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Legislación

Reformar la incapacidad temporal para incorporar la baja laboral flexible no será sencillo y necesitará de un nuevo marco legal

Arrancan las negociaciones del Gobierno con los agentes sociales sobre esta cuestión, con la oposición de UGT y CCOO

La ministra Saiz en el Congreso de los Diputados. Su tesis de las bajas laborales flexibles no convence ni a sindicatos ni a muchos laboralistas. (Imagen: Ministerio de Inclusión y Seguridad Social)

Luisja Sánchez

Periodista jurídico




Tiempo de lectura: 7 min

Publicado




Legislación

Reformar la incapacidad temporal para incorporar la baja laboral flexible no será sencillo y necesitará de un nuevo marco legal

Arrancan las negociaciones del Gobierno con los agentes sociales sobre esta cuestión, con la oposición de UGT y CCOO

La ministra Saiz en el Congreso de los Diputados. Su tesis de las bajas laborales flexibles no convence ni a sindicatos ni a muchos laboralistas. (Imagen: Ministerio de Inclusión y Seguridad Social)



La primera reunión del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social de Elma Saiz con los agentes sociales, que ha tenido lugar este lunes para iniciar el estudio de la reforma de la incapacidad temporal (IT) a través de la constitución de un grupo de trabajo con los agentes sociales, ha dejado claro las divergencias entre el Ejecutivo y los agentes sociales, como Economist & Jurist ya mencionó hace unos días.

El cambio de opinión del Gobierno sobre esta materia no convence a los agentes sociales, especialmente a los sindicatos UGT y CCOO que han demandado un documento por escrito para conocer mejor las intenciones del Ministerio sobre esta baja laborales flexibles que rechazan de forma frontal por el momento.



En este sentido, la secretaria de Política Institucional y Políticas Territoriales de UGT, Cristina Estévez, ha celebrado el cambio de tono en el Ministerio sobre la medida al hablar ya de “altas” y ha tachado de “desafortunadas” las declaraciones de la ministra Elma Saiz sobre las bajas flexibles que han creado una alarma social innecesaria. Si el Ministerio de Seguridad Social va en la línea de reincorporación progresiva tras una baja laboral, se opondrán. “Es una aberración y lucharíamos contra todo”, ha subrayado.

Por su parte, el secretario de Políticas Públicas y Protección Social de CCOO, Carlos Bravo, ha asegurado que los sindicatos y empresarios han rechazado “plenamente” el concepto de bajas flexibles y ha avisado a la Seguridad Social que esta medida es “frívola e irresponsable”.



Desde Seguridad Social, su secretario de Estado, Borja Suárez, que ha presidido esta mesa de trabajo, habla ahora de que la incorporación del empleado a su trabajo será gradual sólo a partir de que reciba el alta médica. La anterior propuesta pasaba porque los trabajadores que estuvieran de baja se incorporaran voluntariamente a su empleo si el médico lo corroboraba. Sin embargo, hay muchos matices por conocer y se prevé que el debate será intenso antes de lograrse algún acuerdo.



Expertos consultados por Economist & Jurist creen que esta medida que supondría modificar la incapacidad temporal (IT) tal y como se entiende, necesitaría de un consenso y de un nuevo marco legal claro. También señalan que no será sencillo implementarla porque la casuística de casos que existen es notable.

Desde la patronal empresarial CEOE, que al principio celebraban la medida como una fórmula para luchar contra el absentismo, ahora, no se hace ninguna valoración del inicio de estas negociaciones, indica un portavoz a este medio. Solamente aseguran que las organizaciones empresariales seguirán trabajando por la mejora de la salud de las personas trabajadoras y la gestión de los procesos de IT, “con discreción y confidencialidad”.

Borja Suárez, como ha estado en otras reuniones de pensiones coordinándolas, ha presidido la primera reunión de este grupo de trabajo para reformar la IT. (Imagen: Ministerio de Inclusión y Seguridad Social)

Una propuesta compleja de implementar

Fernando Vizcaíno de Sas, socio de laboral de ECIJA, advierte lo que muchos piensan sobre esta baja médica flexible que el Gobierno ha iniciado desde el Ministerio de la Seguridad Social de Elma Sáiz a negociar pese a las críticas de las organizaciones sindicales: “Polémicas entre el Gobierno a parte; la idea de que sea compatible la baja por IT con un determinado trabajo, es compleja”.

