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Javier Fontcuberta, director general de Cuatrecasas: “Hemos dado un paso adelante para estar más cerca de nuestros clientes”

El despacho español superará la barrera de los cuatrocientos millones de euros antes de 2025 con casi toda seguridad

Javier Fontcuberta reconoce que estos dos años como director general de Cuatrecasas han sido los más apasionantes de su carrera. (Imagen: Cuatrecasas)

Luisja Sánchez

Periodista jurídico




Tiempo de lectura: 8 min

Publicado




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Javier Fontcuberta, director general de Cuatrecasas: “Hemos dado un paso adelante para estar más cerca de nuestros clientes”

El despacho español superará la barrera de los cuatrocientos millones de euros antes de 2025 con casi toda seguridad

Javier Fontcuberta reconoce que estos dos años como director general de Cuatrecasas han sido los más apasionantes de su carrera. (Imagen: Cuatrecasas)



A caballo entre Madrid y Barcelona, Javier Fontcuberta ejerce como director general de Cuatrecasas, firma internacional con presencia en trece países. A lo largo de estos dos últimos años, tras asumir esa responsabilidad, ha liderado un cambio importante en el despacho de cara a ser más eficiente y estar más próximo a sus clientes, lo que ya se puede ver reflejado en el nuevo plan estratégico de la firma para el 2026.

“Han sido dos años exigentes, quizás los más exigente de mi carrera profesional. En ese nuevo escenario, si no aportamos valor a nuestros clientes estamos muertos. Tenemos que ser capaces de dar dicho asesoramiento frente a otro más sencillo”, ha reconocido el director general. El despacho, que lleva en su ADN la tecnología, contempla estas herramientas como claves para su desarrollo futuro.



A nivel organizativo, Fontcuberta recuerda que en el año 2025 hay dos decisiones importantes que tomar: “La primera decisión será nombrar un nuevo primer ejecutivo; es una decisión que se someterá a la Junta de Socios en el primer trimestre del próximo año. Allí, los socios elegirán su primer ejecutivo. En este escenario, Rafael Fontana nos acompañará como presidente no ejecutivo hasta el final del próximo año, para que la presidencia sea asumida por el actual vicepresidente, Luis Pérez de Ayala”.

También indica que “en los próximos meses se nombrará a un consejero delegado con plenas facultades ejecutivas, ya veremos a ver qué decisión toma la Junta de Socios. En el próximo año tendremos a este nuevo consejero delegado, con un presidente no ejecutivo que estará en el cargo hasta final de año, cuando sea relevado”, comenta, a sabiendas de que es previsible que el puesto de consejero delegado sea ocupado por él mismo.

Este mes de diciembre, el actual director general de Cuatrecasas cumplirá sus dos primeros años al frente de la firma, tras ser elegido por la Junta de Socios para cubrir la baja de Jorge Badía, fallecido ese verano. Este abogado especializado en contratación mercantil, M&A, del sector industrial y gobierno corporativo ha ido cediendo día a día a la gestión del despacho.



“Asumí esta responsabilidad con el apoyo de todo el partnership de la firma. En estos 24 meses he sentido ese respaldo institucional de cara a reflexionar sobre el futuro del despacho y adónde debe ir en el futuro. Y eso mismo es lo que hemos hecho. Ha sido un proyecto, a todas luces, desafiante”, remarca.

Fontcuberta se siente respaldado por la Junta de Socios, quien lo eligió tras el fallecimiento de Jorge Badia en el verano de 2022. (Imagen: Cuatrecasas)

Para Fontcuberta, “han sido dos años intensos para el desarrollo de la firma en un espacio temporal donde he asumido esa función de la dirección general con un período de rodaje. En este intervalo de tiempo, advertimos la necesidad de trabajar por grupos y no a nivel territorial. Cuando accedí a este puesto observé que Cuatrecasas tenía una estructura orientada hacia dentro, como firma muy institucionalizada. Había que dar un paso para que estuviera estructurada hacia fuera, y de esto va el nuevo plan estratégico”.

En este sentido, el director general de Cuatrecasas señala que “se trata de cambiar la estructura del despacho para que pensemos más de cara a los clientes. En esencia, esta propuesta está basada en tres grandes pilares: el talento por impacto, un talento que exceda de lo que uno lleva dentro y que trascienda de sí mismo, un talento que esté dirigido a compartir el conocimiento que uno tiene hacia otros compañeros y hacia los clientes”.

