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Consecuencias económicas del coronavirus

People walk past an electronic board showing Hong Kong share index outside a local bank in Hong Kong, Tuesday, March 3, 2020. Asian shares are higher amid hopes central banks will act to shield the global economy from the effects of the coronavirus outbreak. (AP Photo/Kin Cheung)

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Consecuencias económicas del coronavirus

People walk past an electronic board showing Hong Kong share index outside a local bank in Hong Kong, Tuesday, March 3, 2020. Asian shares are higher amid hopes central banks will act to shield the global economy from the effects of the coronavirus outbreak. (AP Photo/Kin Cheung)



Que el coronavirus supone una amenaza para la salud pública es un hecho, pero también está comenzando a mermar la economía mundial. Al igual que en su momento las hipotecas basura supusieron un detonante en la recesión económica del 2008, el temor en el mundo a una pandemia podría desatar otra recesión económica en el año 2020.

Y es que haber convertido a China en la fábrica del mundo ha creado una enorme dependencia del gigante asiático. En un mundo globalizado, los expertos comienzan a temer un determinado desabastecimiento de productos provenientes de China, algunos, como medicamentos, que se producen en ciudades como Wuhan, justamente donde se inició el brote de coronavirus, que se está propagando como una pandemia por todo el mundo. El impacto económico del coronavirus va a afectar a todos los sectores económicos. Y dependerá de lo que se tarde en controlar la pandemia y de las medidas que tomen los gobiernos para que afecte en mayor o menor medida a las economías domésticas.



Resulta difícil prever la magnitud de todo lo que está ocurriendo y traducirlo en cifras concretas de crecimiento económico y de empleo. Pero todo esto abre un debate sobre la necesidad de desglobalizar y diversificar la producción, como ya está haciendo Estados Unidos. El sector textil, el automovilístico, el electrónico o el tecnológico, por poner un ejemplo, serán los más amenazados, ya que gran parte de los componentes vienen del país asiático, donde la producción está estancada.

La OCDE (Organización para la Cooperación y el desarrollo Económicos) ya ha advertido que el Covid-19 frenará la economía mundial y que el impacto de la enfermedad podría reducir a la mitad el crecimiento de la economía mundial. Las consecuencias de este virus ya han reducido las previsiones económicas en las principales potencias mundiales. Una crónica de una crisis anunciada, que requerirá no sólo la adopción de medidas macroeconómicas, sino también de políticas y reformas institucionales destinadas a la recuperación de la economía. Suponiendo que esta crisis no se prolongue demasiado en el tiempo, China sería el País más perjudicado con una rebaja del 0,8% en sus previsiones de crecimiento para el 2020. Mientras el coste humano del virus no deja de cobrarse vidas en China y otros países del mundo, también está pasando factura económica, algo que tiende a incrementar la incertidumbre en torno a la economía mundial.

La globalización ha convertido al país asiático en una pieza fundamental en la cadena de suministro mundial. El cierre de fábricas en muchas provincias chinas afectadas por el virus ha provocado una conmoción en infinidad de sectores productivos.



El sector industrial es uno de los más afectados. Los esfuerzos por controlar el brote del Coronavirus han llevado a establecer cuarentenas en muchas ciudades industriales del gigante asiático. China es un importante proveedor de componentes tecnológicos del mundo y los envíos de productos han caído en el primer trimestre del 2020. Algunos de los fabricantes de automóviles asiáticos han anunciado el cierre temporal de sus fábricas por la escasez de piezas, y se prevé que en Europa y EEUU ocurra lo mismo.

Los países que más lo notarán son los que tengan una alta dependencia de los envíos de China, para continuar con sus producciones, pues la globalización ha situado a China como la pieza fundamental en el funcionamiento de las complejas cadenas de suministros de las que depende la producción de empresas de todo el mundo.

El sector turismo también se está viendo afectado en Asia, donde los chinos son un grupo numeroso de turistas, que quedarán temporalmente fuera de juego. En Europa, por el momento, este impacto está siendo escaso, aunque se prevé que, con la extensión del virus, el turismo se verá reducido. Las compañías aéreas han experimentado también una drástica caída en el tráfico de pasajeros por el temor que tienen las personas de contagiarse al viajar.

Intentando no ser alarmistas, la reacción de los mercados no se ha hecho esperar. Las bolsas de todo el mundo están viviendo las peores semanas.  Índices bursátiles como el IBEX o el Dow Jones han bajado considerablemente en los últimos días. Y la incertidumbre y la volatilidad se han hecho extensivas a todo el mundo: Asia, Europa, EEUU…donde las bolsas se han desplomado

¿Qué ocurrirá a partir de ahora?

El futuro económico es todavía incierto, en el mejor de los escenarios. Si se logra contener el virus rápidamente, la producción se reactivaría de nuevo en China y la actividad industrial se recuperaría. Lo que le daría un respiro a la economía mundial. Pero si en el peor de los escenarios el virus continuara extendiéndose y se siguieran cerrando fábricas e industrias en el mundo como consecuencia de esto, es probable que las empresas comiencen a buscar otros proveedores y alternativas para sus cadenas de suministros, que no impliquen al país asiático.

La Comisión Europea ya ha puesto en marcha mecanismos e instrumentos para dar respuesta a esta “situación excepcional”. Por su parte En nuestro país se ha creado una comisión interministerial, en febrero, para monitorizar las consecuencias del Covid-19, que se reunirá semanalmente.

¿Están preparadas las empresas españolas para ello?

Las empresas buscan soluciones para afrontar laboralmente esta crisis, el teletrabajo se impone como solución. En España, esta fórmula de trabajo está muy por debajo de la media europea. Las pymes, son las que se prevé que lo tendrán más difícil, al no contar con un departamento informático que pueda asumir el cambio de trabajar en remoto. En Espacio Legal llevamos tiempo fomentando la flexibilidad laboral y el teletrabajo, para lo que estamos plenamente preparados, usando innovadoras herramientas informáticas (Gestión documental de expedientes, video, comunicaciones ip..), algo que gracias a la tecnología será cada vez más común en la mayoría de las empresas españolas.

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