Gestión interna del despacho
Gestión interna del despacho
El debate ha sido intenso, Domingo Sánchez Ruiz, uno de los coordinadores de la Plataforma de Interinos del sector público, en el uso de la palabra. (Imagen: E&J)
Cualquier despacho de abogados, por muy pequeño que sea, tiene una estructura dirigida no solo a garantizar el funcionamiento ordinario y el buen hacer de los abogados y demás componentes que lo integran. Dicha estructuración y organización debería estar orientada igualmente a favorecer el bienestar de abogados e integrantes del personal administrativo porque es claro que cualquier profesional contento y motivado rinde más y mejor. Entre los principios que garantizarían la consecución de ese objetivo, y con él el éxito de toda la organización, los expertos señalan los siguientes:
Comunicación: debe entenderse como una estrategia constante por parte del titular y/o socios de los despachos con sus abogados y, viceversa, de estos con los anteriores. Es importante no ver al jefe o superior inmediato como alguien inaccesible.
Motivación individualizada: las técnicas de motivación pueden ser muy variadas y heterogéneas pero es conveniente adaptarlas a la personalidad de cada abogado, pues lo que puede ser estimulante para uno, puede que no lo sea para otro. Desde la asignación de casos más complicados e interesantes, pasando por la incentivación puramente económica o, por poner otro ejemplo, la flexibilidad horaria. Es importante, también, asignarle la dirección judicial de los expedientes pues algunos abogados prefieren llevar el expediente íntegramente sintiéndose desalentados si se les arrincona en el despacho para hacer los escritos judiciales, mientras se atribuyen las vistas y los juicios a otro compañero.
Formación constante: un abogado que no se recicle constantemente y que no se esté formando periódicamente está condenado al fracaso. Desde los despachos debería favorecerse la formación de cada uno de los abogados a través de la asistencia a cursos de especialización jurídica porque el resultado revertirá directamente a favor de la organización y no solo del letrado en cuestión.