El ICAM: “Los protocolos contra el acoso no se pueden quedar en un mero documento”
El Convenio de la OIT sobre la eliminación del acoso en el trabajo entró en vigor en España en mayo
Luis Rubiales (Foto: RFEF)
El ICAM: “Los protocolos contra el acoso no se pueden quedar en un mero documento”
El Convenio de la OIT sobre la eliminación del acoso en el trabajo entró en vigor en España en mayo
Luis Rubiales (Foto: RFEF)
El Colegio de la Abogacía de Madrid se pronuncia sobre los hechos protagonizados por Luis Rubiales durante la final del Mundial de Futbol femenino y recuerda que el Convenio de la Organización Internacional del Trabajo sobre la eliminación de la violencia y acoso en el trabajo entró en vigoren España hace menos de tres meses, el 25 de mayo y que el propio protocolo de la Federación Española de fútbol no puede quedar en papel mojado.
Desde la sección de igualdad del ICAM subrayan que el Convenio 190 de la OIT, de obligado cumplimiento, pone de relieve la violencia y el acoso que por razón de género afectan de manera desproporcionada a las mujeres y a las niñas. “En este contexto, para acabar con la indeseable violencia y el acoso en el mundo del trabajo, es indispensable adoptar un enfoque inclusivo e integrado que tenga en cuenta las consideraciones de género y aborde las causas subyacentes y los factores de riesgo, entre ellos los estereotipos de género, las formas múltiples e interseccionales de discriminación y el abuso de las relaciones de poder por razón de género”.
El Colegio de Abogados destaca también que “el ámbito de aplicación y el alcance del Convenio –que es un tratado internacional, jurídicamente vinculante desde su ratificación, y que obliga a remitir a la OIT memorias sobre su aplicación a intervalos regulares- son muy amplios y cubre no solo a las personas asalariadas (sea cual sea su situación contractual), también a las personas en formación, a voluntarios, a candidatos a un proceso de selección… Y no solo se aplica a los lugares de trabajo, también (entre otros) a los desplazamientos, viajes, eventos o actividades sociales o de formación relacionados con el trabajo. Y una cuestión fundamental es que basta una única vez para entender que puede existir violencia o acoso en el trabajo”.
En el comunicado firmado por la presidenta de la sección y colaboradora de esta casa, Estela Martín, se añade que a lo anterior “se suma la obligación de todas las empresas y organizaciones en España de elaborar un plan o protocolo frente al acoso con medidas dirigidas a evitar cualquier tipo de discriminación laboral entre mujeres y hombres, así como promover condiciones de trabajo que eviten el acoso sexual y el acoso por razón de sexo y a arbitrar procedimientos específicos para su prevención para dar cauce a las denuncias o reclamaciones que puedan formular quienes hayan sido objeto del mismo (Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres y Real Decreto 901/2020, de 13 de octubre, por el que se regulan los planes de igualdad)”.
En este sentido- sigue el comunicado-, procede recordar que el propio «Protocolo de actuación frente a la violencia sexual de la Real Federación Española de Fútbol «contempla expresamente como violencia sexual comportamientos tales como «besar a la fuerza», «atraer con un abrazo en un intento de besar» y el «excesivo e inadecuado acercamiento en el contacto corporal, abrazos o apretones».
Es tajante el ICAM cuando afirma que «los protocolos o planes de acoso no se pueden quedar en un mero documento o trámite. Es fundamental verificar y garantizar su cumplimiento y asegurarse de contar con los mecanismos garantistas y de protección para actuar cuando sea necesario y, en caso de producirse cualquier vulneración, actuar en consecuencia».
Manifiestan asimismo que, “desde el ICAM vamos a continuar fomentando la sensibilización, formación y comprensión sobre lo que es el «acoso» en todos sus polos (tanto acoso sexual como acoso por razón de sexo y acoso moral), tanto en empresas como en instituciones; y en concreto, desde las instituciones, el liderazgo en valores, la responsabilidad y la ejemplaridad en un tema tan sensible y de tanto impacto para la sociedad deben ser absolutamente exquisitos e intachables y el compromiso frente a cualquier tipo de acoso, férreo, explícito y claro”.