Cómo Rusia oculta la guerra en Ucrania: el artículo 207.3 del Código Penal
El nuevo precepto legislativo prevé condenas de prisión de entre 10 a 15 años
Fuerzas de Seguridad rusas en Moscú (Foto: RTVE)
Cómo Rusia oculta la guerra en Ucrania: el artículo 207.3 del Código Penal
El nuevo precepto legislativo prevé condenas de prisión de entre 10 a 15 años
Fuerzas de Seguridad rusas en Moscú (Foto: RTVE)
El conflicto en Ucrania no está siendo transmitido como tal a los rusos gracias al esfuerzo del Kremlin y de los medios afines al régimen de Vladimir Putin. Las redes sociales, plataformas ideales para la transmisión de la información, están siendo bloqueadas por la agencia estatal de comunicación Roskomnadzor, quien intenta emular al Gran Hermano de George Orwell, que ha anunciado recientemente la suspensión de Facebook y Twitter en el territorio ruso.
A su vez, TikTok ha tomado la decisión de bloquear las retransmisiones en directo en Rusia y no permitirá la creación de nuevos usuarios en su red social.
Si bien muchos los residentes en Rusia han visto las imágenes de viviendas residenciales destrozadas en Ucrania y de civiles muertos en las calles, la versión oficial que se quiere transmitir desde Moscú es que las tropas nacionales siguen realizando “operaciones militares” en suelo ucraniano.
Para contrarrestar la presión ejercida por los medios internacionales, la Duma, cámara baja del Parlamento ruso, y el Consejo Federal, cámara alta, aprobaron este viernes la inclusión de un nuevo precepto legislativo que busca criminalizar la difusión de noticias falsas sobre las actividades de las fuerzas armadas rusas.
El portavoz de la Duma, Vyacheslav Volodin, ha admitido que este nuevo artículo es necesario para “proteger a los ciudadanos y al país de las mentiras” que publican los medios informativos “influenciados desde el extranjero”, tal y como recoge la agencia de noticias rusa TACC.
Por su parte, Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, considera esta actualización legislativa como “necesaria a la luz de (…) una guerra de información que se ha desatado contra nuestro país”, refiriéndose a las noticias sobre la guerra que el gobierno de Putin quiere silenciar.
Así, el nuevo artículo 207.3 del Código Penal Ruso prevé penas de hasta 1.5 millones de rublos (poco más de 9.000 euros) y hasta tres años de prisión en caso de difundir noticias falsas sobre la actividad del Ejército.
Si este acto se realiza sirviéndose de un cargo oficial determinado o por motivos de odio político, ideológico, étnico o religioso la condena es superior: pena de prisión de hasta 10 años y una multa de 5 millones de rublos (30.000 euros). Si la información falsa vertida “conlleva consecuencias graves”, la pena de prisión será de entre 10 a 15 años.
Respuesta de la prensa
Esta nueva medida ha provocado un gran malestar en los medios de comunicación con corresponsalía en Rusia, y ha obligado a muchos de ellos a suspender de manera temporal su actividad en este país, temiendo la imposición de condenas severas a sus periodistas por parte de los tribunales.
Como consecuencia de la aprobación del artículo 207.3, canales de televisión mundialmente conocidos como el británico BBC o los estadounidenses CNN, ABC, Bloomberg o CBS han suspendido temporalmente su actividad en este país.
La CNN hizo público un comunicado en el que su portavoz aseguró que este canal “dejará de emitir en Rusia”, mientras siguen evaluando la situación en este país.
This just in from a CNN spokesperson: «CNN will stop broadcasting in Russia while we continue to evaluate the situation and our next steps moving forward.»
— Brian Stelter (@brianstelter) March 4, 2022
También los medios españoles han reaccionado ante esta nueva situación. La agencia de noticias EFE tomó la decisión de suspender su actividad informativa en Rusia desde el sábado pasado. Su presidenta, Gabriela Cañas, ha dicho que la agencia que dirige “lamenta profundamente este gravísimo ataque a la libertad de expresión”, siendo un “intento evidente del Kremlin de ocultar la verdad a la opinión pública”.
RTVE también decidió dejar de informar desde Rusia, aunque admite que continuará ofreciendo información sobre la situación en este país y en Ucrania, “mientras se analiza la situación”.
La corresponsal de Moscú de la cadena pública española, Érika Reija, escribió en su cuenta de Twitter que abandonaba Rusia “con mucha tristeza, pero convencida de que es un paso necesario ante la posible criminalización de nuestro trabajo”.
El periodismo y la libertad de la información son objetivos que toda nación invasora pretende eliminar en tiempos de guerra. Con la entrada en vigor de este nuevo artículo, Rusia da un paso más en su camino por mantener a su población desconectada de todo cuanto sucede en Ucrania.