Al mismo tiempo, reconoce que “debemos ser capaces de que la firma ofrezca a los clientes el mejor profesional del que dispone, con independencia de dónde se encuentre. Se trata de garantizar que nuestro sistema de evaluación de desempeño y nuestra estrategia esté basada en que coloquemos cerca del cliente al mejor profesional, al que tenga más experiencia y mejor sepa asesorarle en un asunto concreto”.

Por último, explica que el tercer gran elemento que se une en esta estrategia es la innovación, “tanto desde el punto de vista técnico —en Cuatrecasas debemos seguir siendo capaces de desarrollar ciencia para nuestros profesionales y para los clientes— como desde el punto de vista tecnológico —donde se ubica nuestra apuesta por la IA generativa».

Fontcuberta también subraya que “con estos tres elementos se rompe con la territorialidad y se establecen distintos mecanismos internos que nos permiten saber qué es lo que hace cada uno de los profesionales de la organización, con independencia de dónde estemos. Todo ello va enfocado a que al final seamos capaces de poner a disposición del cliente esas mejoras”.

Con este modelo, reconoce que “nosotros queremos romper el marco territorial en toda su extensión, tanto nacional como internacional. En línea de esa tendencia, que alguno de nuestros negocios tenga antecedentes anglosajones y, por tanto, que haya una forma de homogeneizar los servicios legales con prácticas como infraestructuras y energía, real estate, y arbitraje internacional o financiero. Son practicas que se entienden en cualquier lugar del mundo. Nosotros aspiramos a lograr esta conexión, tanto en el ámbito nacional como en el internacional”.

Rafael Fontana junto a Javier Sola, director de la oficina de Palma, y Javier Fontcuberta. Ambos dirigentes han hecho un tándem perfecto. (Imagen: Cuatrecasas)

El papel de la tecnología

A Javier Fontcuberta no se le escapa que para lograr esta homogeneización a la hora de dar servicios hay que contar con un área tecnológica potente y que pueda adaptarse el negocio de forma flexible. “Nosotros llevamos los dos últimos años trabajando especialmente para que la tecnología que desarrollamos interna y la externamente vayan en esa dirección”, comenta.

“Con nuestra alianza con Harvey hemos creado Celia, una herramienta propia de IA generativa. Esta herramienta permitirá redactar escritos, hacer análisis documentales y localizar información jurídica relativa a las distintas áreas de práctica del despacho. La IA generativa va a proporcionar un salto cualitativo a Cuatrecasas y a todo el sector. Sin duda es una herramienta de ayuda para el abogado, de copiloto, que nos permitirá incrementar nuestra aportación de valor al cliente y sofisticar aún más nuestros servicios”.

En este contexto, recuerda que “tenemos todo monitorizado en el despacho, con independencia de la jurisdicción, en una sola fuente de conocimiento; y las herramientas nos permiten identificar en esa fuente única quién sabe qué y si está disponible para afrontar un proyecto de la naturaleza que necesiten nuestros clientes en cada momento. Es evidente que en esta tesitura la tecnología es fundamental”.

Desde su punto de vista, “necesitamos la tecnología para que nosotros tengamos una mejor manera de estructurarnos internamente. La tecnología nos ayuda a tomar decisiones mejores en la gestión interna, y al mismo tiempo nos permite ser más eficientes en la prestación de nuestros servicios. Lo que percibo es que la velocidad es muy alta en cuanto a asesorar a nuestros clientes. Podemos recibir una llamada improvisada donde nos pidan un asesoramiento jurídico sobre un tema en cuestión y que ese juicio se someta a las herramientas de IA. En algunos casos se consigue que haya un alineamiento”.

Para Fontcuberta, “con la implementación de estos desarrollos tecnológicos la forma de acercarnos los juristas a la tecnología va a cambiar, y la manera de desarrollar nuestras habilidades también. Ahora podemos interactuar con la tecnología que utilizamos en el día a día. Nuestra apuesta siempre fue tecnológica; fuimos uno de los primeros despachos que apostó por el papel cero en nuestras oficinas. A partir de ahí, hemos seguido trabajando en esa línea para ser más eficientes, tanto a nivel interno como en nuestra relación con el cliente”.

Reunión de Rauda en Lisboa, donde Javier Fontcuberta intervino para compartir su visión del negocio. (Imagen: Cuatrecasas)

¿Hacia dónde va Cuatrecasas?

En cuanto al futuro de la firma, una vez concluya el plan estratégico ahora en marcha, este jurista subraya que «queremos lograr un nivel de excelencia superior. Lo que vemos es que todos estos retos que enfrentan los despachos nos van a exigir un nivel de excelencia aún mayor para garantizar su proyección en el futuro. Nuestro sueño es legar a nuestros socios un despacho mejor que el que recibimos hace unos años”.

