Disparo a la democracia en Ecuador

Quién era Fernando Villavicencio

Periodista, político, demócrata, pero, sobre todo, ser humano.

Villavicencio, lideró el frente de batalla de denuncias de corrupción en su rol de periodista, que luego la llevó al campo de la política siento uno de los principales activistas en la denuncia de posibles actos de corrupción llevados a cabo en diferentes momentos de la política ecuatoriana.

Por poner ejemplos, algunas de las investigaciones más relevantes en la que participó abarcan: “Caso Oderbrech” sobre corrupción relacionada entre la empresa brasileña y funcionarios del estado ecuatoriano en el año 2017, “Caso Sobornos” que llevó a la condena al ex presidente Rafael Correa por delitos contra la administración pública y el “Caso INA PAPPERS” que se encuentra en curso y que vincula al ex presidente Lenin Moreno por una presunta red de corrupción en contrataciones estatales.

Rumbo a la contienda electoral

En el año 2023, el presidente Guillermo Lasso declara la muerte cruzada en Ecuador por grave crisis política y conmoción interna. Disolvió la Asamblea Nacional y llamó a elecciones anticipadas. Villavicencio fue el primer político en hacer pública su candidatura para la contienda electoral a llevarse a cabo el 20 de agosto de 2023.

Su lema, desde un inicio “es tiempo de valientes” fue la piedra angular de su discurso en el proceso electoral. Bajo ese principio declaró frontalmente que su proyecto de gobierno consistirá en desarticular las “mafias políticas” en el país y dar guerra incansable al narcotráfico hasta vencerlo, para restablecer un Estado de paz.

Pese a que a lo largo de la campaña electoral ya había recibido amenazas de muerte, continuaba insaciable en su lucha por sus ideales y la búsqueda de un Ecuador mejor, libre de la violencia en aumento que se vive en el país recientemente, donde las muertes violentas se han normalizado y los sicariatos a nivel nacional son actos del día a día.

Esta “mano dura”  e ideales claros contra las mafias y narcotráfico fue lo que lo catapultó como uno de los candidatos con mejor intención de voto, sin saber que tenía los días contados. “No les tengo tengo miedo” repetía sistemáticamente Villavicencio en sus entrevistas cuando se le preguntaba sobre su integridad y seguridad en entrevistas.

Villavicencio. (Foto: France 24)

Muerte del candidato

El 24 de julio de 2023, Agustín Intriago, el alcalde de Manta, que es una de las cuidades más importantes de la costa ecuatoriana, fue asesinado en un evento político por sicarios a plena luz del día. Este fue un evento que causó instantánea conmoción social, pero la “normalización” de la violencia en el país hizo que pronto esa noticia quedara rezagada entre otras. Esta muerte sería un presagio de lo que se venía para Villavicencio.

En la tarde del miércoles 9 de agosto de 2023, en Quito-Ecuador, fue asesinado Fernando Villavicencio, el candidato presidencial ecuatoriano que ocupaba potencialmente el segundo lugar en intención de voto para las elecciones anticipadas del 20 de agosto de 2023.

Al puro estilo de crimen organizado colombiano en el año 89, cuando se le quitó la vida al candidato presidencial Luis Carlos Galán, Villavicencio pierde la vida en manos de sicarios que le proporcionan disparos letales a la salida de un evento multitudinario. Muere a tiros a plena luz del día, en un sector “seguro” de la capital del país y, sobre todo, bajo el respaldo de la Policía Nacional que brindaba su seguridad.

Lo que algunos periodistas advertían lamentablemente se hizo realidad, la vida de Villavicencio, en lucha inquebrantable por un Ecuador seguro, llegó a su fin.

Reacción de la comunidad nacional e internacional

De forma inmediata, la Presidencia hizo público el comunicado de la muerte del excandidato y emitió un mensaje de condolencias a través de las plataformas de medios de comunicación. Lo mismo hicieron otros candidatos en la contienda electoral como Otto Sonnenholzner, que también impulsa en su campaña el ideal de “Un Ecuador Seguro”.

La comunidad internacional también condenó lo sucedido de forma categórica e inmediata. Por un lado, Estados Unidos ha rechazado de manera enérgica el acto, catalogándolo como un «ataque a la democracia» según declaraciones de Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. Por otro lado, Josep Borrell, a cargo de Asuntos Exteriores en la UE, describió el suceso como un «ataque a las instituciones y la democracia en Ecuador«, instando a que los responsables sean llevados ante la justicia.

Su muerte y repercusión en la democracia y el Estado de Derecho

La muerte de un candidato presidencial es un acto inaceptable que sacude los cimientos más elementales de la democracia y el Estado de Derecho. La integridad y la vida de las personas, especialmente de aquellos que buscan liderar su país, deben ser respetados y protegidos en todo momento.

El Estado tiene la obligación de salvaguardar todos los derechos constitucionales, principalmente la vida, la libertad y la seguridad de todos quienes lo conforman, lamentablemente en Ecuador parece ser que estos pilares fundamentales se han debilitado mientras el crimen organizado se toma el país.

Es imperativo que los perpetradores de este crimen, especialmente los autores intelectuales involucrados, sean llevados ante la justicia con prontitud y transparencia, para lo cual Fiscalía tiene una tarea titánica, pues enfrentar al crimen organizado no es sencillo.

Solo a través de una investigación y sanción efectivas de los responsables podrá el Estado cumplir de manera eficiente con su deber de asegurar garantizar que la justicia prevalezca en nombre de Villavicencio y de la sociedad en su conjunto, en aras de un ecuador libre y seguro.

Reflexiones Finales

Es gravísimo que la sociedad “normalice” los actos de violencia, sobre todo las muertes violentas que se han registrado en Ecuador este año, no solo de dos políticos, sino de un sinnúmero de personas comunes y corrientes que son parte de los titulares de prensa día a día.

El Estado tiene el deber primordial de garantizar esencialmente tres derechos, vida, seguridad y libertad. Como están las cosas en este momento, parece que estos pilares tan fundamentales se han debilitado mientras el crimen organizado se fortalece con el paso de los días.

Mejores días llegaran, en Ecuador, existe un compromiso arraigado con sus habitantes de proporcionar un entorno seguro. La lucha contra el crimen organizado no es sencilla ni inmediata, pero es posible si las fuerzas políticas se unen para un Ecuador mejor, que honren la vida de las personas que el crimen organizado se ha llevado.

Análisis desde Quito (Ecuador) del abogado Andrés Jaramillo