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Europa busca cercar las falsificaciones: solo en España se pierden más de 1.500 millones de euros y 15.000 empleos al año

Análisis del estudio de la EUIPO: “El impacto económico de la falsificación en los sectores de la confección, los cosméticos y los juguetes en la UE”

Datos de las falsificaciones en España según la Asociación para la Defensa de la Marca (Imagen: ANDEMA)

Luisja Sánchez

Periodista jurídico




Tiempo de lectura: 8 min

Publicado




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Europa busca cercar las falsificaciones: solo en España se pierden más de 1.500 millones de euros y 15.000 empleos al año

Análisis del estudio de la EUIPO: “El impacto económico de la falsificación en los sectores de la confección, los cosméticos y los juguetes en la UE”

Datos de las falsificaciones en España según la Asociación para la Defensa de la Marca (Imagen: ANDEMA)



Los últimos datos publicados por la Oficina Europea de la Propiedad Intelectual (EUIPO) sobre el impacto económico de las falsificaciones en la Unión Europea (UE) señalan que sólo en tres sectores de la economía -confección (vestido y calzado), cosméticos y juguetes- España pierde al año de media 1.511 millones de euros (6,7% de sus ventas) y 15.044 puestos de trabajo.

Se trata de tres sectores clave en el tejido industrial de nuestro país. Y, además, las falsificaciones de los productos de estos sectores inciden directamente en la seguridad y la salud el consumidor. «Un problema añadido del que los ciudadanos españoles y europeos tienen que ser muy conscientes», señala Gerard Guiu, director general de Asociación para la Defensa de la Marca (ANDEMA).



Desde esta entidad se destaca la necesidad de intensificar el trabajo desde asociaciones, empresas e instituciones a nivel nacional y europeo de forma coordinada para poner coto a las falsificaciones en el entorno de la UE y crear una sociedad europea concienciada y sensibilizada desde la infancia sobre los perjuicios, graves e irreparables, que provoca este fenómeno.



El informe recoge las pérdidas medias anuales del periodo 2018-2021 y destaca que en España sólo en el sector de la confección se pierden 11.208 empleos y 1.000 millones de euros al año. No obstante, es el sector juguetero de nuestro país el más afectado con unas pérdidas de un 11% sobre el total de las ventas, por encima del 5,5% del sector de la cosmética y un 3,7% en confección.

Gerard Guiu, cree necesario una mayor cooperación a nivel europeo para frenar esta lacra (Imagen de ANDEMA)



«Aunque la cifra de pérdidas en España del sector de la confección es la más alta, es el que menos porcentaje de ventas pierde en relación con la media europea de los tres sectores analizados. No sólo es el único que está por debajo de la media de la UE (5,2%), sino que es el último país en el ranking», subraya Guiu.

Según el informe, España destaca como uno de los países con mayor proporción de detenciones fronterizas junto a Bulgaria, Croacia, Letonia, Hungría y Portugal.

Para ANDEMA, se está haciendo una gran labor en nuestro país a todos los niveles para luchar contra la lacra de las falsificaciones (asociaciones, empresas, instituciones y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad), pero los nuevos datos de la EUIPO muestran que aún queda camino por recorrer y que hay que intensificar el trabajo de los países de la UE de forma coordinada, especialmente en lo que a concienciación de la ciudadanía se refiere. En palabras del director de ANDEMA: «si no hay demanda, se termina con la oferta».

Según la EUIPO, el valor medio anual de las ventas totales de ropa entre 2018 y 2021 fue de 230.000 millones de euros; las ventas de cosméticos superaron los 65.000 millones de euros; y las ventas de juguetes equivalen al 5% de las ventas de ropa en la UE (12.000 millones de euros).

Alemania es la mayor economía de la UE, con más del 20% del valor interior bruto (PIB) total, seguida de Francia (15%), Italia (13%) y España (9%). En Europa las pérdidas en estos tres sectores son de más de 16.000 millones de € (6,2% de las ventas) y más de 195.000 empleos.