Sobre este reto, reconoce que “tenemos que ser ambiciosos en nuestros planteamientos. Esto exige, primero, mejorar nuestras cotas de excelencia y, en segundo lugar, concentrarnos en un segmento de asesoramiento de altísimo valor añadido y más sofisticado, en el que el conocimiento profundo del Derecho, arropado por las tecnologías, será uno de los principales valores que tendrá que afrontar la abogacía de los negocios a corto y medio plazo”.

En este escenario, coincide con otros expertos en que la práctica regulatoria y de competencia se ha erigido en uno de los elementos clave en firmas de primer nivel internacional como Cuatrecasas: “Es fundamental entender la situación geopolítica tanto en EE. UU. como en la UE y China. En Europa, hay políticas más proteccionistas que antes, lo cual posiblemente exija una revisión de las políticas de defensa de la competencia, ya que muchas multinacionales no han crecido tanto como sus competidores asiáticos y norteamericanos. Al mismo tiempo, con la victoria de Donald Trump en EE. UU., habrá políticas arancelarias potentes”.

Finalmente, en este entorno, señala que “los despachos como Cuatrecasas deben contar con profesionales que, por su expertise en regulación, puedan afrontar estos retos. El resultado de las elecciones estadounidenses va a condicionar el paradigma geopolítico mundial y, por extensión, el flujo de relaciones comerciales entre los operadores del mercado. Esto hará que el asesoramiento legal en este tipo de negocios se adapte al nuevo entorno que se avecina”.

Javier Fontcuberta considera que es importante que el despacho siga creciendo desde la excelencia y el apoyo tecnológico. (Imagen: Cuatrecasas)

La apuesta internacional del despacho

Firmas como Cuatrecasas tienen el músculo suficiente para seguir a sus clientes en cualquier parte del mundo. “América Latina es una parte consustancial de nuestro proyecto. Nosotros estamos centrados en cuatro jurisdicciones: México, Colombia, Perú y Chile; ese es el foco de nuestra estrategia en Latinoamérica. No nos planteamos abrir nuevas oficinas, pero sí estamos pendientes por si podemos incorporar talento en dichas jurisdicciones”, puntualiza.

A su juicio, “el mercado en Latinoamérica es importante per se y también porque creemos que, a través de la cobertura que estamos haciendo en el continente sudamericano, podemos ofrecer ese asesoramiento de alto nivel sofisticado del que hemos hablado. Queremos consolidar nuestra posición y orientar bien nuestros proyectos, siendo un operador jurídico relevante en las cuatro jurisdicciones en las que estamos, ayudando a los fondos de inversión y a otros actores a posicionarse en esta región de América Latina”.

Desde su perspectiva, “la facturación es importante, pero lo relevante es cuidar el margen. En este contexto, creamos Rauda como firma ALSP, con la que llevamos trabajando varios años. El objetivo de esta firma es encargarse de proyectos de menor valor añadido, donde las tensiones en rentabilidad y precios son más elevadas. Por eso tenemos que ser capaces de ofrecer a nuestros clientes este servicio con nuestras señas de identidad, pero en proyectos de menor valor añadido”.

Hace unos días, tuvo lugar en Lisboa una reunión de todos los profesionales de Rauda, donde también intervino Javier Fontcuberta. Este ALSP, lanzado hace tres años con grandes expectativas, cuenta hoy con oficinas en Barcelona, Lisboa, Madrid y, antes de que termine el año, en Bogotá. “Puedo decir con orgullo que la compañía ha superado todas las expectativas, gracias al equipo de profesionales que ha consolidado los servicios de Rauda”.

Para Cuatrecasas, el año 2023 fue importante. El despacho cerró el ejercicio con un volumen de ingresos consolidados de 388,7 millones de euros, una cifra récord en la historia de la firma, que representa un aumento del 10,2 % respecto a 2022. En la última década (2014-2023), el despacho ha experimentado un incremento acumulado de facturación del 52,2 %, lo que significa ingresar 133,3 millones de euros más que hace diez años. “Este 2024 va a ser un buen año; es previsible que haya crecimiento a doble dígito y confío en que superemos los 400 millones de facturación de forma holgada”.

En este 2024, reconoce que “ha habido un cierto estímulo del negocio transaccional, aunque estos negocios no han alcanzado las cuotas de crecimiento prepandemia. Lo que nos hace ser optimistas es haber afrontado este año sin el estímulo clave del mercado transaccional, lo cual nos permite ser moderadamente optimistas respecto al futuro, debido a la tendencia bajista de los tipos de interés en este mercado transaccional”.