Así indica que “la primera salvedad que están haciendo los sindicatos es que el carácter de voluntario por el trabajador se puede convertir en una “imposición por el empresario”, lo que es difícil pero, sobre todo, demostrando el trabajador que eso es así podría negarse a trabajar sin perjuicio de su situación de baja”, comenta.

Para Vizcaíno de Sas “la segunda cuestión es una cuestión económica de gestión de la baja que, como es sabido, abona la Seguridad Social. En muchos casos la empresa complementa la prestación hasta el 100% del salario que el trabajador cobra, pero en otros no, con lo que es desplazar el coste de una situación de la Administración al empresario”.

Un tercer elemento que introduce este jurista añade más incertidumbre a su puesta en marcha: “La cuestión médica (que la ministra Diaz ha recordado es un derecho fundamental de la persona, y también de los trabajadores), trazó otro límite oscuro sobre cuándo y qué trabajos puede hacer una persona enferma”.

Sin embargo, considera que “por el contrario, agrega una luz (que es el resquemor verdadero de los sindicatos) a la lucha constante que en España se da contra el absentismo laboral ya que, si puede ser llamado, al trabajador no le va a interesar simular una baja”.

La conclusión a la que llega este jurista es que “lo único cierto es que es una medida confusa, de no fácil consenso y que, con un objetivo bueno, puede agregar de nuevo, conflictividad entre trabajadores y empresarios. Esta vez con la Administración de espectador privilegiado”.

Sobre el desenlace de las negociaciones ya anticipa que serán difíciles y no será sencillo encontrar una fórmula única para toda la casuística de bajas laborales que hay en la actualidad, las llamadas incapacidades temporales. “Diálogo y pacto en una negociación entre patronal y sindicatos sí, pero una fórmula universal se antoja difícil y, en todo caso, compleja de trazar para que contente a las partes del pacto”, comenta.

Fernando Vizcaino de Sas cree que esta baja laboral flexible es una media compleja de implementar. (Imagen: ECIJA)

Una modificación que debe pensarse bien

Por su parte, Pilar Cascón, abogada experta en Derecho Laboral y Seguridad Social, mediadora de Alliantia y secretaria general de ASNALA, cree que hay “que darse cuenta que el 97% de las empresas en nuestro país son pymes y tienen menos de diez trabajadores. Es difícil organizar esta baja flexible laboral en este contexto. Se trata de cambiar el planteamiento actual de lo que es esa IT con un nuevo marco legal claro, sobre todo por la protección de los trabajadores. Será difícil establecer una situación genérica para determinados colectivos. Cada situación personal es diferente a la del resto”.

Desde su punto de vista “los cambios legales supondrán modificar la Ley General de la Seguridad Social y redefinir que son realmente estas incapacidades temporales. A este respecto debe abrirse un gran debate, no solo en la mesa del diálogo social, sino también hay que contar con las mutuas y servicios de prevención para definir bien esta nueva modalidad de baja médica laboral. En este terreno, las mutuas tienen mucho que decir con la experiencia que tienen, así como los técnicos de la Seguridad Social a los que hay que escuchar”.

Pilar Cascón advierte que dicha baja laboral flexible requerirá un nuevo marco legal y reformar leyes como la de la Seguridad Social. (Imagen: Alliantia)

A su juicio “está bien que se piense en hacer cambios en la Seguridad Social porque nuestra sociedad evoluciona, pero todo con un poco de trabajo. Bajo ningún concepto hay que desproteger al trabajador y al mismo tiempo no incorporar otra obligación a la empresa, que ya está cargada de este tipo de cuestiones, muchas de ellas con coste económico claro. Será un gran problema de aplicación en las micropymes, se percibe, a priori, desde luego”.

