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Enrique Arnaldo, magistrado del Constitucional (I): «Me niego a pensar que no somos independientes o imparciales»

Este jurista habla de las polémicas y relaciones entorno al Tribunal Constitucional, del fiscal general, del caso de los ERE en Andalucía o de la acusación popular

Enrique Arnaldo, magistrado del Tribunal Constitucional. (Imagen: E&J/Óscar Peña)

Sara Zarzoso

Redacción E&J




Tiempo de lectura: 2 min

Publicado




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Enrique Arnaldo, magistrado del Constitucional (I): «Me niego a pensar que no somos independientes o imparciales»

Este jurista habla de las polémicas y relaciones entorno al Tribunal Constitucional, del fiscal general, del caso de los ERE en Andalucía o de la acusación popular

Enrique Arnaldo, magistrado del Tribunal Constitucional. (Imagen: E&J/Óscar Peña)



«Nunca he recibido, desde los tres años que llevo en el Tribunal Constitucional (TC), ninguna instrucción, ninguna recomendación ni ningún mandato. De hecho, he actuado siempre como he pensado que debía actuar, aplicando mis tesis tal y como las creía acertadas, en ocasiones en compañía de otros que pensaban como yo, en ocasiones frente a otros, en ocasiones solo». Habla Enrique Arnaldo, magistrado del Constitucional, quien en una entrevista en el plató de Economist & Jurist (completa sólo para suscriptores a partir de este jueves, 6 de febrero) defiende la independencia de este Tribunal.



Preguntado, también, por las dudas que afloran en la ciudadanía sobre la relación entre el Poder Ejecutivo y el Tribunal de Garantías, insiste en que tanto él como sus compañeros son plenamente imparciales. «Si los españoles ven que se produce un cierto esquema de votación, de una mayoría determinada frente a una minoría, pueden pensar que hay adscripción a una determinada ideología, pero no es el caso», afirma.



Lo cierto es que, en los últimos años, el Constitucional ha estado en el ojo de mira de la ciudadanía. Destacan el caso de los ERE de Andalucía, de la Ley de Amnistía o de los fallidos nombramientos de la exfiscal general del Estado, Dolores Delgado García, como fiscal de Sala del Alto Tribunal. Sin embargo, también es notable reseñar que, en innumerables ocasiones, este tribunal ha desempeñado un papel clave en la protección de derechos fundamentales y en la interpretación de la Constitución en momentos de alta tensión política y social.



Las relaciones desde dentro son otro cantar. ¿Que si hay desavenencias internas entre los doce magistrados del Constitucional? Según Arnaldo, no. «Cada uno está en su propio despacho, trabajando con sus propios letrados. La vida en la institución se reduce a tu propio ámbito más escrito. Otra cosa sería si hubiera un bar», bromea. Y es que para este profesional, que lleva en el sector más de 40 años y que fue propuesto por el Partido Popular para ser designado como magistrado del TC en 2021, «al igual que el Congreso tiene vida parlamentaria por su bar, el Constitucional ganaría vida si dispusiera de un espacio similar».

También intriga por qué este Tribunal inadmite tantos recursos de amparo, pues de unos 9.000 que se admiten cada año a trámite, únicamente son estudiados y resueltos un centenar y pico de ellos. En este sentido, Arnaldo ha sido claro: «La mayoría de ellos no se admiten porque no se justifica debidamente la especial trascendencia constitucional. La idea de muchos ciudadanos es la de agotar todas las instancias, pero realmente ni el Constitucional es una tercera instancia judicial, ni hay tanta capacidad. No obstante, como muchos de ellos son similares, se resuelven en cadena, como ha permitido ahora con los permisos laborales en las familias monoparentales».