Demandan y reclaman 20.000 euros de indemnización al fabricante de las palomitas tóxicas de Lidl

La familia de dos menores que resultaron intoxicados tras consumir las palomitas con pesticida que Lidl retiró de la venta el pasado 28 de abril ha interpuesto una demanda contra el fabricante, al que exigen una indemnización de 10.000 euros por cada uno de los niños, que acabaron hospitalizados.

El despacho que ha asumido el procedimiento, Ortiz Abogados, señala que la de esta familia gaditana es la primera de un conjunto de demandas que se están preparando contra Liven SA por haber puesto en circulación en el mercado un producto sanitario que no ofrece la seguridad que cabe legítimamente esperar al consumidor, el cual dispone de hasta 3 años para presentar esta demanda. Según manifiesta el abogado Jose Luis Ortiz a Economist & Jurist, él representa a doce afectados, aunque hay otros tantos que aún están pendientes de valoración del daño.

Aunque se han puesto en contacto con el fabricante una vez que la cadena de supermercados informó de la presencia del pesticida en algunos de los productos alimentarios proporcionados por Liven, la empresa ha rechazado cualquier tipo de responsabilidad, por lo que, según afirma Ortiz, han decidido acudir a la Justicia para que se les reconozcan sus derechos como consumidores, atendiendo al artículo 135 del Texto Refundido de la Ley de Defensa del Consumidor. «Se trata de un tema de alarma sanitaria», señala Ortíz.

Los productos afectados son de la marca ‘Snack Day’ y se trata concretamente tres tipos de palomitas saladas. «Con el objetivo de proteger a los consumidores, Lidl España ya ha retirado estos artículos», aseguraba la cadena alemana en un comunicado. En el caso de haber adquirido alguno de estos productos, será posible devolverlos en cualquier establecimiento de Lidl para proceder al reembolso del dinero, «incluso sin presentar el ticket de compra». El fabricante ha pedido disculpas a todos los clientes afectados «por los inconvenientes causados». Lidl asegura que «ningún otro producto de la marca Snack Day distribuido por Lidl España se encuentra afectado por esta alerta». El consumo de este tipo de pesticida, en casos aislados o por una ingesta elevada, puede provocar signos de alerta como lagrimeo, salivación y malestar general.

El clorpirifós es un insecticida organofosforado de amplio uso, sobre todo en la agricultura. Se ha utilizado principalmente como pesticida para el control de plagas de insectos, parásitos en la ganadería y como aerosol para evitar patógenos en cultivos. Según indica el Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, esta sustancia se puede absorber en el organismo «por inhalación del aerosol, a través de la piel y por ingestión». La exposición a pequeñas dosis «no supone ningún daño para la salud humana», indican, pero a elevadas concentraciones «puede originar daños en el cerebro y el nervio periférico».