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Estilo de Vida

Cómo mantener una relación sana con las redes sociales

Conoce una serie de hábitos que promuevan un uso equilibrado y consciente de estas plataformas

(Imagen: E&J)

Tiempo de lectura: 5 min

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Estilo de Vida

Cómo mantener una relación sana con las redes sociales

Conoce una serie de hábitos que promuevan un uso equilibrado y consciente de estas plataformas

(Imagen: E&J)



Las redes sociales, tanto para la generación de los baby boomers como para las de las letras, la X, la Y y la Z (o como diantres se llamen), tienen una gran presencia en nuestras vidas. Los más mayores suelen inclinarse por plataformas como LinkedIn, Facebook o algún que otro foro, mientras que las generaciones más jóvenes exploran territorios como Instagram, TikTok y Twitter. Sin importar la edad o la plataforma preferida, el impacto de las redes sociales es innegable, tanto para bien como para mal.

Lo que comenzó como un lugar donde desconectar, manteniendo cierta cercanía con nuestros círculos de amistad, se ha convertido en todo un trabajo social, en el que podemos interactuar con desconocidos, comercializar nuestros productos, aprender sobre cualquier contenido e incluso darnos a conocer a un público objetivo. Sin embargo, todas estas funcionalidades tienen también sus riesgos implícitos, pues cuanto más conoces una red social, más te puedes enganchar.



La gratificación instantánea

Uno de los elementos clave que alimenta el uso excesivo de las redes sociales es la gratificación instantánea. Cada vez que alguien recibe un “me gusta” o un comentario positivo, el cerebro experimenta una pequeña descarga de dopamina, una sustancia química asociada al placer y la recompensa. Este refuerzo inmediato alimenta el deseo de seguir publicando, buscando más interacciones, en una especie de bucle que resulta difícil de romper.

La polarización ha llegado a las redes sociales y algunos comentarios podrían ser calificados como delitos de odio. (Imagen: E&J)

Además, la facilidad con la que las redes sociales permiten que los usuarios compartan sus pensamientos, imágenes y logros personales ha transformado la forma en que las personas construyen su identidad. La necesidad de obtener reconocimiento externo puede ser adictiva, lo que lleva a que algunos usuarios midan su valía personal en función de su presencia y popularidad en línea.



El FOMO y la comparación social

El fenómeno conocido como FOMO (Fear of Missing Out, o miedo a perderse algo) es otro de los grandes factores que impulsan el uso continuo de las redes sociales. La sensación de que otros están viviendo experiencias más emocionantes o valiosas lleva a los usuarios a estar constantemente conectados para no perderse nada. Esto, combinado con la tendencia de las personas a mostrar solo lo mejor de sus vidas, refuerza la comparación social, creando expectativas poco realistas sobre cómo debería ser la vida.

Si bien las redes pueden ayudar a fomentar conexiones y oportunidades, también alimentan la inseguridad personal, ya que muchos comparan sus vidas reales con las versiones altamente editadas de los demás. Esto afecta no solo la autoestima, sino también la salud mental, generando sentimientos de ansiedad, insatisfacción y, en algunos casos, depresión.

Cómo mantener una relación sana con las redes sociales

Para evitar caer en las trampas que las redes sociales pueden tender, es fundamental adoptar una serie de hábitos que promuevan un uso equilibrado y consciente de estas plataformas. Aquí te proponemos algunas estrategias.

Establece límites de tiempo

Es fácil perder la noción del tiempo en las redes sociales. Muchas plataformas están diseñadas para mantenerte pegado a la pantalla con actualizaciones constantes y contenido adaptado a tus preferencias. Por eso, es crucial que establezcas límites claros sobre el tiempo que pasas en ellas. Aplicaciones como “Screen Time” o “Digital Wellbeing” pueden ayudarte a monitorear cuánto tiempo dedicas a cada red social y a establecer restricciones diarias.

Redes sociales (Foto: E&J)

Otra opción es reservar momentos específicos del día para revisar tus redes, en lugar de hacerlo de manera compulsiva a lo largo del día. Por ejemplo, podrías decidir revisarlas solo durante 30 minutos por la mañana y otros 30 minutos por la tarde. Esto te ayudará a evitar la sensación de estar permanentemente conectado y te dará más tiempo para actividades que realmente disfrutes.

Desactiva las notificaciones

Las notificaciones constantes son una de las principales razones por las que la gente se ve tentada a revisar sus redes sociales en todo momento. Cada vez que recibes una notificación, es como si la plataforma te dijera que algo importante está ocurriendo, cuando en realidad puede tratarse de algo trivial. Desactivar las notificaciones de redes sociales o limitar las alertas a lo verdaderamente importante te ayudará a reducir las interrupciones y a ser tú quien controle cuándo y cómo interactuar con estas plataformas.

Sé selectivo con las cuentas que sigues

La calidad de tu experiencia en redes sociales depende en gran medida de las personas y cuentas que sigues. Si llenas tu feed con contenido que te hace sentir ansioso, estresado o que te impulsa a compararte constantemente con otros, tu relación con las redes sociales se volverá tóxica. En cambio, sigue cuentas que te inspiren, que aporten valor y que promuevan un sentido positivo de comunidad. No dudes en dejar de seguir o silenciar aquellas cuentas que no te aporten nada bueno o que te generen malestar.

Haz un ‘detox’ digital

Al igual que el cuerpo necesita desintoxicarse de vez en cuando, tu mente también puede beneficiarse de un “detox digital”. Tomar descansos regulares de las redes sociales, ya sea durante un fin de semana o incluso por unos días, puede ayudarte a recargar energías, reducir el estrés y reconectar con el mundo real. Estos períodos sin redes te permiten centrarte en otras actividades importantes, como pasar tiempo de calidad con tus seres queridos, leer, hacer ejercicio o simplemente disfrutar de la tranquilidad sin la constante avalancha de información.

(Imagen: E&J)

El lado positivo de las redes

Si bien hemos hablado de los riesgos, no podemos olvidar que las redes sociales también ofrecen una serie de beneficios innegables. Cuando se usan de manera consciente y moderada, pueden ser una herramienta poderosa para el crecimiento personal y profesional.

Conexión con personas y oportunidades

Las redes sociales permiten conectarte con personas de todo el mundo y mantener relaciones a distancia que, de otra manera, serían difíciles de mantener. Además, plataformas como LinkedIn pueden ser invaluables para el desarrollo de redes profesionales, mientras que otras como Instagram o Twitter permiten a los usuarios crear una comunidad en torno a intereses compartidos.

Acceso a información y aprendizaje

Otra ventaja es el acceso inmediato a información, tendencias y recursos educativos. Desde aprender a cocinar, hasta seguir debates sobre temas de actualidad, las redes sociales pueden servir como una plataforma de aprendizaje continuo. La clave es filtrar el contenido que consumimos para asegurarnos de que sea útil y confiable.

Promoción personal y profesional

Hoy en día, las redes sociales son esenciales para quienes desean darse a conocer, ya sea como profesionales independientes, artistas o emprendedores. Estas plataformas te permiten promocionar tu trabajo, interactuar con tu audiencia y crear una marca personal. Sin embargo, es importante no obsesionarse con los números (seguidores, “likes”) y enfocarse en la calidad de las interacciones.