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Marketing Jurídico y Habilidades Abogacía

Se acerca el 2018 ¿Otro año más?

David Muro Fernández de Arróyave

Socio en Gericó, Muro & Asociados. Marketing, comunicación y desarrollo de negocio para abogados.




Tiempo de lectura: 3 min



Marketing Jurídico y Habilidades Abogacía

Se acerca el 2018 ¿Otro año más?



Por David Muro Fernández de Arróyave. Director en David Muro Consultores

www.davidmuro.es



Se nos escapa ya el 2017, ¿un buen año? Pues como todo en esta vida, dependerá de la persona que haga el balance. ¿Has conseguido los objetivos marcados para este año? O mejor dicho, ¿te tomaste tu tiempo para pensar sobre los objetivos a los que querías llegar acabado el año 2017?

Podemos hablar de sensaciones, de buenos y malos momentos, de épocas con picos de trabajo o de echar en falta más facturación, por poner algunos ejemplos, pero la realidad es que si no se toman en cuenta determinados indicadores con los que comparar algunos aspectos en relación a años anteriores, no sabremos a ciencia cierta si hemos conseguido los objetivos marcados o no.

A lo largo de este año en el sector legal se ha hablado mucho de excesiva competencia, de cambios relevantes en el sector, de innovación en los despachos o de nuevas tecnologías adaptadas al ejercicio de la abogacía, pero quizá he echado en falta hablar más de la diferenciación en los bufetes.



¿A qué me estoy refiriendo? Sencillamente a la necesaria acción de pensar qué es lo que quiere realmente un despacho, de fijarse una serie de objetivos cualitativos y cuantitativos, y buscar su ventaja competitiva para potenciarla en base a una estrategia empresarial bien definida. A partir de aquí, y siendo un poco creativos, un despacho podrá sobresalir de la competencia. Y llegará el momento en el que atraerá nuevos clientes.

Dicho análisis ha de ir seguido de una adecuada planificación, siempre adaptada a la realidad de cada despacho, y, por supuesto, de mucha constancia a la hora de ejecutar las distintas acciones programadas.

Si bien es cierto que muchos despachos han comenzado este año a despertar del letargo lanzándose a desarrollar acciones de marketing, comunicación o desarrollo de negocio, también lo es que todavía hay mucho, muchísimo que hacer para que un gran número ellos tomen auténtica conciencia de la vital importancia de adaptar este tipo de técnicas en su día a día.

A lo largo de este año he tenido la oportunidad de vivir en primera persona más de un caso de éxito y disfrutar de de los buenos resultados compartidos con algunos despachos, pero también he podido ver, desgraciadamente, como la necesidad, convertida en obsesión, de incrementar la facturación a corto plazo, ha llevado al traste más de una estrategia.

Está claro que las acciones de marketing y comunicación sin un plan de desarrollo de negocio que las acompañe no tienen sentido, han de ir permanentemente unidos, y las personas responsables de cada parcela tienen que estar muy coordinadas.

Pero primero hemos de ser capaces de tener paciencia y trabajar en los cimientos de la casa. Buscar la “razón de existir” del despacho y ser capaces de visualizar un futuro a medio y largo plazo.

Levantar la cabeza y darse cuenta de lo que está pasando a nuestro alrededor, analizar a la competencia, empaparse de nuevas tendencias y, lo que es más importante, saber cómo está evolucionando la forma de comprar servicios jurídicos, son temas a tener muy en cuenta y sobre los que profundizar a la hora de decidirse a cambiar.

Soy muy consciente del poco tiempo de calidad con el que cuenta un abogado de cara a invertir horas en este tipo de asuntos, pero también sé que un gran número de despachos se quejan de la falta de resultados, la excesiva rotación de abogados en su despacho, o de la falta de organización entre departamentos.

En este caso no tomare por buena la cita que dice: “El que se queja sus males aleja”, al contrario, creo que de poco sirve una queja si no se hace nada por intentar revertir una mala situación.

Es fundamental analizar las causas de un mal resultado, de la falta de crecimiento, de la escasa diferenciación, de la poca productividad de los abogados o de la rentabilidad de determinados clientes. ¡Hay que actuar!

Ponte objetivos alcanzables, medibles, coherentes y adaptados a tu estructura, haz partícipe al equipo y cree en tus posibilidades.

Haz que el 2018 no sea un año más, que sea el año en el que te decidiste a dar el salto y avanzar como despacho, como abogado. El año en el que empezaste a referirte a tu despacho como empresa de servicios jurídicos. El año en el que comenzaste a escuchar realmente a tus clientes y basar tu estrategia en atender sus necesidades. Has de ser capaz de aprovechar las oportunidades que brindan los cambios.

Repasa la lista de buenos propósitos para el 2018 y acompaña el “hacer más ejercicio”, “dejar de fumar”, “ser más solidario” o “comer más sano” con un “voy a crecer como despacho”

 

Nunca es demasiado tarde para ser el despacho que siempre querías haber sido

 

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