Una empleada de la sección de carnicería de un supermercado ha visto rechazada su solicitud de incapacidad permanente después de que el tribunal determinara que, pese a la limitación funcional en una de sus manos, aún puede desempeñar otras tareas dentro del establecimiento.
El caso: solicitud de incapacidad permanente
La trabajadora, que desempeñaba su labor en la sección de carnicería de un supermercado, presentó la solicitud de incapacidad alegando que su limitación en una de las manos le impedía realizar correctamente su trabajo. Argumentaba que las funciones propias de su puesto, como manipular cuchillos, atender al público y manejar maquinaria específica de corte, requerían de un uso total y eficiente de ambas manos.
Sin embargo, el tribunal ha concluido que la afectación en su mano no supone una imposibilidad total para el desempeño laboral, ya que dentro del supermercado existen otros puestos que no requieren un esfuerzo manual excesivo o que pueden ser realizados con apoyo mecánico o adaptaciones.
Fundamentos de la sentencia
El fallo destaca que, para conceder una incapacidad permanente, no solo se debe valorar la limitación específica del trabajador en su puesto actual, sino su capacidad para realizar otras tareas en el ámbito laboral. En este caso, se consideró que la empleada podría ser reubicada dentro del mismo supermercado en funciones que no exijan un uso intensivo de la mano afectada.
El tribunal explica que la incapacidad permanente no debe concederse de forma automática cuando el trabajador no puede ejercer su labor habitual, sino que se debe analizar si existe la posibilidad de adaptación a otras tareas dentro del mismo entorno laboral o en otros puestos acordes con sus limitaciones.
Además, se subraya que el objetivo de la Seguridad Social es garantizar que las prestaciones por incapacidad permanente se otorguen solo cuando la persona realmente no pueda desempeñar ninguna actividad laboral compatible con su estado de salud, evitando así posibles abusos del sistema.
Reubicación y alternativas laborales
El tribunal considera que la empleada podría continuar trabajando en el supermercado en áreas donde la exigencia física sea menor. Algunas de las alternativas planteadas incluyen:
- Atención al cliente en caja: puesto que requiere menor esfuerzo manual y permite trabajar con una sola mano si se adapta correctamente.
- Reposición de productos ligeros: ciertas secciones del supermercado permiten la colocación de mercancía sin necesidad de cargar objetos pesados.
- Gestión de pedidos y etiquetado: funciones administrativas o de preparación de pedidos donde la destreza manual no es un factor determinante.
Estos aspectos han sido claves en la decisión judicial, al considerar que la trabajadora puede ser recolocada dentro de la empresa sin que su limitación le impida seguir desempeñando una actividad laboral.