Las consecuencias económicas de la Superliga

• La batalla por la Superliga hace peligrar un negocio que mueve 15.400 millones de euros en España, lo que supone el 1,37% del PIB.
• 9.000 millones de euros es el valor de los 12 equipos fundadores.

Con el paso de los años el fútbol ha pasado a ser mucho más que un deporte, a día de hoy es un negocio que representa más del 1,37% del PIB y tiene un volumen de actividad económica de 15.367 millones de euros. Además,tributa más de 4.100 millones de euros y abarca unos 18.000 puestos de trabajo. Estas cifras se pueden extrapolar al resto de países europeos, y obtendríamos resultados parecidos.

Según Transfermarkt, el conglomerado de clubes que engloban la “clase alta” del fútbol y que han dado lugar al posible nacimiento de la Superliga, tienen un valor superior a los 9.000 millones de euros, que correspondería a los doce clubes fundadores. Estos clubes creen que el sistema anterior está obsoleto, por lo que han decidido tomar cartas en el asunto y cambiar el rumbo. Los informes señalan que clubes como el Barcelona, Real Madrid o Atlético vieron reducida su facturación el último año en unos 200 millones de euros debido a las restricciones impuestas por la pandemia, según el estudio Football Money League, realizado por Deloitte. Al realizar los mismos cálculos pero introduciendo el resto de clubes de Primera División, las pérdidas económicas de la última temporada ascienden a más de 2.000 millones de euros. 

Florentino Pérez sería el primer presidente de la Superliga. (Fuente: Marca).

El motivo por el que estos clubes han dado un paso al frente para tratar de paliar esta situación es simple, el dinero. Algunos clubes se sienten infravalorados y otros sencillamente creen que no obtienen tantos ingresos como deberían, aunque ganen el máximo estipulado. Las distintas maneras de percibir el valor que genera el fútbol y el que se reparte ha llevado a esta clubes a revelarse contra las autoridades europeas de este deporte, tomando como referencia el deporte estadounidense. Así, independientemente de que el balón entre o no en la portería, la importancia está en la cuenta de resultados de la franquicia.

La Superliga ya ha establecido las pautas económicas, habrá 3.500 millones para repartir entre los 15 equipos fundadores. Pero otros habrá otros 10.000 millones en el “fondo de solidaridad” para aquellos equipos que no puedan entrar en este distinguido grupo. Por otro lado, el premio por ganar la Superliga será de 400 millones de euros, en contraposición a los 120 millones que recibe a día de hoy el ganador de la Champions League.

Los derechos televisivos son otro aspecto importante dentro del plano económico del fútbol. Desde DAZN niegan que vayan a pagar 3.500 millones de euros por temporada, como señalaba la prensa italiana. Será JP Morgan la compañía que aporte 3.250 millones de euros para este fin, según declaró un portavoz de JP Morgan a Efe. Por su parte, los clubes abonarán 264 millones de euros al año para pagar la deuda, cantidad a la que ya se le ha sumado entre un 2% y un 3% de intereses según Financial Times.

Pero esta disputa ha trascendido también al ámbito social, ya que desde LaLiga han señalado que este nuevo torneo es “secesionista y elitista” y la idea sirva para “enriquecer aún más a los más ricos”. Destacando también el profundo impacto que tendrá en el futuro de LaLiga en cuanto a los derechos comerciales y televisivos. De hecho, asociaciones de aficionados ya se han posicionado en contra de la creación de este torneo.

También han querido dar su opinión algunos políticos. Tanto Emmanuel Macron como Boris Johnson han dejado claro que rechazan el nacimiento de la Superliga, alegato al que se suma Margaritis Schinas, vicepresidente de la Comisión Europea. En España, José Rodríguez Uribes, ministro de Cultura y Deporte, defiende que el mundo del fútbol europeo llegue a un acuerdo que beneficie a todos.