Edmundo Bal vuelve a la Abogacía del Estado, pero no descarta impulsar un partido de centro
Considera al Gobierno responsable de todos los problemas que sufre en la actualidad la Administración de Justicia
Edmundo Bal Francés (Foto: RTVE)
Edmundo Bal vuelve a la Abogacía del Estado, pero no descarta impulsar un partido de centro
Considera al Gobierno responsable de todos los problemas que sufre en la actualidad la Administración de Justicia
Edmundo Bal Francés (Foto: RTVE)
El portavoz de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados, Edmundo Bal, solicitaba hace unos días a través de una carta su reincorporación a la Abogacía General del Estado, tal y como anunció a finales de abril al sentirse «decepcionado» con su partido.
Bal retorna de esta manera a la Abogacía del Estado, de donde fue destituido en 2018 como responsable del área penal por el Gobierno de Pedro Sánchez debido a diferencias en torno al juicio del ‘procés’. En concreto, el portavoz de Cs se mostraba partidario de haber acusado por un delito de rebelión a los líderes catalanes.
Y es que como jefe de lo penal llevó en esos años de forma directa o supervisó la acusación del Gobierno prácticamente en todos los casos mediáticos: la corrupción de Gürtel o los Pujol, el caso del fraude en el fichaje de Neymar, la causa de Tándem sobre los presuntos delitos cometidos por el comisario jubilado José Manuel Villarejo o los fraudes a Hacienda de futbolistas como Cristiano Ronaldo.
En la carta enviada hace unos días a la Abogacía del Estado pide su incorporación con fecha 17 de agosto, momento en el que cesará como diputado de Ciudadanos. Reconoce que ya tiene destino, aunque prefiere no decirlo por el momento “El reingreso está siendo muy bueno y pronto podre dar a conocer mis nuevas coordenadas”.
Desde Santander, donde ha acudido a un curso sobre Justicia en la Universidad Menéndez Pelayo, este abogado hace balance de sus cuatro años en política. A lo largo de esa semana muchos de sus rivales en el hemiciclo han escrito a este jurista andaluz dándole las gracias por su trabajo y dedicación.
Sin embargo, también nos confiesa que no ha recibido ninguna llamada de la actual dirección de Ciudadanos, con la que tiene un enfrentamiento abierto que se ha materializado en la apertura de un expediente disciplinario y en una posible expulsión del partido.
En su opinión “hay un espacio político para desarrollar un partido de centro. Por eso quiero lanzar ese mensaje de esperanza y subrayar que nos hemos quedado huérfanos de voto. Ese es el sentir de muchos de los juristas que comparten conmigo este Curso de Verano”.
Según datos que maneja este abogado, algo más del 22,4% de los votantes se declaran de centro, lo que supone seis millones de electores “lo que no ha funcionado ha sido el vehículo, Ciudadanos, pero existe ese espacio”.
Y advierte que “voy a hacer todo lo que está en mi mano para construir un aparato o partido para canalizar ese voto. Porque Ciudadanos ha muerto del todo. Tengo esa voluntad de intentarlo. Es complicado poner en marcha de cero, con pocos medios y fondos económicos pero hay un grupo de personas comprometidas con no dejar morir esta idea”.
Desde su punto de vista, este espacio de centro “a corto plazo se va a ensanchar como consecuencia de que el PP va a tener que gobernar con VOX y ahí se va a ver. Ahora Feijóo ha ocupado con inteligencia y habilitad este espacio de centro. Lo ha hecho muy bien, pero tendrá que gobernar con la ultraderecha que representa VOX, muy cercanos al integrismo”.
Sus choques con Pilar Llop
En esta última legislatura ha protagonizado muchos debates intensos con la actual ministra de Justicia, Pilar Llop, señalada públicamente por la mayor parte de los operadores jurídicos como la gran causante del caos que sufre la justicia, en un año 2003 con seis meses de juzgados paralizados.
“La relación ha sido intensa pero cordial. La tengo un respecto porque tiene un currículum espectacular y en alguna ocasión en el Congreso la tuve que defender de los ataques machistas de José María Sanchez, diputado de VOX. Sin embargo, me ha decepcionado bastante. El resultado final de su gestión al frente del Ministerio es muy pobre”.
