Escrivá busca un profesional de prestigio que lidere AESIA, el nuevo regulador de IA en España, único en Europa
El proceso selectivo para la presentación de candidaturas ya está en marcha y concluirá el próximo 9 de mayo
El ministro Escrivá, con su equipo de trabajo del Ministerio de Transformación Digital. (Imagen: Cesión Ministerio)
Escrivá busca un profesional de prestigio que lidere AESIA, el nuevo regulador de IA en España, único en Europa
El proceso selectivo para la presentación de candidaturas ya está en marcha y concluirá el próximo 9 de mayo
El ministro Escrivá, con su equipo de trabajo del Ministerio de Transformación Digital. (Imagen: Cesión Ministerio)
El Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, por medio de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, ha iniciado el proceso de selección para el cargo de director general de la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial (AESIA). El plazo para presentar candidaturas estará abierto hasta el próximo 9 de mayo.
A la persona titular de la Dirección General de la AESIA le corresponderán, entre otras, las siguientes funciones: la dirección y gestión ordinaria de la Agencia, presentar al Consejo Rector los planes de acción anuales y el informe general de actividad del año anterior, y diseñar y ejecutar la estrategia y objetivos de la Agencia.
Al mismo tiempo, tendrá que impulsar la adecuada coordinación con todos los agentes del sector, dentro del ámbito de sus competencias, proponer al Consejo Rector el nombramiento y cese de la persona titular de la Secretaría General y de las personas titulares de los demás órganos ejecutivos.
Varios expertos consultados por Economist & Jurist explican cuál debería ser el perfil de este profesional que iría a caballo entre lo tecnológico y digital, con unas dotes de liderazgo importante al tener que crear desde cero esta entidad.
Rodolfo Tesone, abogado experto en derecho digital y director del Curso de Derecho de la Inteligencia Artificial de la Universitat de Barcelona-IL·3, advierte que la designación del director o directora de la Agencia Española de Supervisión de Inteligencia Artificial (AESIA) se deberá realizar teniendo en cuenta que “nos encontramos en un momento de máxima trascendencia. Estamos viviendo un cambio de era por cuenta de la inteligencia artificial (IA) y del resto de tecnologías disruptivas, que implica la construcción de una nueva industria que va a tener un impacto transversal en todos los sectores de la economía y de la sociedad”.
Para este jurista, “estamos hablando de un reto de país, de un reto de futuro, y por lo tanto de un asunto de Estado. España ha venido liderando en el marco de la Unión Europea (UE) todo lo relacionado con la IA y su regulación. Una regulación que se ha impulsado junto con el resto de los estados miembros de la UE para lograr el justo equilibrio entre la innovación y el respeto a los derechos fundamentales de las personas junto a los derechos digitales que se enmarcan dentro de la Carta de Derechos Digitales que fue pionera a nivel mundial”.
Al mismo tiempo, recuerda cómo Carme Artigas, la anterior secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, fue quien lideró a nivel europeo las negociaciones para conseguir la aprobación del Reglamento de IA de la UE, y quien a su vez impulsó la creación de esta agencia estatal supervisora de IA (AESIA) o el Sandbox, siendo ambas iniciativas pioneras a nivel europeo.
Debe ser un profesional autónomo
Para este jurista, «la dirección general de la AESIA deberá preservar su autonomía e independencia, actuando a la vez con eficacia y transparencia, tal y como dispone el artículo 8 del Estatuto de la AESIA. Para ello, será clave que la Dirección General pueda ejercer sus funciones con la máxima libertad de maniobra y, a la vez, estando en sintonía con la presidencia de la AESIA y con el resto de órganos de gobierno».
Con respecto al perfil buscado para la Dirección General, «todos los requisitos solicitados nos parecen imprescindibles, como tener conocimiento y experiencia científica y técnica en IA, altas capacidades de gestión y liderazgo; disponer de una buena red de contactos, pero sobre todo, nos parece fundamental tener conocimiento legal y perspectiva ética, teniendo en cuenta que, tal y como dispone el artículo 4, uno de sus principales cometidos será la implementación de la normativa nacional y europea sobre IA.
Sobre esta cuestión, Tesone defiende que «debería ser alguien con una sólida experiencia y un perfil jurídico, ya que cuando hablamos de normativa y regulación es una competencia que debería ser atendida por juristas o abogados digitales. Entendemos que lo más conveniente es que sea un jurista o abogado experto en derecho digital y TIC”.
«A modo de ejemplo, varios de los expertos que participaron en la redacción de la Carta de Derechos Digitales o también miembros de la Junta Directiva de ENATIC podrían estar cualificados para esta responsabilidad. Sería ideal alguien con un perfil similar al de Mar España, directora de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), o alguien como el propio Borja Adsuara podría ser un buen candidato», comenta.
