. Es innegable que el sector público está completamente feminizado, beneficiándose de procesos de selección como las oposiciones que presentan menos sesgos que en el sector privado. Cada vez más mujeres están accediendo a través de estas oposiciones, lo cual es una tendencia muy positiva».

Finalmente, Pilar Menor, senior partner en DLA Piper España, aportó su visión desde el sector legal, explicando que «los despachos de abogados también enfrentan un desafío dual: mejorar la representación de las socias y proporcionar un entorno laboral que facilite la conciliación familiar. La flexibilidad y los programas de desarrollo profesional son clave para avanzar en la igualdad dentro de nuestra profesión».

Respecto a los retos específicos que enfrentan las mujeres en los despachos de abogados, Menor subrayó la necesidad de intervenciones en formación y liderazgo: «Es crucial que las mujeres en nuestra profesión reconozcan y promuevan su competencia y confianza. Los despachos deben ofrecer flexibilidad para que las mujeres puedan equilibrar sus responsabilidades profesionales con las familiares. Programas como coaching, mentoring y sensibilización son clave para lograr este equilibrio.»

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