A este respecto, subraya que “la Ley de Eficiencia Digital no acabó de entrar en el Congreso ni se presentaron enmiendas. Respecto a las huelgas, no ha hecho nada y el problema que tenemos ahora es de gran calado. Sin embargo, creo que uno de sus problemas ha sido la elección de su equipo”.
Sobre esa cuestión surge el nombre de Tontxu Rodríguez, secretario de Estado de Justicia. “No tiene nombre cómo ha funcionado en estos meses de huelga. Se ha pasado mucho tiempo descalificando, primero a los LAJs y más tarde a los funcionarios de Justicia. Es inaceptable que haya seguido en el cargo. Un equipo que fue impuesto por Moncloa y que le ha generado tantos problemas a nivel profesional”.
Respecto a la intención del Gobierno de no querer ejecutar el acuerdo con los LAJs, cerrado en marzo pasado, y con los jueces dos meses después, advierte que “esto es inadmisible. Así empezó el conflicto hace años, porque se llegó a un acuerdo en el Ministerio de Justicia y no quiso cumplirlo Hacienda en el 2021. Ahora cuando parecía que todo estaba resuelto, Hacienda da un paso atrás”.
Para Bal, “no se puede consentir esta falta de respeto a la palabra dada. Los acuerdos están firmados y hay que cumplirlos”.
A lo largo de estos meses, estima, “el Ministerio de Justicia ha demostrado su incapacidad para gestionar estos conflictos y prever que tras el acuerdo de los LAJs habría otras reivindicaciones. Así surgieron problemas con los jueces y con el resto del personal de la Administración de Justicia”.
A ese respecto se muestra preocupado por la situación de los miles de abogados y procuradores de este país. “Lo veo en casa. Mi mujer, que es letrada del Consorcio de Compensación de Seguros y que cobra por pleito hecho cuando se dicta la sentencia, no tiene más que suspensiones. Igual les pasa a muchos pequeños abogados y procuradores al borde de la quiebra”.
Bal lo tiene claro “la culpa de toda esta paralización de la justicia es del Gobierno, que no ha estado a la altura”.
A su juicio, quien llegue como ministro de Justicia tendrá que afrontar una situación muy difícil en este servicio público. Los problemas son graves, se necesita mayor dotación presupuestaria y el apoyo de Hacienda. Confiemos que acierten en la designación del nuevo ministro o ministra”.
Un político respetado por la oposición
Desde otras formaciones políticas afirman que Edmundo Bal se ha ganado su respeto como diputado; una diputada del PSOE alaba la capacidad negociadora de este jurista, reconociendo su dedicación y estudio de las iniciativas que han llegado al Congreso de los Diputados.
Los que le conocen destacan que lo que más le ha hecho sentir orgulloso de su trabajo ha sido esa capacidad negociadora. “Es algo que he hecho toda mi vida, parece que los abogados del Estado no negociamos y es mentira. Porque en la jurisdicción penal tuve que negociar muchas sentencias de conformidad al igual que con Hacienda Pública”.
Es precisamente esa cualidad de poder negociar uno de los rasgos que han definido a Edmundo Bal por su paso por la política. “Hemos logrado distintos acuerdos con formaciones políticas muy distintas a la mía. A bote pronto hay muchas leyes que hemos sacado adelante Mikel Legarda, diputado del PNV y un servidor”.
A este respecto, recuerda el apoyo de los nueve diputados de Ciudadanos en la tramitación de la reforma laboral de Yolanda Diaz o sus críticas a una enmienda a la Ley Concursal por la que se convertía a Dolores Delgado, fiscal general del Estado en aquel entonces, a Fiscal del Tribunal Supremo.
Bal calificaba de «gravísimo» el documento. «Después de colocar a una exministra como fiscal general, el PSOE pretende blindar su ascenso por la puerta de atrás a fiscal de Sala del Tribunal Supremo. Los ataques del Gobierno a la separación de poderes no tienen límites. Con la ley de C’s, Delgado nunca habría tenido este cargo», apunta.
En el debe de estos cuatro años de política está la frustración, “en este caso muy intensa por no haber podido sacar adelante las leyes de eficiencia, necesarias para modernizar la administración de justicia como servicio público”.
Sobre esta cuestión, Bal explica que “ya tenía firmadas las enmiendas transaccionales con el PSOE, hasta 40 en la ley de eficiencia procesal, donde se establecía la mediación obligatoria con carácter previo a los procedimientos civiles. Ha sido una frustración”.