En todo caso, «nos hacemos cargo de que será difícil encontrar todos estos requisitos en una misma persona. Si a esto le añadimos que la persona que sea elegida tendrá que optar por vivir en A Coruña, sede de la AESIA, y que su retribución estará por debajo de a lo que podría optar en el sector privado, solo se podrá suplir con una verdadera vocación, que al final debería acabar siendo el principal requisito, además de todos los anteriores», concluye.
Por su parte, Joaquín Muñoz, socio y director del departamento de Commercial, Privacy & Data Protection de Bird & Bird en la oficina de Madrid, cree que «esta vacante constituye una oportunidad interesante para profesionales que posean una combinación de habilidades técnicas, de gestión y conocimientos legales, tanto a nivel nacional como internacional”.
Defensor de la ética en la IA
“En un mundo donde la inteligencia artificial está transformando rápidamente todos los aspectos de nuestra sociedad, el futuro director de la AESIA desempeñará un papel crucial en la promoción del desarrollo ético y responsable de esta tecnología innovadora. Su liderazgo estratégico será fundamental para abordar los desafíos y aprovechar las oportunidades que surgen en este campo en constante evolución”, expone.
Desde su punto de vista, “debe contar con una sólida formación académica y técnica en inteligencia artificial. Esto implica una comprensión profunda del funcionamiento de algoritmos, modelos fundacionales y herramientas que constituyen los sistemas de IA, así como una experiencia práctica en su aplicación”.
“El puesto que ocupe el candidato conllevará la gestión de equipos multidisciplinares, administración de los recursos humanos y económicos de manera eficiente y toma de decisiones estratégicas que impulsen el éxito de la Agencia y sus proyectos”, comenta Muñoz. “Es fundamental que tenga un profundo conocimiento de los aspectos legales y éticos relacionados con la inteligencia artificial, aunque expresamente no se indica la formación previa con la que debe contar el candidato. No obstante, entre sus conocimientos se debe incluir estar al tanto de los marcos regulatorios existentes, así como tener la capacidad de anticipar y abordar los desafíos legales y éticos emergentes que pueden surgir en el desarrollo y aplicación de la IA”.
“Dada la naturaleza absolutamente transfronteriza de la inteligencia artificial, es importante que el director tenga la capacidad de trabajar en un régimen de colaboración con otras Agencias y organizaciones internacionales en el desarrollo de estándares, regulaciones y mejores prácticas en el campo de la IA. Uno de los objetivos fundamentales es establecer y mantener una amplia red de contactos en la industria académica e institucional”, comenta.
A su juicio, “esto facilitará la colaboración y la coordinación entre los diferentes actores del sector, lo que es esencial para fomentar la innovación y el progreso en el campo de la inteligencia artificial”.
Desde su punto de vista, “el director debe tener la habilidad de identificar los desafíos y oportunidades más relevantes en el ámbito de la inteligencia artificial y diseñar estrategias efectivas para abordarlos. Esto implica fijar objetivos claros y alcanzables para la Agencia que permita definir las medidas necesarias para lograrlos y, para ello, deberá tener la capacidad de crear planes de acción anuales y elaborar informes exhaustivos sobre la actividad de la Agencia”.
“En resumen, el candidato ideal para dirigir la Agencia Española de Inteligencia Artificial debe ser un líder con experiencia técnica en IA, habilidades de gestión y comprensión legal y ética del campo digital. Así como, tener una visión internacional para fomentar la colaboración y promover un desarrollo ético de la IA en España para lograr un posicionamiento clave a nivel global”, recalca.
Un puesto clave en la IA española
Ana Freire, vicedecana de Impacto Social e Innovación Académica y directora del Máster en Análisis de Datos para Empresas de la Barcelona School Management, adscrita a la Universidad Pompeu Fabra, considera que «la designación de la persona al frente de la dirección de la Agencia Española de Supervisión de Inteligencia Artificial (AESIA) reviste de una importancia capital no solo para el presente, sino para el futuro de la inteligencia artificial en nuestro país».
“Los requisitos expuestos son, en su mayoría, acertados y reflejan una comprensión profunda de las habilidades y experiencias necesarias para liderar con éxito esta agencia en un campo tan dinámico y crítico”, comenta.
A su juicio, “primordialmente, la exigencia de una sólida formación técnica en inteligencia artificial no es meramente preferible, sino imprescindible. La complejidad inherente al diseño, desarrollo y despliegue de sistemas de IA demanda una comprensión profunda de sus principios técnicos, y esto implica proceder de campos como la ingeniería informática, ciencias de la computación o ciencias afines”.
“Carecer de este pilar podría conducir a una interpretación errónea de las capacidades de la IA, restringiendo innecesariamente la innovación y afectando adversamente nuestro tejido económico y social”, señala.
