Cambio de dependencia energética de la UE: menos gas de Rusia y más GNL de EE.UU.
La guerra en Ucrania ha obligado a la UE a fortalecer el comercio energético con Estados Unidos
Barco carguero con GNL. (Foto: AFP/Str - Fuente: ednHUB)
Cambio de dependencia energética de la UE: menos gas de Rusia y más GNL de EE.UU.
La guerra en Ucrania ha obligado a la UE a fortalecer el comercio energético con Estados Unidos
Barco carguero con GNL. (Foto: AFP/Str - Fuente: ednHUB)
La visita de este jueves del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, al Consejo Europeo no ha sorprendido a los líderes de los 27 Estados miembros, que observan cómo su socio americano les estrecha la mano en un momento en el que la UE ha emprendido sus primeros pasos para reducir la dependencia energética rusa.
La guerra en Ucrania no beneficia a los actores europeos, pero sí a Estados Unidos, quien ha aprovechado esta situación excepcional -y dramática- para cerrar acuerdos de exportación energética.
De acuerdo con una declaración conjunta ratificada por Bruselas y Washington, la UE incrementará el suministro anual de gas en 15.000 millones de metros cúbicos, lo que representa un aumento en un 68% de las importaciones de este recurso con respecto a 2021.
La jornada maratoniana de este jueves de Biden, con la asistencia a las cumbres de la OTAN, G7 y del Consejo Europeo, garantiza a este país mantener su influencia en la Europa del este y convierte a Europa en un ente más dependiente de sus recursos, alejándola de la esfera rusa. Son, de por sí, dos tantos significativos.
Más importación de GNL
La Unión Europea abraza a Estados Unidos, quien ve como un socio fiable para escapar de la dependencia de Moscú.
Por otra parte, Bruselas enfatiza mucho en apostar por las energías renovables y el hidrógeno, aunque el nuevo panorama internacional le exige optar por vías más inmediatas, como es la importación de Gas Natural Licuado (GNL) a su aliado americano.
De acuerdo con los datos aportados por Eurostat, la UE importa un 48% de su gas a Rusia, siendo el mayor importador de este recurso, por encima de Noruega (18%), Argelia (13.2%), Estados Unidos (5,8%), Catar (4.4%), entre otros.
La resiliencia al gas ruso se muestra de forma desigual en la Unión, dependiendo de cada Estado miembro. Por ejemplo, hay países como Eslovenia, Letonia, Eslovaquia, Estonia o Bulgaria cuya demanda del 100% del gas proviene de Rusia. Otros, en cambio, como Dinamarca, Irlanda, Austria o Suecia no dependen del gas de este proveedor. Es decir, la Unión Europea no puede cortar rápidamente con Rusia porque dejaría a muchos de sus socios completamente desabastecidos.
Ahora, Estados Unidos está aumentando su envío de cargueros con GNL a los puertos comunitarios. En los dos primeros meses de 2022 -antes de comenzar la guerra en Ucrania-, Washington envió 164 cargueros hacia Europa, frente a los 125 buques que enviados durante el primer cuarto de año en 2020, informa Robert Songer, analista sobre GNL en ICIS, a Reuters.
El pasado mes de febrero, Estados Unidos vendió GNL a Europa por 17.200 millones de dólares (unos 15.657 millones de euros). Con la puesta en marcha de este nuevo acuerdo, aumentarán los beneficios por la exportación de este recurso.
Proyecto ‘REPowerEU’
El pasado 8 de marzo, y con las primeras agresiones en Ucrania aún frescas, la Comisión Europea esbozó un plan para hacer a la Unión Europea independiente de los combustibles fósiles rusos para antes de 2030. Este ideal fue remarcado en la Declaración de Versalles el 11 de marzo.
Bajo el esqueleto de REPowerEU, las naciones comunitarias se marcaron objetivos claros: diversificar el suministro de gas, acelerar la utilización de las energías renovables y sustituir el gas en la generación de electricidad y en la calefacción.
La Comisión, a su vez, quiere reducir la dependencia del gas ruso en 2/3 para finales de este año, y rebajar su consumo anual de combustibles fósiles en un 30%.
“Debemos ser independientes del petróleo, el carbón y el gas rusos. Sencillamente, no podemos confiar en un proveedor que nos amenaza de manera explícita”, ha asegurado la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.
Almacenar gas será una obligación
Con el ánimo de prevenir situaciones de riesgo, como la vivida con el inicio de la invasión en Ucrania, la Comisión Europea ha presentado este mismo viernes una propuesta legislativa que busca obligar a las naciones comunitarias a albergar una capacidad de almacenamiento de gas que cubra, por lo pronto, el 80% de sus necesidades. Se espera que este porcentaje aumente a un 90% en un futuro próximo.
La situación es desesperada y el Grupo de Coordinación de Gas de la UE avisa: “podría haber riesgo de insuficiencia de gas en el almacenamiento de cara al próximo invierno”.
Por medio de esta propuesta, se modificaría la redacción de dos reglamentos vigentes: el Reglamento 2017/1938, relativo a las medidas para garantizar la seguridad del suministro de gas y el Reglamento 715/2009, sobre las condiciones de acceso a las redes de transporte de gas natural.
Un paso significativo vendría con la inclusión, dentro del artículo 7 del Reglamento 2017/1938, de la obligación a los Estados miembros a cubrir el límite exigido de su capacidad de almacenamiento de gas anual. Si bien en un principio el contenido de este precepto buscaba “incentivar a los Estados miembros a utilizar algunas medidas relacionadas con el almacenamiento para mejorar la seguridad de suministro”, la situación geopolítica “ha cambiado significativamente desde diciembre de 2021”, por lo que garantizar la seguridad del suministro “se ha vuelto crucial”, advierte la Comisión en esta nueva propuesta.
Cónclave de los 27
Desde este jueves, los Estados miembros se están reuniendo en el Consejo Europeo para idear la futura política energética comunicaría. Hay mucho en juego, en especial para España, Italia y Portugal, países que ahora ganan protagonismo por su cercanía a Argelia, el segundo suministrador de gas, después de Rusia.
El líder español, Pedro Sánchez, acude a esta cita con el objetivo de que Bruselas le permita limitar el precio del gas, aunque dicha concesión se antoja complicada.
Está reunión será clave para abordar la regulación de los precios de la energía, cuyo ascenso no se detiene.