Las amistades son un indicativo clave para llevar una vida feliz
Un estudio de Harvard realizado por Robert Waldinger revela que nuestras relaciones de amistad son clave para vivir más y mejor
(Imagen: E&J)
Las amistades son un indicativo clave para llevar una vida feliz
Un estudio de Harvard realizado por Robert Waldinger revela que nuestras relaciones de amistad son clave para vivir más y mejor
(Imagen: E&J)
Las relaciones sociales y la calidad de las amistades juegan un papel fundamental en nuestra felicidad y bienestar emocional. Este vínculo ha sido minuciosamente investigado por la Universidad de Harvard desde 1938, arrojando resultados fascinantes sobre cómo cultivar relaciones sólidas puede transformar nuestras vidas. Dirigido por el psiquiatra y psicoanalista Robert Waldinger, este extenso estudio revela que mantener vínculos íntimos y fuertes con otros nos hace más felices y saludables.
En su libro Una Buena Vida, Robert Waldinger y Marc Schulz, doctor en Psicología Clínica, comparten historias conmovedoras sobre cómo la amistad influye en nuestra salud y felicidad. Por ejemplo, Schulz relata el apoyo inquebrantable que recibió de su amigo Bob durante una crisis personal cuando su esposa, Joan, estuvo al borde de la muerte tras el nacimiento de su hijo. «Cuando surge la adversidad, son nuestros amigos quienes nos ayudan a soportar los golpes de la vida», señalan los autores.
La necesidad de conexiones significativas se remonta a la antigüedad. El filósofo Séneca destacaba la lealtad en tiempos difíciles como la verdadera prueba de una amistad genuina. Esta idea resuena hoy, donde un amigo auténtico es considerado un «botín en malas épocas», según Waldinger. Las amistades auténticas no solo nos brindan apoyo emocional, sino que también tienen beneficios tangibles para nuestra salud y longevidad.
Arthur C. Brooks, profesor de Harvard Business School, ha identificado tres tipos de amistades esenciales para una vida feliz. En primer lugar, están las ‘amistades útiles’, surgidas en entornos profesionales o laborales. Estos compañeros de trabajo, con quienes compartimos intereses y metas, nos proporcionan colaboración y apoyo mutuo, contribuyendo a nuestro crecimiento personal y profesional.
En segundo lugar, las ‘amistades de ocio’ se basan en la admiración mutua y el disfrute compartido. Estos amigos nos aportan alegría y satisfacción, permitiéndonos escapar del estrés diario. Compartir momentos de ocio con ellos es una fuente invaluable de felicidad y bienestar emocional.
Finalmente, las ‘amistades virtuosas’ o ‘perfectas’ ocupan un lugar especial en nuestras vidas. Basadas en valores, principios y experiencias compartidas, estas relaciones nos brindan apoyo emocional profundo, comprensión y un sentido de pertenencia. Nos ayudan a enfrentar los obstáculos de la vida con fortaleza y resiliencia, permitiéndonos ser auténticos y vulnerables en un entorno seguro y de confianza.
Numerosos estudios respaldan la importancia de las amistades para nuestra salud y longevidad. Una investigación sueca reveló que las conexiones sociales fuertes pueden reducir el riesgo de muerte en un 25% en personas de entre 29 y 74 años. Otro estudio sobre el cáncer de mama mostró que las mujeres con una red de más de diez amigos cercanos tienen mayores probabilidades de sobrevivir.
La risa y los momentos compartidos con amigos actúan como un bálsamo para nuestras tensiones diarias, fortaleciendo nuestra resiliencia emocional y física. Al compartir momentos de felicidad y tristeza con amigos que nos valoran, experimentamos una conexión más profunda y un sentido de pertenencia que enriquece nuestras vidas de manera inigualable.
Robert Waldinger destaca que «las buenas relaciones fomentan la salud física y la longevidad. Es una de las formas de ayudarnos a regular las emociones negativas». Al compartir experiencias con amigos, nuestro cuerpo y mente encuentran un equilibrio que mejora nuestro bienestar general.