La voz de los colectivos desfavorecidos
El exlíder de Ciudadanos, Albert Rivera, fichó a Edmundo Bal como independiente para las elecciones del 28 de abril de 2019, después de haber sido destituido por el Gobierno del PSOE tras dirigir la Abogacía del Estado frente al procés independentista catalán. Con el paso del tiempo, Bal ascendió a portavoz adjunto del grupo en el Congreso y posteriormente vicesecretario general del partido.
Para muchos este letrado ha sido la voz de muchos colectivos desfavorecidos como las víctimas de ELA; autónomos, víctimas de la talidomida. Muchos recuerdan uno de sus últimos debates con Pilar Llop, en octubre del 2022, cuando en plena huelga de los LAJs le reclamó que se sentase a negociar con los secretarios judiciales pero hizo caso omiso a su recomendación.
“Produce gran satisfacción que, pese a que hemos sido un partido pequeño con tan solo nueve diputados, hemos canalizado muchas de las necesidades de colectivos de este país. Al final logras el reconocimiento público de la gente y valoran mucho tu trabajo, así como tu capacidad de convicción”.
Edmundo Bal hace un balance muy positivo de su paso por la política. “Esto no es un trabajo tradicional, es una distinción o un honor. Sólo somos 350 personas las que llegamos al Congreso de los Diputados. Mi padre, si hubiera estado vivo, habría estado orgulloso de su hijo”.
También confiesa que una de las cosas que le ha pasado estos cuatro años “es que siempre que había un Pleno en el Congreso, los martes a las 15 horas, miraba a la cúpula del Congreso y daba gracias por estar trabajando para los ciudadanos y ciudadanas españoles”.
Este funcionario de cuarta generación reconoce que se adaptó pronto y bien a este escenario de la Cámara Baja. “A lo largo de mi vida me he dedicado a las jurisdicciones orales, siempre he tenido facilidad a la hora de estructurar un discurso y de tener oratoria. Al mismo tiempo tengo que reconocer que el partido me ha educado mucho”.
Sobre esta cuestión subraya que ha aprendido cuestiones de “cuál es tu mejor perfil para las fotos, cómo tienes que mover las manos, como vulgarizas el lenguaje para llegar a la gente. Toda esta formación que me ha dado el partido ha sido de agradecer”.
¿Cómo es la vida de un político?
Respecto a la vida política y sus mitos, aclara Bal que “todo se vive con mucha intensidad. Se suele decir que los políticos cumplimos años como los perros, por cada año en política es como si fueran cuatro o cinco años en nuestra vida normal”.
En este contexto se sincera y destaca que “las alegrías y las penas son muy intensas en política. Fruto de ello he podido particular en 22 leyes que están publicadas en el BOE. Eso es lo mejor de nuestro trabajo, que se materializa en algo tangible bueno para la sociedad”.
Mención especial hace para sus ocho compañeros en el Congreso. “Hemos trabajado cuatro años juntos, acudiendo a distintas comisiones donde creo que nos hemos complementado bien. Al final hemos acabado siendo amigos. En la Abogacía del Estado lo llamamos el síndrome de la trinchera. Estas en unidades con poca gente y das todo por tu compañero. Esto ha forjado nuestra amistad”.
De hecho, cree que este año pasarán unos días de vacaciones juntos. “Son compañeros magníficos con una visión notable de la política: Juan Ignacio López; María del Carmen Martín, Miguel Gutiérrez, Sara Giménez o María Muñoz son algunos de sus compañeros que esta legislatura no estarán en el hemiciclo. Ha sido muy dura la decisión del partido de no presentarse a estas elecciones”.
A finales de 2022, Bal decidió optar al liderazgo de Ciudadanos durante el proceso de remodelación que llevaba a cabo su partido. El todavía diputado se presentaba en contra de la lista impulsada por la entonces presidenta naranja, Inés Arrimadas, y fue derrotado.
Más tarde, cuando Cs anunció su intención de no presentarse a las elecciones generales del próximo 23J, Bal criticó públicamente esta postura, lo que le valió la apertura de un expediente disciplinario.
Ahora, y dado que perderá su condición de diputado el 17 de agosto, con la constitución de las nuevas Cortes tras el 23J, solicita su reingreso a la Abogacía del Estado, «su casa profesional desde siempre, donde lo aprendió todo hasta que la política se cruzó en su camino». Pero, en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, ha garantizado que «seguirá luchando por servir a España».