Para esta investigadora, “además, la importancia de los conocimientos legales y éticos no puede ser subestimada. En un mundo donde la IA está cada vez más presente, la capacidad de navegar el complejo paisaje ético y legal se convierte en una habilidad crucial. Esto garantiza que la agencia proteja los derechos y libertades de los ciudadanos, promoviendo así un desarrollo de la IA que sea responsable y beneficioso para todos, pero sin frenar la innovación tecnológica”.
En su opinión, “la experiencia internacional es otro pilar fundamental para el éxito en este cargo. La IA no conoce de fronteras, y su desarrollo y aplicación se benefician enormemente de una perspectiva global. El intercambio de conocimientos, experiencias y buenas prácticas a nivel internacional enriquece la comprensión y aplicación de la IA, fomentando colaboraciones que trascienden fronteras nacionales”.
“Esta experiencia internacional también facilita la construcción de una red de contactos globales, esencial para posicionar a España como un líder en el ámbito de la inteligencia artificial. Sin embargo, este alcance global debe equilibrarse con un profundo entendimiento y compromiso hacia las peculiaridades, valores y aspiraciones nacionales. Preferiblemente, este equilibrio se lograría a través de un liderazgo de origen español, que combine la visión global con un anclaje local, garantizando así que el desarrollo y la supervisión de la IA reflejen y sirvan a los intereses específicos de nuestra sociedad”, advierte.
Para Ana Freire, “por último, aunque el género de la persona en este rol no debería ser un factor determinante por encima de sus calificaciones y experiencia, promover la diversidad en campos técnicos y de liderazgo es crucial”.
Desde su punto de vista, “la inclusión de mujeres en posiciones de alta dirección, especialmente en áreas STEM donde históricamente han estado subrepresentadas, no solo es una cuestión de equidad sino también de enriquecimiento de la toma de decisiones a través de una diversidad de perspectivas”.
Un perfil más cercano a la consultoría
Por su parte, Susana González, abogada y manager de EcijaTech, Compliance & Cybersecurity del despacho ECIJA, cree que este director debe contar con experiencia académica y técnica en el campo de la inteligencia artificial, lo que requiere proyectos que permitan la interpretación y comprensión de los algoritmos, modelos fundacionales y diferentes herramientas de IA.
“Al mismo tiempo, habilidades de gestión y liderazgo. Se trabajará por proyectos, por lo que la competencia que un project manager posee es esencial para liderar equipos multidisciplinares y administrar recursos humanos y económicos con efectividad y desde la innovación en los procesos de personas y retención del talento”, comenta.
Otra cuestión que señala esta jurista es que “debe contar con un marcado perfil legal digital y de ética aplicada al desarrollo de la IA, conociendo los marcos normativos a nivel mundial en el ámbito de la IA y las perspectivas de su desarrollo y crecimiento”.
Junto a estos elementos, “es fundamental que cuente con una red de contactos y capacidad de reforzar esa red con los líderes fundamentales de la industria, tanto en el ámbito empresarial como en el académico y de las instituciones.
En cuanto al debate sobre si debe ser abogado o tecnólogo, esta experta indica que no necesariamente debe ser abogado; bastaría con tener formación legal y especialización digital. De hecho, parece que sería mejor ser consultor que abogado».
Un profesional con dotes de liderazgo
Por último, Belén Arribas, abogada especialista en derecho digital, presidenta de ENATIC y presidenta de IFCLA, señala a Economist & Jurist que está “muy de acuerdo con las valoraciones y reflexiones que han hecho las compañeras Ana Freire y Susana González”.
“La elección de la persona al frente de la dirección de la Agencia Española de Supervisión de Inteligencia Artificial (AESIA), sea director o directora, es de gran relevancia para el futuro de la IA en España y el apoyo al liderazgo que España ha querido imprimir en este terreno”, destaca.
Y recuerda que nuestro país “primero estableció la propia AESIA meses atrás antes de tener aprobado el Reglamento IA o IA Act y, en segundo lugar, adelantándose a la creación de los demás sandboxes europeos (e internacionales) en materia de IA con la publicación de la norma oportuna, el Real Decreto 817/2023, de 8 de noviembre, que establece un entorno controlado de pruebas para el ensayo del cumplimiento de la propuesta de Reglamento IA, hace pocos meses también”.
Desde su punto de vista, “sin duda, la exigencia de una sólida formación técnica en IA es fundamental, y también unos sólidos conocimientos legales, por el alto impacto regulatorio en la materia. Complementarios a éstos, son de desear conocimientos en materia de ética así como de gobernanza en IA”.
Al mismo tiempo valora como esencial, “como algo imprescindible asimismo una robusta experiencia internacional, no sólo en Bruselas sino deseablemente también en otros entornos geográficos en donde la IA está siendo una clara propuesta estratégica. El conocimiento de idiomas, la experiencia internacional y estar en disposición de una agenda de contactos globales en este campo serán decisivos”.