Condenado a dos años de cárcel un casero de Airbnb que grababa vídeos íntimos de sus inquilinas
Colocó cámaras de grabación en el aseo y una habitación y lo pillaron 'in fraganti' cuando una madrugada se coló en el inmueble para recogerlas
(Imagen: E&J)
Condenado a dos años de cárcel un casero de Airbnb que grababa vídeos íntimos de sus inquilinas
Colocó cámaras de grabación en el aseo y una habitación y lo pillaron 'in fraganti' cuando una madrugada se coló en el inmueble para recogerlas
(Imagen: E&J)
La Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a dos años de prisión a un casero que grabó imágenes de cuatro inquilinas a las que había alquilado una vivienda a través de Airbnb y, además, entró en el inmueble cuando las mujeres se encontraban dentro.
Es una sentencia de conformidad. El caso iba a ser juzgado por un jurado popular, pero la Fiscalía, la acusación y la defensa han alcanzado un acuerdo de conformidad en el que el acusado ha reconocido los hechos y la pena solicitada, que ha sido ratificado hoy ante la magistrada, quien ha dictado la resolución in voce.
Ha sido condenado por cuatro delitos de revelación de secretos en concurso con un delito de allanamiento de morada, con la concurrencia de las circunstancias atenuantes de confesión y reparación del daño.
Además de la pena de prisión, se le ha impuesto una multa de 1.080 euros. El condenado ha consignado en el juzgado 12.000 euros para reparar el daño moral causado a las perjudicadas, a las que no podrá acercarse ni comunicarse con ellas durante tres años y nueve meses.
Los hechos
Según se desprende del escrito de conformidad, el condenado alquiló un piso en Santander para dos días. «Con ánimo de violentar la intimidad ajena, colocó artificios técnicos en el baño y uno de los dormitorios del piso”, con los que «logró grabar sin consentimiento a las cuatro inquilinas en diferentes horas, tanto en el baño como en una de las habitaciones». Las cámaras tomaron hasta 26 vídeos de escenas íntimas.
Posteriormente, sin autorización de las perjudicadas, entró en el piso de madrugada y se escondió en el interior de una habitación del inmueble que estaba excluida del contrato de alquiler, con el fin de recoger las cámaras que había colocado. Sin embargo, las mujeres lo pillaron con las manos en la masa y denunciaron los hechos ante la Justicia.
Una vez detenido y antes de conocerse que había realizado grabaciones, facilitó a los agentes la figura de desbloqueo de su móvil, con lo que estos pudieron encontrar los vídeos que estaban almacenados en el teléfono.