China condena a 14 y 12 años de prisión a dos destacados abogados

La represión contra la disidencia en China se ceba ahora con dos juristas. Los abogados chinos Xu Zhiyong y Ding Jiaxi han sido condenados a 14 y 12 años de prisión por “subvertir el poder del Estado”. Estas condenas son las más duras, en lo que respecta a cuestiones de activismo y defensa de los derechos, que se han impuesto desde que Xi Jinping comenzó a emplear mano dura contra los abogados en 2015.

Los dos abogados fueron juzgados de forma separada y a puerta cerrada por, según el régimen chino, estar implicados o suponer algún tipo de peligro para asuntos considerados secretos de Estado. Los abogados por los derechos civiles fueron detenidos después de acudir a un encuentro con activistas en diciembre de 2019, según relata la CNN y no les dejaron ver a sus abogados hasta casi un año después de su arresto. El contenido de la sentencia no se ha hecho público y sus abogados tienen prohibido hablar con los medios.

Ambos hombres fueron sometidos a tortura y otros malos tratos durante su detención, así como a largas horas de interrogatorio y a permanecer atados a una silla de hierro con las extremidades contorsionadas durante más de 10 horas al día durante muchos días, según detalla Amnistía Internacional.

Tanto Xu como Ding habían pasado previamente por la cárcel por formar parte de un movimiento, iniciativa de Xu, que aunaba fuerzas en la defensa de los derechos civiles y reclamaba una mayor transparencia y el mandato real de la ley.

Xu saltó a la fama en 2003 tras su papel en la defensa de la familia de un joven que fue apaleado hasta la muerte por las fuerzas de seguridad en Guangzhou. En 2013, tres años después de fundar el movimiento Nuevos Ciudadanos, en el que participaban otros juristas y activistas, fue condenado a tres años de prisión por “alentar el desorden público”.

“No creo que la nación china esté destinada al autoritarismo y la esclavitud. No creo que la libertad pueda quedar encerrada para siempre tras altos muros. Y no creo que el futuro sea para siempre una noche oscura sin amanecer”, señaló Xu a través de su abogado.

Organizaciones como Human Rights Watch exigen la liberación de los abogados y señalan que estos juicios sin garantías y con una clara motivación política muestran la intolerancia del régimen chino hacía el activismo pacífico. “Están pagando el mayor precio por defender los derechos humanos”, señalan. Instan, además, a la comunidad internacional para que pidan su liberación y se replanteen las relaciones que tienen con Pekín.

Por su parte, Amnistía Internacional señala que la sentencia supone una clara violación de los derechos fundamentales a la libertad de expresión y de reunión. “Estas sentencias dejan al descubierto la situación cada vez más grave en la que se encuentran los defensores de los derechos humanos en toda China bajo la administración del presidente Xi Jinping, en la que intentar mejorar la vida de los demás mediante una labor legítima de derechos humanos se topa con detenciones, torturas y largas penas de cárcel«.