Ignacio Gómez-Acebo, director general de ClarkeModet España

ClarkeModet está introduciendo importantes cambios en su cúpula directiva. Tras el nombramiento el pasado mayo de Luis de Torres como CEO Global, ha nombrado a Ignacio Gómez-Acebo director general de ClarkeModet España.

Según ha manifestado Gómez-Acebo a Economist & Jurist en comunicación a través de correo electrónico, “para mí es un honor liderar la filial más antigua de una organización como ClarkeModet, una compañía con 143 años de historia, y hacerlo además con este gran equipo de profesionales. Es un reto, además, asumir esta responsabilidad en un momento clave, en el que estamos a punto de iniciar un nuevo proceso de expansión internacional y de crecimiento”.

Gómez-Acebo liderará al equipo de más de 160 profesionales que emplea actualmente ClarkeModet en España. El objetivo que se ha marcado el despacho es acelerar el crecimiento de la empresa e incorporar nuevos servicios en torno a la gestión de la propiedad intelectual e industrial, con especial foco en las nuevas tecnologías. Hasta ahora, las responsabilidades que asume Gómez-Acebo estaban integradas en la Dirección General Corporativa del grupo de empresas.

Luis de Torres, CEO Global del Grupo ClarkeModet, explica que “para lograr los objetivos que nos hemos marcado en la nueva etapa, ClarkeModet España operará con la misma estructura que el resto de las compañías del grupo y por ello necesita de una Dirección General propia”.

A este respecto, el CEO de ClarkeModet destaca que “Ignacio Gómez-Acebo, con más de 13 años de trayectoria en ClarkeModet y una visión integral del negocio y de las necesidades de innovadores y emprendedores, impulsará nuestro crecimiento en este país”. “España”, resalta Luis de Torres, “es un mercado clave para convertirnos en el primer operador global de la propiedad industrial e intelectual especializado en los mercados de Europa y Latinoamérica”.

Ignacio Gómez-Acebo es licenciado en Dirección y Administración de Empresas por la Universidad Pontificia Comillas (ICADE) y MBA por Columbia Business School. Comenzó su carrera profesional en Telefónica Móviles, en el departamento de Inteligencia Tecnológica y Competitiva de la Corporación Internacional. Antes de incorporarse a ClarkeModet, fue consultor senior de Roland Berger y gerente de la división de Business Advisory Services de KPMG España.

Gómez-Acebo cuenta con una experiencia de 18 años en el campo de la protección y defensa de la propiedad industrial e intelectual, inteligencia tecnológica y valoración financiera de activos intangibles. Se incorporó a ClarkeModet en 2008 y ha ocupado distintas posiciones técnicas y de negocio en la firma. Desde 2019, ha sido su director corporativo de Servicios Jurídicos y Técnicos.

A tenor de lo que ha podido constatar Gómez-Acebo a lo largo de sus años de experiencia, “muchas empresas ven la propiedad industrial e intelectual desde un punto de vista meramente preventivo, centrado en el registro y la defensa. Solo registran sus marcas, patentes u otros activos para poder defenderse ante una eventual infracción”.

Sin embargo, cree que la propiedad intelectual, bien gestionada, “puede ayudar a las organizaciones a generar ingresos e incluso convertirse en la principal fuente de negocio”. En este sentido, destaca que “Ver la propiedad intelectual e industrial de esta manera estratégica, como parte integral de las herramientas de gestión con las que cuenta la organización, es probablemente una de las cuestiones más importantes”.

A la pregunta sobre si la legislación española protege suficientemente la propiedad intelectual e industrial, Gómez-Acebo destaca que “ha habido muchos avances recientes en la normativa española y un gran esfuerzo por modernizarla, por ejemplo, a través de la nueva Ley de Patentes, que nos ha permitido contar hoy con un sistema mucho más eficiente y fortalecido”. También destaca la Ley de Marcas, “gracias a la que hoy se pueden registrar en España, por ejemplo, marcas no convencionales adaptadas a los nuevos formatos de la era digital” y la Ley de Secretos Empresariales, “que ha impulsado sin duda que las empresas españolas puedan gestionar mejor la protección del conocimiento e información estratégicos que, no siendo registrables ante oficinas de Propiedad Intelectual, suponen una clara ventaja competitiva y que por tanto deben protegerse”.