El ejercicio de la abogacía; el arte de la adaptación y la resiliencia
El ejercicio de la abogacía; el arte de la adaptación y la resiliencia
La etimología de la palabra “abogado” o “abogada”, nos dice que la expresión viene del latín “advocatus” que a su vez deriva de “ad auxilium vocatus” que significa: “el llamado para auxiliar “. Tal como hoy ejercemos esta actividad especializada, ya encontraba un interesante desarrollo en el derecho romano, cuando ante la necesidad, un acusado podía a un experto en materia jurídica para que lo ayudara a defender su causa.
La abogacía y el conflicto humano
La abogacía es ciencia humana y tendrá como centro de atención a las personas que se encuentran en el centro del conflicto jurídico.
En un plano del litigio operan las normas jurídicas y en el otro, se ponen en acción simultáneamente psicodinamismos que derivan de las propias circunstancias de los sujetos que forman parte del litigio. Obviamente, en momentos como los actuales, donde afloran más que nunca potenciales problemas -los ya propios del cliente sumados a la situación extraordinaria, y los sobrevenidos por el letrado- es necesario establecer unas pautas para lidiar con situaciones que pueden devenir como desagradables.
Adaptación y resiliencia
Dijo Pierre Marie Quitard que para ir a un litigio hacen falta llevar tres sacos: “un saco de papeles, un saco de dinero y un saco de paciencia”. Esto vale para el asistido o cliente, pero también es encuadrable para el abogado, ya que uno como profesional del derecho, va a “transitar” por esos tres territorios que nos marca el escritor francés, sobre todo, cuando se somete en cada “caso” a un proceso judicial
- El “saco de papeles”, representaría el expediente judicial;
- El “saco de dinero” para los abogados, más allá de los gastos que se tienen para llevar un caso, significan la paga del cliente por el servicio profesional prestado.
- Y finalmente habla Pierre Marie Quitard del “saco de paciencia”. La paciencia, que dicen que todo lo alcanza, es mirar hacia el futuro, y es aquí, en este territorio no estudiado en las Universidades, en el que se desatan aspectos psicológicos tanto del cliente como del abogado, que muchas veces uno no sabe que significan y no se cuenta con el entrenamiento o el apoyo para superarlos.
La abogacía, una profesión integral
Como vemos, el ejercicio de esta noble profesión, no sólo depende del conocimiento netamente técnico, sino que atañe a multitud de características y cualidades personales que, trabajadas, lograrán construir a un/a letrado integral.
Con el propósito de fomentar estas cualidades, E&J ofrecerá una formación totalmente gratuita el próximo 21-07-2020 a las 19:00, dirigida a ofrecer las pautas y códigos capaces de formar integralmente a nuestros abogados y a aquellos estudiantes que deseen encuadrarse en el sector de la abogacía.