El presidente del CGPJ señala a las fuerzas políticas como responsables de la degradación de una justicia en situación de “respiración asistida”
"¿Es compatible con la normalidad democrática un Tribunal Supremo cuyos efectivos se hallan mermados en más de un 30% y algunas de cuyas salas se encuentran al borde del colapso?”, se ha preguntado el presidente del Supremo
Tribunal Supremo durante la apertura del año judicial (Imagen: Casa Real)
El presidente del CGPJ señala a las fuerzas políticas como responsables de la degradación de una justicia en situación de “respiración asistida”
"¿Es compatible con la normalidad democrática un Tribunal Supremo cuyos efectivos se hallan mermados en más de un 30% y algunas de cuyas salas se encuentran al borde del colapso?”, se ha preguntado el presidente del Supremo
Tribunal Supremo durante la apertura del año judicial (Imagen: Casa Real)
El presidente en funciones del Tribunal Supremo, Francisco Marín, ha emplazado a los responsables de las fuerzas políticas a alcanzar de forma urgente un acuerdo que permita renovar el Consejo General del Poder Judicial. Durante su intervención, en el acto de apertura del año judicial, Marín ha realizado un relato muy contundente de la “desoladora” situación en la que se encuentra la justicia, “casi de respiración asistida”.
En el último año, “los graves problemas que afectan al funcionamiento de nuestro Poder Judicial no han hecho más que empeorar como consecuencia de la no renovación del Consejo” y de la falta de cobertura de las plazas vacantes del Tribunal Supremo y de otros tantos órganos jurisdiccionales, ha expuesto. En un discurso en el que ha hecho referencia a las palabras de Carlos Lesmes, que anunció su dimisión hace ahora un año, Marín ha recordado que “el buen funcionamiento de la Justicia debe ser un asunto de Estado, (…) que debería estar por encima de los intereses partidistas”. Aquella dimisión, derivada de la “falta de impulso o de voluntad de los actores políticos para impedir el gravísimo daño provocado al justiciable, pasará a la historia como uno de los episodios más tristes de nuestra historia constitucional”, ha sostenido.
“¿Puede afirmarse que forma parte de la normalidad democrática la existencia de un Consejo General del Poder Judicial cuyo mandato lleva ya agotado casi cinco años? ¿Es compatible con la normalidad democrática un Tribunal Supremo cuyos efectivos se hallan mermados en más de un 30% y algunas de cuyas salas se encuentran al borde del colapso?”, se ha preguntado el presidente del Supremo.
El Alto Tribunal suma, con la jubilación de un magistrado precisamente hoy, 23 vacantes de magistrados: dos en la Sala Primera, una en la Sala Segunda, Once en la Sala Tercera, seis en la Sala Cuarta y tres en la Sala Quinta. La situación, ha descrito Marín, está dando lugar a una disminución de las cifras de resolución de recursos mediante sentencia y resulta inviable añadir aún más carga de trabajo a los magistrados que quedan. “El impacto para el Estado de Derecho es de una extrema gravedad” y “la primera víctima de esta situación es el justiciable”, ha incidido.
Durante su intervención han sido constantes las alusiones a la importancia de la independencia judicial como “clave de bóveda de nuestra función (…) que asegura el principio de la separación de poderes que consagra la Constitución”. Los ataques a la independencia judicial y el enfrentamiento reiterado y abierto entre las diferentes fuerzas políticas ha insistido, minan la credibilidad de la institución.
El presidente en funciones ha recordado los reiterados llamamientos de la Comisión Europea para que el CGPJ se renueve de forma urgente y la sentencia condenatoria que, en esta línea, dictó del TEDH señalando que el retraso era injustificado y estaba generando graves disfunciones en el funcionamiento del sistema judicial. “Aunques seamos plurales y tengamos visiones que pueden no coincidir, no somos poleas de transmisión de agendas políticas”.
“No es al presidente del Supremo a quien le corresponde formular propuestas de estrategia política, pero dada la gravedad de la situación, no parece descabellado sugerir (…) unas breves líneas maestras por la mejora de la Justicia, que bien podrían ser asumidas por todos los actores políticos”, ha manifestado Marín, que ha instado a renovar el CGPJ con arreglo a los tiempos marcados por la Constitución, a través de consensos amplios, con el máximo respeto a principios de mérito y evitando cuotas derivadas de afinidades ideológicas. La reforma se ha de adoptar cuanto antes para, después, acometer la reforma del sistema de designación de vocales de procedencia judicial, ha sostenido. “Se haría un flaco favor a la democracia si se dejara pasara la oportunidad de despolitización y de concertación en el seno del CGPJ ante una situación tan crucial como delicada y con efectos tan nocivos como los señalados.
En el acto, presidido por el Rey, también ha intervenido el fiscal general del Estado, Álvaro García, que ha reivindicado el papel de la institución y ha señalado que están más que preparados para asumir la dirección de la investigación criminal.
También han asistido el presidente del Consejo General del Poder Judicial, el vocal Vicente Guilarte, y otros miembros del órgano de gobierno de los jueces; los integrantes de la Sala de Gobierno del Tribunal Supremo y los magistrados de este órgano judicial; y los presidentes de los Tribunales Superiores de Justicia, entre otras autoridades judiciales. También ha estado la presidenta del Congreso, Francina Armengol; el presidente del Senado, Pedro Rollán; el presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido; la ministra de Justicia en funciones, Pilar Llop; la presidenta del Consejo de Estado, Magdalena Valerio; la presidenta del Tribunal de Cuentas, Enriqueta Chicano; y el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo. Ha asistido igualmente el líder del Partido Popular, Alberto Nuñez Feijóo.