Para esta jurista es lógico el recelo de los sindicatos UGT y CCOO que de momento se oponen a esta medida del Ministerio de Saiz: “Creo que los sindicatos temen que esto sea un coladero para dar de alta a la gente que aún está sin recuperar, así la Seguridad Social se ahorraría un dinero. De hecho, se constata que ya está pasando en muchas incapacidades a personas que no están para trabajar de ninguna de las maneras, pero está pasando ahora. Hay muchos expedientes de incapacidad que se revisan y no están para trabajar”.

En su opinión, “este asunto no se puede tramitar a la ligera, el Gobierno no debe tener ninguna prisa para crear esas bajas laborales flexibles. Podría generar una desprotección del trabador si reciben altas injustificadas y tienen que meterse en procedimientos judiciales que finalmente consiguen la incapacidad, pero con un coste económico y de tiempo. Se podría plantear como algo opcional que solicitase el trabajador bajo supervisión médica que no puede faltar en este tipo de casos”.

Ayuda a flexibilizar el mercado laboral

Para Omar Molina, director del área laboral de Augusta Abogados, “la propuesta de Elma Saiz de implementar bajas laborales flexibles ha generado un fuerte debate, especialmente con la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Este enfrentamiento pone en evidencia la complejidad de adaptar el sistema laboral a las necesidades actuales sin poner en riesgo la protección de los trabajadores”.

Este modelo es una realidad en otros países europeos como Suecia, Alemania, Noruega, Finlandia y, además, en el ámbito de la Unión Europea, la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo considera que el lugar de trabajo debe ser el foco central de los sistemas de reincorporación laboral. En esta dirección, dispone de recomendaciones sobre los sistemas y políticas de rehabilitación y reincorporación al trabajo, que reúnen las pautas de buenas prácticas de toda Europa”, comenta.

A su juicio “la idea de las bajas parciales es una oportunidad para flexibilizar y adaptar la incapacidad temporal a las necesidades sociales y, además, como medida para empezar a combatir el alto índice de absentismo”. Sin embargo, Molina también destaca que “esta medida debe estar extremadamente bien regulada. Sin un marco legal claro, podría haber problemas serios de abuso, además de la carga extra que supondría para los médicos, quienes tendrían que supervisar cada caso”.

Omar Molina reconoce que hay países que tienen algo parecido pero que en España debe hacerse la modificación de la IT con cuidado. (Imagen: Augusta Abogados)

“En casos de enfermedades de larga duración, como el cáncer o trastornos mentales, ofrecer la posibilidad de una reincorporación progresiva puede ayudar tanto a los empleados como a las empresas. Para algunos trabajadores, poder teletrabajar o reincorporarse de forma gradual no solo contribuiría a su bienestar, sino también a reducir el absentismo, pues de algún modo, se estimularía la reincorporación de los trabajadores”, comenta.

En su opinión, “es aquí donde los temores de Yolanda Díaz son comprensibles. El riesgo de desvirtuar la incapacidad temporal es real, ya que permitir que un trabajador ‘flexibilice’ su baja podría resultar en una presión indebida para volver al trabajo antes de estar completamente recuperado. En este punto, es importante que la Seguridad Social cuente con recursos para asumir este trabajo extra y, por otro lado, las empresas establezcan políticas de retorno progresivo atendiendo las particularidades médicas y preventivas de estos trabajadores.”

“Además, el rechazo de los sindicatos a esta propuesta refleja el temor de que este tipo de flexibilidad pueda desproteger a los trabajadores más vulnerables. Si no se implementa de manera adecuada, podría abrir la puerta a situaciones de precariedad, donde las empresas pudieran aprovechar la reincorporación parcial para reducir costes”, comenta.

Omar Molina subraya que le preocupa la capacidad de integración de la norma en la PYME: “Este cambio normativo requiere un compromiso corporativo en el retorno progresivo, mayor coordinación preventiva y concienciación empresarial para asegurar la incorporación de los profesionales. En la PYME, con un cumplimiento normativo pisándoles los talones y managers con escasa formación en gestión de equipos (el 70% no ha recibido), pueden tener menor capacidad para integrar la reforma con garantías”.