El Pleno del CGPJ elige a Isabel Perelló como primera magistrada en presidir este órgano judicial y el Supremo en su historia

«No hay quinto malo», como dice el dicho popular. En la votación que ha tenido lugar la mañana de este martes, en la quinta reunión entre los veinte vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), ha sido elegida la magistrada de la Sala Contenciosa, Isabel Perelló, quien ha derrotado por 16 votos a 4 a la otra candidata propuesta, la magistrada de la Sala Penal, Ana Ferrer.

Será, por tanto, Perelló quien represente al CGPJ en el acto del año judicial del próximo jueves, como presidenta de esta institución y del Supremo. Es la primera magistrada que asume esta responsabilidad. De hecho, tendrá que dar su primer discurso ante todos los operadores jurídicos y Su Majestad, Felipe VI de Borbón.

Tanto Ana Ferrer como Isabel Perelló cumplían los requisitos que la ley establece para ocupar este liderazgo, que consisten en ser miembro de la Carrera Judicial con la categoría de magistrado del Tribunal Supremo y reunir las condiciones exigidas para ser presidente de Sala del mismo, o bien ser un jurista de reconocida competencia con más de 25 años de antigüedad en el ejercicio de su profesión.

De este modo, esta mañana —a las 12.00 horas— se ha procedido a la votación. La Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) establece que será elegido quien, en votación nominal, obtenga el apoyo de la mayoría de 3/5 de los miembros del Pleno.

Con este nombramiento de última hora, fruto del acuerdo entre los bloques progresistas y conservador del CGPJ, que ayer abrieron la lista de candidatos, se pone fin a dos meses de intensas negociaciones, donde el empate entre la candidata progresista, Pilar Teso, y el candidato conservador, el magistrado Pablo Lucas, parecía no poderse romper.

La presidencia del órgano es una figura clave en la institución. Además de ostentar también la presidencia del Supremo, el principal tribunal del país, tiene voto de calidad en las elecciones del CGPJ. Un aspecto que puede resultar clave en el actual mandato, en el que el acuerdo entre el Gobierno y el PP propició un reparto igualitario entre los dos sectores, con diez miembros cada uno, a pesar de que la derecha no tiene ahora la mayoría en el Parlamento.

Este CGPJ tiene en sus manos consensuar el nombramiento de un centenar de vacantes en la cúpula judicial como consecuencia de la ley que, promovida por el Ejecutivo de Sánchez para forzar al PP a negociar, recortó hace ya más de tres años las atribuciones del Consejo. De las consecuencias de lo que esta ley ha significado ya llevan tiempo advirtiendo tribunales como el Supremo, uno de los más afectados, con una de cada tres plazas vacantes.

Los vocales del CGPJ han logrado, ‘in extremis’, pactar un candidato para la presidencia de la entidad. (Imagen: Poder Judicial)

No menos importante es la tarea que tiene encomendada este Consejo de estudiar el cambio en el sistema de elección de los doce vocales de procedencia judicial para dar mayor participación a la carrera en la designación de sus representantes en el órgano.

En seis meses, los vocales deberán consensuar una propuesta que será estudiada, debatida y, «en su caso», aprobada en las Cortes una vez estas aprueben la correspondiente proposición de ley, que ya ha pasado el primer trámite de la toma en consideración. Con la situación de bloqueo generada para elegir presidente, no parece sencillo que lleguen a un acuerdo.

Su perfil

Sobre la nueva presidenta del CGPJ y del Tribunal Supremo, hay que decir que María Isabel Perelló Doménech, catalana de origen, nació el 18 de marzo de 1958 (66 años). Es magistrada de la Sala Tercera del Tribunal Supremo desde 2009. Isabel Perelló ingresó en la Carrera Judicial en 1985.

Desde entonces, ha ocupado destinos en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Mahón (Menorca), en la Audiencia Provincial de Barcelona y en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.

Ante los problemas surgidos para cubrir las vacantes del Tribunal Constitucional, en septiembre de 2022 fue una de las cuatro magistradas que, al igual que otros cinco magistrados, se ofrecieron para no paralizar el Tribunal de Garantías. María Isabel Perelló tenía gran experiencia en estos temas, no solo por sus publicaciones, sino también por haber sido, de 1993 a 2003, letrada de dicho Tribunal.

Magistrada especialista en lo contencioso-administrativo, forma parte de la sección que supervisa órganos reguladores como la CNMC y el Banco de España. Sirvió en la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía con sede en Sevilla (1991) y en la de la Audiencia Nacional (1994). También fue letrada en el Tribunal Constitucional (1993-2003).

Ha participado en diversos cursos sobre derecho constitucional, derecho administrativo comparado, telecomunicaciones y jurisprudencia constitucional, así como en encuentros organizados por el Consejo General del Poder Judicial sobre deporte, regulación y justicia.

Es coautora de varias obras y ha colaborado en el libro La Europa de los Derechos: el Convenio Europeo de los Derechos Humanos, editado por el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, y está asociada a Jueces y Juezas para la Democracia (JJpD).

Entre sus ponencias en sentencias del Tribunal Supremo, se puede citar la de 21 de noviembre de 2022 sobre los efectos y diferencias de la notificación a persona jurídica en papel o a través de medios electrónicos.