Un problema que debe atajarse

Para Mariano Santos, socio de Bird & Bird en España, en propiedad intelectual «el negocio de las falsificaciones en España mueve millones como demuestran las cifras recientes. Al año se pierden en España más de 1.500 millones de euros y 15.000 empleos en tres sectores clave como son retail, productos farmacéuticos y productos electrónicos».

Ahora bien, el problema de las crecientes falsificaciones se debe atajar de muy diversas formas para este jurista, «creando una cultura de respeto a las creaciones de los artistas, diseñadores y a las marcas que nos facilitan dichas creaciones. Esta cultura del respeto, además de diseñarse desde los poderes públicos la labor de divulgación, debe de realizarse desde la infancia en los centros educativos, elaborando campañas de respeto y concienciación».

También indica que «la Oficina Española de Patentes y Marcas ha lanzado una campaña recientemente en el que muestra esta realidad y los problemas que genera no solo económicos, sino incluso delitos contra la salud que requieren especial atención y, por supuesto, de respeto a las creaciones de terceros y al empeño en investigación y desarrollo que revierte directamente en que los ciudadanos podamos adquirir productos de calidad».

Este experto señala que «España destaca como uno de los países con mayor proporción de detenciones fronterizas, ahora bien, solo podemos alabar a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en esta labor, básicamente porque la labor no es sencilla y son las propias marcas las que tienen que ayudar en esta tarea asistiendo a los funcionarios en la posible detención y destrucción de productos piratas».

Mariano Santos considera que es necesario crear una cultura de respeto hacia las marcas que ahora no existe (Imagen: Bird & Bird)

A su juicio, «en nuestra experiencia, solo hemos encontrado profesionales comprometidos con esta labor y desde luego la cooperación entre los brand owner y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado debe ser fluida, continua y basada en confianza mutua como está siendo».

Desde su punto de vista, «la producción, fabricación y venta de productos falsificados es un problema mundial, no solo afecta a España, que moviliza a muchos agentes en conflicto, Gobiernos, Compañías y, por supuesto, a los consumidores».

Santos indica que «el día que nos demos cuenta del daño real que genera en una sociedad y las inmensas repercusiones económicas y sanitarias conseguiremos ir disminuyendo las consecuencias negativas y el impacto real que supone. España está en el buen camino y, desde luego, debe continuar en la misma senda, fomentando la cultura del respeto a los derechos de terceros, así como las consecuencias que tiene el no llevarlas a cabo».

Los juguetes, los más falsificados

Por su parte, Fernando Ortega, socio especialista en la lucha contra la piratería en  Abril Abogados, considera  que las falsificaciones son uno de los grandes problemas más relevantes a los que se enfrente la sociedad de consumo: «Quienes están detrás quieren aprovecharse de esa tendencia consumista. Eso es una realidad que he comprobado en los más de veinte años en el mundo de la propiedad intelectual y muchos de ellos en la piratería».

Para este experto la concienciación ciudadana debe ser una pieza clave en la lucha contra este problema. «Se ha avanzado, pero aún falta bastante, las medidas que se han ido implementado en los últimos años con diferentes campañas y acciones dan su fruto. Por dar un dato, a mí me sigue llamando la atención el hecho de que los juguetes sean los productos más falsificados según este informe del Observatorio de la EUIPO. El sector cosmético también».

Al mismo tiempo este experto destaca «la labor especial de las aduanas y funcionarios que atienden las aduanas españolas. Trabajan muy bien, especialmente considerando los pocos recursos que tienen estos profesionales. Si lo ponemos en contraste con las aduanas de Estados Unidos la diferencia es abismal, sin embargo, nuestras aduanas consiguen resultados muy importantes. Esa labor es clave porque es el punto que evita la entrada del producto falso en el mercado. Si se hace bien, el producto no entra en mercado».

Fernando Ortega cree que las falsificaciones son un elemento que destruye empleo en la Unión Europea de forma notable (Imagen: Abril Abogados)

Para este jurista «hay otra cuestión a tener en cuenta, que es cuando la cuestión se lleva a la jurisdicción penal. Los que operamos en este tipo de asuntos, nos sigue llamando la atención la reticencia de algunos jueces a la hora de aplicar los tipos penales sobre estas conductas que atentan con los derechos de propiedad industrial. Sería necesario revisarlo periódicamente, como el 274 del Código Penal, porque el negocio de la piratería va evolucionando y la respuesta legislativa debe estar al nivel de esos desarrollos«.

