Gestión: nuevas tecnologías.Despachos de abogados en redes sociales: sí, pero con precauciones y responsabilidad.

Hace unos meses que paralelamente al auge de la web 2.0 se han oído voces de alarma que advertían de la falta de privacidad de las herramientas que forman la web social y el peligro que podía suponer para los usuarios si se hace un uso indebido.

Muchas de estas herramientas, como Facebook, Flickr o Twitter, son actualmente utilizadas no sólo por particulares, sino también por empresas, colectivos, instituciones públicas y despachos de abogados para ganar presencia en la red y mejorar su posicionamiento, incluso para llevar a cabo campañas de marketing on-line.

En este sentido, la responsabilidad es la mejor respuesta a la creciente preocupación por la protección de los datos de carácter personal y profesional. En primer lugar, es importante conocer bien el entorno para determinar qué herramienta es la más adecuada para satisfacer las necesidades comunicativas del bufete (ganar visibilidad en los buscadores, realizar una campaña de promoción de un nuevo servicio, difundir comunicación corporativa en un entorno online, etc.), así como evaluar las implicaciones de cada una de las decisiones tomadas.

Asimismo, en la puesta en marcha de proyectos con estas herramientas es primordial analizar a fondo la conveniencia de la plataforma a utilizar, tanto para sacarle el máximo rendimiento, como para difundir la marca y el prestigio del despacho con total seguridad.

No se debe olvidar que Internet es un interesante escaparate comercial, por lo que debemos tener claro qué datos se quieren potenciar y cuáles son preferibles de preservar fuera de las herramientas 2.0. En otras palabras, es aconsejable evitar los datos de carácter económico, aquellos excesivamente personales o que pudieran derivar en un uso fraudulento por parte de terceros, así como aquellos relativos a asuntos y clientes. Es importante recordar que el buen uso de la web 2.0 no sólo implica al despacho, sino también a sus contactos, clientes y proveedores. También es recomendable leerse a fondo las condiciones de uso de cada servicio, y ante la duda, dejarse asesorar por un profesional.

Por otro lado, en el momento de establecer nuevos contactos y socios comerciales en las redes sociales (Facebook, LinkedIn, Xing, Viadeo), también se deben tomar precauciones: en primer lugar, asegurarse de que la persona que nos contacta es realmente una persona conocida y de confianza, y en segundo lugar, restringir los datos que los demás usuarios de una red y contactos propios pueden ver sobre el bufete y uno mismo. Asimismo, es preferible no aceptar invitaciones de aplicaciones realizadas por terceros, la identidad e intenciones de los cuales desconocemos.

Así pues, un tratamiento profesional de la presencia del bufete en las redes sociales y otras herramientas 2.0 garantiza una correcta gestión de la identidad virtual del despacho y posibilita una evolución positiva de acuerdo con sus intereses. En otras palabras, el conocimiento profundo del entorno online, la precaución y la responsabilidad son los mejores avales para evitar casos de phishing (robo de identidad) o apropiación indebida de datos confidenciales.

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