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Condenado a prisión un hombre que estafó a cinco inversores tras hacerse pasar por un ejecutivo de Telefónica

Tendrá que indemnizar a los perjudicados con 32.700 euros

Es una sentencia de conformidad. (Imagen: Archivo)

Rosalina Moreno

Redactora jefa




Tiempo de lectura: 2 min



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Condenado a prisión un hombre que estafó a cinco inversores tras hacerse pasar por un ejecutivo de Telefónica

Tendrá que indemnizar a los perjudicados con 32.700 euros

Es una sentencia de conformidad. (Imagen: Archivo)



La Audiencia Provincial de Alicante ha condenado a un año y nueve meses de prisión, por un delito de estafa (artículos 248.1 y 249 del Código Penal), a un hombre que se hizo pasar por un ejecutivo de la empresa Telefónica para engañar a cinco personas y conseguir que le dieran dinero para supuestas inversiones en productos financieros de esta sociedad. Además, tendrá que indemnizar a los perjudicados con 32.700 euros.

Con 13.700 euros a dos de ellos, y al resto con 12.000, 3.000 y 4.000, respectivamente.



Es una sentencia de conformidad, ya que el condenado reconoció los hechos y se mostró conforme con la pena solicitada por la Fiscalía y la acusación particular. Por tanto, ya es firme.

La Audiencia (Sección Tercera) le ha concedido la suspensión de la ejecución de la pena de cárcel durante cinco años con la condición de que no vuelva a delinquir y pague mensualmente la cantidad a la que se ha comprometido para hacer frente a la responsabilidad civil.

Los hechos

Los hechos comenzaron a finales de 2013, cuando el penado, nacido en 1977 y natural de San Sebastián (País Vasco), entabló amistad con uno de los afectados, al que se presentó como ejecutivo de Telefónica y le propuso realizar conjuntamente inversiones financieras a través de un supuesto despacho de abogados de Madrid, a sabiendas de que ni iba a realizar tales inversiones ni en realidad existía el despacho mencionado, así como la adquisición de supuestos productos financieros de Telefónica que nunca adquirió y cuya existencia incluso tampoco está acreditada, ya que su propósito era ir apoderándose del dinero que pudiese obtener.



Le ofreció condiciones ventajosas para estas inversiones diciendo que podían llegar a tener una rentabilidad de hasta un 30% en periodos de cuatro meses.

De este modo, la víctima realizó una primera aportación de 8.000 euros en efectivo de forma conjunta con su tía, que se fio de la buena fe de su sobrino para invertir.

Cuatro meses después, en abril de 2014, el condenado le propuso una nueva inversión, consistente en la adquisición de unos supuestos productos financieros que aseguraban altísimos rendimientos y que Telefónica ofrecía tan solo a sus empleados. En esta ocasión, obtuvo 2.000 euros de la víctima.

Las excusas que iba dando

A finales de 2014, abusando de la confianza que en él había depositado, logró que éste le pusiese en contacto con un conocido suyo, a quien también ofreció la posibilidad de participar en esas falsas inversiones que le iban a proporcionar altísimos rendimientos. Así, entre noviembre de 2014 y el 5 de enero de 2015 este conocido le entregó 9.500 euros. Después, le ofreció la adquisición de esos falsos productos financieros de Telefónica y de esta manera obtuvo otros 2.500 euros en mayo de 2015.

En junio de 2015, y valiéndose de nuevo del engaño y asegurando falsamente mayores beneficios, consiguió la entrega de más cantidades de dinero, tanto de la primera víctima como de otras personas a las que éste, de buena fe y presa de ese engaño, le fue presentando. De este modo, logró engañar a cinco personas, de las que consiguió un total de 32.700 euros, que incorporó a su patrimonio.

Una vez se iban venciendo los supuestos periodos cuatrimestrales de las falsas inversiones mencionadas, el penado se excusaba manifestando que el rendimiento no había sido el esperado y que sería conveniente mantener la inversión, e incluso aportar más capital, lo que les aseguraría mayores beneficios.

La sentencia, dictada el pasado 4 de diciembre (341/2023), la firman los magistrados José Daniel Mira-Perceval Verdú (presidente y ponente), María Dolores Ojeda Domínguez, y Sonia María Gallego Ortells.

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