Para este experto «al no existir una jurisdicción propia en lo penal para esos asuntos, cae en el limbo de los penales. Estos juzgados de instrucción al igual que conocen de infracción de propiedad industrial pueden conocer temas de asalto, robo o violencia». Para Ortega sería bueno contar con juzgados especializados «pero los juzgados son los que hay. Desde luego sería respuesta formidable para tutelar los derechos de los titulares de propiedad industrial».

En su opinión es importante la labor de entidades de Foro de Marcas Renombradas o ANDEMA: «La labor que realizan estas entidades, que son las más cercanas, es importante, complementa o contribuyen la lucha contra las falsificaciones. Luego hay movimientos como el Observatorio de la EUIPO que hace el seguimiento al problema de la piratería. Facilitan a los que trabajamos en las luchas contra las falsificaciones datos para obtener imágenes sobre la piratería para luego establecer las medidas de acción oportuna».

Desde su punto de vista, «el problema de las falsificaciones se mantiene al alza. Solo en la Unión Europea se pueden llegar a perder cerca de 200.000 puestos de trabajo por esa lacra; 160.000 en textil y confección, 32.000 en cosmética; y 4.000 en el juguetero. Convivimos con este problema, pero hay que desactivarlo. Ahora las falsificaciones a través de Internet son también un problema importante que debe tenerse en cuenta».

Falsificaciones que dañan la salud

Alberto Gallo advierte que las falsificaciones de productos cosméticos y juguetes pueden dañar la salud de los consumidores (Imagen: Elzaburu)

Por su parte, Alberto Gallo, asociado del área antipiratería de Elzaburu, reconoce que «los daños económicos que causan las falsificaciones a la sociedad, tal y como refleja el estudio, son indiscutibles, pero además hay que tener en cuenta los perjuicios que pueden causar en los consumidores las falsificaciones de productos como los juguetes y los cosméticos».

Desde su punto de vista «las fábricas legítimas de cosméticos están obligadas a cumplir una estricta normativa y constantes controles que garanticen que sus productos no causan ningún daño a los consumidores. Por el contrario, los falsificadores no cumplen ninguna normativa ni someten sus productos a rigurosos controles de calidad y seguridad, lo que puede provocar que el consumidor sufra lesiones físicas por exposición a agentes biológicos«.

A su juicio, «en relación con los juguetes, el problema es incluso mayor por ir dirigido hacia niños pequeños que, inconscientemente, pueden ingerir piezas pequeñas que se desprendan de los juguetes debido a la mala calidad de estos».

Respecto a qué acciones a realizar para luchar contra las falsificaciones, este jurista destaca que «en nuestro país, la lucha contra las falsificaciones que está realizando España queda de manifiesto cuando aparece como uno de los países con mayores detenciones en frontera, pero es evidente que el problema sigue siendo una realidad y se debe seguir luchando contra esta lacra».

«Para continuar con esta lucha es imprescindible concienciar más a los consumidores y usuarios, ya que un estudio realizado por la propia EUIPO en junio del pasado año reflejó que el 20% de los españoles adquirió falsificaciones intencionadamente, situando a España en un deshonroso segundo puesto en el ranking de países europeos que más falsificaciones compraron, solo por detrás de Bulgaria (24%)», indica.

Al mismo tiempo indica que «sería necesario seguir formando y sensibilizando a los jueces sobre la importancia que tienen los derechos de propiedad industrial, ya que aún, a día de hoy, hay jueces que aplican el criterio de riesgo del error del consumidor, considerando que no hay delito si el consumidor sabe que el producto es falsificado, algo que choca de frente con la redacción del artículo 274 del Código Penal».

Para este experto, “en definitiva, los datos publicados por la EUIPO demuestran que aún queda mucho trabajo por realizar para acabar con las falsificaciones; y que la colaboración público-privada es esencial para continuar con esta lucha”.

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