Carlos Pérez, nuevo responsable del área de TMT de Fieldfisher Jausas en España

Acompaña al abogado, experto en Derecho de Tecnologías de la información, su equipo al completo

La tecnología está cada vez más imbricada en los despachos de abogados. Esto lleva a las principales firmas a reforzar las áreas de sus organizaciones que tienen que ver con la tecnología, medios y telecomunicaciones (TMT). Precisamente este es un paso que ha dado Fieldfisher Jausas.

La firma ha fichado a Carlos Pérez, abogado especializado en Derecho de Tecnologías de la Información, como socio del despacho y responsable del área de TMT en España. Carlos Pérez se va a incorporar a Fieldfisher Jausas el próximo 1 de octubre procedente de Écija, donde ha trabajado los últimos diez años, y le acompaña su equipo al completo, formado por siete personas que trabajan en las oficinas de Madrid y Barcelona.

Para el sector legal, y más concretamente en el área de TMT, Carlos Pérez es uno de los abogados de referencia. Con más de 30 años de trayectoria profesional, asesora a entidades públicas y privadas, nacionales e internacionales, en los diversos ámbitos de su especialidad, destacando en propiedad intelectual, contratación tecnológica y protección de datos. Además, a lo largo de los últimos 29 años, el nuevo socio de Fieldfisher Jausas ha participado activamente en diversas iniciativas legislativas en España, tanto en materia de propiedad intelectual como protección de datos.

Uno de los aspectos en los que va a tener que trabajar es en las cuestiones relacionadas con protección de datos. En este sentido, y después de que hace casi tres años fuera aprobada la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales, este experto hace una valoración positiva de la misma. A su juicio, la aplicación de la norma se está notando mucho “sólo hace falta ver la cantidad de resoluciones sancionadoras dictadas en los últimos meses por la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) y cómo se han incrementado sensiblemente, tanto el número de resoluciones, como el volumen de las sanciones impuestas”.

Asimismo, destaca que la aplicación de la norma está provocando “un incremento ostensible, en todas las organizaciones, de la implantación de políticas, procedimientos y medidas destinadas a asegurar su diligencia debida en el cumplimiento de la norma, y a disciplinar de forma mucho más estricta la gestión de los datos personales bajo su responsabilidad”. En este sentido, subraya que “las más inteligentes están aprovechando esta inversión en recursos, no sólo para cumplir con la ley, sino también para optimizar sus procesos de negocio relacionados con el tratamiento de datos personales”.