Procedente el despido de una trabajadora del Consulado que llamó reiteradamente “señor” a una mujer transgénero
La empleada mantuvo una conducta indisciplinada constante, incumpliendo sus obligaciones y cometiendo faltas muy graves
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(Imagen: E&J)
Procedente el despido de una trabajadora del Consulado que llamó reiteradamente “señor” a una mujer transgénero
La empleada mantuvo una conducta indisciplinada constante, incumpliendo sus obligaciones y cometiendo faltas muy graves
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(Imagen: E&J)
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid confirma la procedencia del despido disciplinario de una trabajadora del Consulado de España en Londres, ya que la actora protagonizó una serie de episodios que constituyeron la comisión de faltas muy graves y, por ende, justifican la extinción de la relación laboral.
Según consta entre los hechos probados de la sentencia (disponible en el botón ‘descargar resolución’), la empleada realizó con su teléfono móvil fotografías de documentos privados de un tercero y trató de “señor” a una mujer transgénero que acudió al Consulado, a pesar de que esta le pidió en varias ocasiones que le tratara de “señora”.
Para los magistrados del Tribunal, este último episodio mencionado es claramente sancionable con el despido, por cuanto el mismo no refleja una situación de simple error y rectificación, “sino una situación de menosprecio reiterado e insistente a un estatus que habilita la Ley, mantenido después de que en un primer momento pudiese darse una dificultad de identificación de la persona”.
Los hechos
La trabajadora prestaba servicios para el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, desarrollando funciones en el Consulado General de España en Londres, hasta que se comunicó a la actora su despido disciplinario por la comisión de faltas muy graves.
Los hechos en los que fundamentaba el Ministerio el despido disciplinario de la funcionaria, así como su inhabilitación, se basaban en cinco acontecimientos.
El primero de ellos ocurrió en noviembre de 2021 cuando una mujer transgénero de nacionalidad española acudió al Consulado. La demandante atendió a esta ciudadana digiriéndose a la misma utilizando el trato “señor” de manera reiterada, a pesar de que la afectada le solicitó que se dirigiera a ella como “señora”. Como consecuencia de la actitud de la actora, se inició una fuerte discusión entre ambas en la que tuvo que intervenir el cabo de la Guardia Civil que se encontraba presente, ofreciendo él mismo disculpas a la afectada en nombre de la actora; no obstante, la ciudadana afectada solicitó la presentación de un escrito de queja contra la trabajadora.
En febrero de 2022 volvieron a producirse dos hechos que supusieron faltas graves disciplinarias. El primero de ellos fue que la trabajadora, siendo advertida de que no podía disponer de un formulario de solicitud de alta consular y desoyendo dichas indicaciones, se llevó el documento y lo fotocopió.
El segundo acontecimiento grave ocurrido en febrero tuvo lugar cuando se personó en el Consulado una señora que se identificó verbalmente como representante de una jugadora de fútbol. La actora le solicitó la documentación acreditativa correspondiente, y mientras dicha la ciudadana permanecía esperando fuera del edificio, la actora desplegó en el suelo de su garita en la recepción dichos documentos, realizando fotografías de los mismos con su teléfono móvil, “mirando subrepticiamente desde su posición, en actitud vigilante, a las personas que pasaban por la recepción, dirigiéndose después al departamento de visados, haciendo entrega de los documentos”, según se recoge de los hechos probados.
Una conducta indisciplinada constante
Los siguientes episodios que supusieron una comisión de faltas en la relación laboral tuvieron lugar en septiembre y octubre de 2022. En el primero de ellos, la actora firmó junto a otros empleados un escrito solicitando la investigación de conductas acosadoras y abusivas por parte de otro empleado, y tras seis meses de investigación, el Ministerio constató la falta de pruebas y fundamento en tales acusaciones, no obstante, ya se había causado el correspondiente daño reputacional al implicado.
Por último, en octubre un viandante lanzó violentamente un cubo de cemento un miembro de la Guardia Civil del Consulado. Tras un forcejeo, el agresor consiguió ser reducido por el agente atacado y otro cabo que acudió a ayudarle. Durante el tiempo que duró el incidente la actora permaneció en actitud pasiva contemplando el altercado violento, sin avisar a ningún superior jerárquico, incumpliendo las instrucciones impartidas a la misma sobre la obligación de comunicar a sus superiores cualquier incidente que tuviese lugar en el Consulado.
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(Imagen: E&J)
El despido disciplinario es procedente
La trabajadora demandó al Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación impugnando el despido, pero el Juzgado de lo Social número 11 de Madrid desestimó la demanda y declaró la procedencia del despido disciplinario, así como la inhabilitación que comporta el mismo, sin derecho a indemnización ni a salarios de tramitación.
Disconforme con el fallo de primera instancia, la actora interpuso recurso de suplicación contra el mismo. En el recurso la empleada suplicaba que se declarase la improcedencia del despido por cuanto los hechos que dieron lugar a la extinción de la relación laboral no eran de tanta gravedad como para justificar la sanción disciplinaria impuesta (el despido).
No obstante, la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Madrid ha desestimado el recurso y confirmado la sentencia dictada por el Juzgado, y, por ende, la procedencia del despido disciplinario efectuado.
Los magistrados han razonado en la sentencia que la conducta llevada a cabo por la actora es sancionable con el despido. Pues, en lo que respecta al episodio que tuvo lugar con la ciudadana transgénero, “los hechos lo que reflejan no es un error, sino una conducta que no solo fue reticente a retractarse y disculparse sino expresamente reiterada, ya que una vez reclamado el trato de ‘señora’ y comprobada la documentación siguió llamándola con trato de ‘señor’, dando lugar a una discusión y un altercado, a que el cabo de la Guardia Civil pidiese disculpas ya que la demandante no lo hacía ni quería hacerlo”.
El TSJ madrileño señala al respecto que tal conducta descrita supone una falta muy grave de conformidad con lo dispuesto en el punto 2.b) del Acuerdo de la Mesa General de Negociación de la Administración General del Estado de 30 de noviembre de 2020, sobre procedimiento de régimen disciplinario del personal laboral de la Administración General del Estado en el exterior. “La descripción del episodio no expresa una situación de simple error y rectificación, sino una situación de menosprecio reiterado e insistente a un estatus que habilita la Ley, mantenido después de que en un primer momento pudiese darse una dificultad de identificación de la persona”, recoge la sentencia.
Además de lo anterior, la Sala de lo Social también ha razonado que otra de las conductas llevada a cabo por la actora, como fue hacer fotografías con su teléfono móvil de la documentación de un tercero, también supone una infracción muy grave, por cuanto la misma se califica como falta muy grave relacionada con la publicación o utilización indebida de la documentación o información a que hubiere tenido acceso por razón de su cargo o función, de acuerdo con lo dispuesto en el punto 2.e) del citado Acuerdo.
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