Beatriz Saura presenta un programa para “abrir una nueva etapa en la abogacía madrileña”

Beatriz Saura, candidata a decana del Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM), ha presentado el programa de su candidatura “La Abogacía que nos une” para las elecciones que se celebrarán el próximo 20 de diciembre. Según explica la candidata, “el programa se sustenta en cuatro pilares de futuro desarrollados en propuestas específicas para abrir una nueva etapa en la abogacía madrileña”.

El primero de estos ejes es el de profesionales. Según se explica en el programa, con las iniciativas incluidas en este eje pretenden construir “un ICAM al servicio real de los abogados” que, además, “ofrezca apoyo a las personas, con independencia de que desarrollen su labor en despachos pequeños, medianos, o grandes, adoptando las medidas necesarias para garantizar la diversidad, la igualdad y la conciliación, para que nadie se quede atrás”.

Entre las medidas propuestas se encuentran la creación un Observatorio de Juventud para que, de forma permanente, los jóvenes profesionales aporten sus propuestas; firma de acuerdos con profesionales para la mentorización y con business angels para el desarrollo de nuevos proyectos o convenios para la realización de prácticas en despachos nacionales e internacionales, que recojan expresamente la homologación recíproca de las prácticas con colegios de la abogacía europeos.

Asimismo, incluye la creación de un Comité de Expertos, formado por personas con trayectoria profesional reconocida, que aporten sus conocimientos y experiencia en la abogacía; la defensa de la abogacía del Turno de Oficio para que en el menor tiempo posible pase a percibir una retribución digna por sus servicios profesionales.

Beatriz Saura. (Foto: La Abogacía que nos une)

Dentro de las medidas previstas para mejorar la situación del Turno de Oficio se encuentran igualmente la firma de acuerdos para facilitar la reserva de plazas de aparcamiento próximas a los juzgados durante las guardias o la inclusión de la categoría de profesionales de oficio en ejercicio de su actividad como autoridad en el artículo 550 Código Penal, para incrementar su protección frente a posibles ataques.

El segundo gran eje del programa es la digitalización, una cuestión que desde el punto de vista de Saura “no es una promesa, es una obligación”. En este punto, la principal medida es generar un sistema eficaz que permita el voto electrónico, así como medidas que favorezcan la accesibilidad tecnológica y la transformación digital. Asimismo, desde esta candidatura afirman que quieren implementar canales de comunicación para los profesionales que faciliten a todo el colectivo una conexión permanente con el ICAM, y que se pueda efectuar de manera sencilla, segura y accesible.

Como tercer eje, Beatriz Saura ha presentado una batería de medidas centradas en el propio colegio “donde la participación, la excelencia y la transparencia sean las señas de identidad”. Apuesta por la creación de delegaciones del ICAM en todos los partidos judiciales y por un sistema de patrocinios que permita reducir las cuotas colegiales.

En relación con este apartado, el programa de La Abogacía que nos une contiene facilitar el diálogo permanente con los representantes del resto de los operadores jurídicos y, en su caso, con los responsables políticos, para “defender de forma firme y desde el colegio a cualquier profesional de la abogacía que sufra una falta de respeto”, además de para “realizar propuestas y participar en las reformas legislativas”.

En este contexto, y entre otras medidas, promete la implementación de canales de comunicación tecnológicos y físicos para que los profesionales puedan comunicar incidencias y realizar propuestas. El canal tendrá un espacio específico para la denuncia de incidencias en la Administración de Justicia.

El último apartado del programa se centra en el compromiso social. Se basan en que “la abogacía es parte indispensable de la sociedad y pilar esencial del sistema judicial”, lo que lleva a Saura a poner el foco en la sostenibilidad social de la abogacía y en las ayudas para profesionales que lo necesiten. Este fin se lograría desarrollando en el ICAM un área específica de información y apoyo para las ayudas, con el objetivo de facilitar el conocimiento y difusión de las ayudas y subvenciones de otros organismos, así como para apoyar en la solicitud y tramitación de las mismas.

Además, pretende que el ICAM sea “un permanente impulsor y defensor de los derechos humanos y que trabaje con organizaciones de la sociedad civil y establezca alianzas con instituciones nacionales e internacionales para ofrecer apoyo profesional mediante iniciativas pro bono.