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Despachos y Abogados

Guerra abierta entre Albert Rivera y Martínez-Echevarría

El expolítico exige su sueldo hasta 2025, mientras el despacho ha emitido un duro comunicado interno contra él

Albert Rivera y Vicente Morató, CEO de Martínez-Echevarría (Foto: Martínez-Echevarría)

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Despachos y Abogados

Guerra abierta entre Albert Rivera y Martínez-Echevarría

El expolítico exige su sueldo hasta 2025, mientras el despacho ha emitido un duro comunicado interno contra él

Albert Rivera y Vicente Morató, CEO de Martínez-Echevarría (Foto: Martínez-Echevarría)



La relación entre Albert Rivera y José Manuel Villegas y Martínez-Echevarría, el despacho del que eran presidente y vicepresidente ejecutivo, respectivamente, ha saltado por los aires. El anuncio el pasado martes de que ambos ex dirigentes de Ciudadanos dejaban el bufete ha llevado a una situación que se parece cada vez más a un divorcio en el que los cónyuges utilizan todos los medios para hacer el mayor daño a la otra parte y tirarse los trastos a la cabeza.

Según ha publicado El Confidencial, ambos acusan al bufete de incumplimiento de contrato, tanto en lo que se refiere al papel que se les prometió como presidente ejecutivo y vicepresidente como por la falta del pago del variable y de la entrega de una parte del capital de Right Option, la sociedad que está detrás de Martínez-Echevarría.



Rivera y Villegas habrían reclamado al bufete el abono de todas las cantidades que, su juicio, les adeuda la firma en concepto de retribución y de las futuras hasta el 1 de marzo de 2025, fecha a la que inicialmente estaba ligada su relación laboral. Además, han exigido una estimación de la retribución variable que les habría correspondido hasta entonces.



Albert Rivera y José Manuel Villegas en su época de Ciudadanos. (Foto: Google)

Indemnización por daños morales

Asimismo, los expolíticos estarían pensando en reclamar a la firma una indemnización por daños morales y reputacionales por haberles acusado públicamente de baja productividad, así como por un comunicado interno que los responsables de la firma han enviado al resto de socios reiterando en ese argumento. Lo cierto es que desde que trascendió la opinión de Martínez-Echevarría sobre el trabajo de Rivera en la firma las redes sociales se han inundado de memes y mensajes en los que machacan a Rivera y dejan su imagen muy tocada.



Según ha trascendido, el martes por la tarde, después de que se hiciera pública la marcha del presidente y vicepresidente, el despacho distribuyó un comunicado interno en el que se acusa al expolítico de intentar “liberarse de la cláusula de no competencia postcontractual” comunicando su salida “a solo un mes de la primera ventana de terminación contractual por desarrollo irregular de la relación”. El bufete mantiene en ese escrito que la firma ya tenía pensado comunicar a los directivos su intención de no proseguir la relación por su “falta de implicación” este mismo martes.

En este sentido, desde la firma de abogados interpretan que Rivera «disfraza su dimisión de resolución por incumplimientos» para tratar de allanarse el camino hacia un nuevo destino profesional libre de las cláusulas habituales entre muchos directivos que impiden su fichaje por la competencia.

El bufete dice ahora que Albert Rivera no tenía experiencia en el sector. (Foto: Martínez-Echevarría)

Presidente inexperto

En otra parte del comunicado, Martínez-Echevarría hace una afirmación sorprendente ya que explica que “aunque sabíamos de su completa inexperiencia en nuestro sector a todos nos ha sorprendido su inactividad, su falta de implicación, interés y su desconocimiento más elemental del funcionamiento de una organización empresarial. Nulo resultado del que muchos veníais a comentar sorprendidos”.

Abundando en esta idea, el escrito del bufete destaca que “no estamos habituados en nuestra profesión a discursos vacíos; a llenar los espacios solo con palabras sin soporte real; a unas exigencias de protagonismo tan acusadas; ni a unas formalidades de ensalzamiento personal que son inexistentes entre compañeros de profesión y, mucho más, entre compañeros de un mismo despacho». La pregunta parece lógica: ¿cómo puede llegar a ser presidente ejecutivo de una organización una persona que, según los máximos responsables de esa organización, no tiene experiencia en ese sector?

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