Guerra Fría en Ucrania: ¿qué son los Acuerdos de Minsk?
Estos tratados fueron firmados en 2014 y 2015 con el objetivo de detener la guerra
Soldados en la frontera ucraniana (Foto: RTVE)
Guerra Fría en Ucrania: ¿qué son los Acuerdos de Minsk?
Estos tratados fueron firmados en 2014 y 2015 con el objetivo de detener la guerra
Soldados en la frontera ucraniana (Foto: RTVE)
El pasado 21 de enero el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, concedió una rueda de prensa tras reunirse con su homólogo estadounidense, Antony Blinken. Esta cita fue de vital importancia, habida cuenta de la tensión entre estos países ante la amenaza de una invasión rusa a Ucrania.
Si bien Lavrov insistió en que su país no tenía ninguna intención de atacar Ucrania, sí mencionó que Occidente estaba tratando de “sabotear” los Acuerdos de Minsk. ¿De qué tratan estos acuerdos?
Crisis en Ucrania
En marzo de 2014 tropas paramilitares, sin ningún tipo de distintivo, toman la península de Crimea e izan la bandera tricolor rusa sobre el parlamento de Sebastopol. Esta acción fue tildada de “ilegal” por Ucrania, por los miembros de la OTAN y por la Unión Europea.
Semanas después, tuvieron lugar en la región oriental ucraniana del Donbás unas revueltas organizadas por ciudadanos armados prorrusos, que llegaron a tomar parte de las provincias de Donetsk y Lugansk. Estas representan un 5% del territorio ucraniano y aportaban, en 2013, un 20% del PIB a la nación. Los independentistas fundaron las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk.
Los enfrentamientos entre las tropas ucranianas y las prorrusas, que contaban con material bélico pesado suministrado por Moscú, se recrudecieron, aumentando el número de bajas.
Para mediados de 2014, el Grupo de Contacto Trilateral, conformado por Ucrania, Rusia y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), se congregó en Minsk, capital de Bielorrusia.
Acuerdos de Minsk I
Las sucesivas derrotas militares sufridas por el bando ucraniano en el Donbás obligaron al entonces presidente Petró Poroshenko a buscar una solución pacífica a esta crisis. Entre el 31 de julio hasta el 5 de septiembre se juntaron el Grupo de Contacto Trilateral y los representantes de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk. A través de estas charlas se gestaron los “Acuerdos de Minsk”, firmados en septiembre de 2014 y que contenían los siguientes puntos:
- Asegurar un alto al fuego bilateral inmediato.
- Garantizar la supervisión y verificación del alto al fuego por la OSCE.
- Una descentralización del poder, incluso a través de la aprobación de una ley ucraniana sobre «arreglos provisionales de gobernación local en algunas zonas de los Óblasts (regiones) de Donetsk y Lugansk» («ley sobre el estatuto especial»).
- Asegurar la monitorización permanente de la frontera ruso-ucraniana y su verificación por la OSCE, a través de la creación de zonas de seguridad en las regiones fronterizas entre Ucrania y la Federación Rusa.
- Liberación inmediata de todos los secuestrados y de todas las personas detenidas ilegalmente.
- Una ley sobre la prevención de la persecución y el castigo de las personas relacionadas con los hechos que han tenido lugar en algunas áreas de los Óblasts de Donetsk y Lugansk, excepto en los casos de delitos que sean considerados graves.
- La continuación del diálogo nacional inclusivo.
- Toma de medidas para mejorar la situación humanitaria en la región del Donbás, en el este de Ucrania.
- Garantizar la realización anticipada de elecciones locales, en conformidad con la ley ucraniana (acordada en este protocolo) sobre «los arreglos provisionales de gobierno local en algunas áreas de los Óblasts de Donetsk y de Lugansk» («ley sobre el estatuto especial»).
- Retirada de los grupos armados ilegales, equipo militar, así como de los combatientes y de los mercenarios de Ucrania.
- Aprobación del programa de recuperación económica y reconstrucción de la región de Donbass, en el este de Ucrania.
- Garantizar la seguridad personal de los participantes en las negociaciones.
A pesar de los esfuerzos por mantener la paz en la región, ambas partes reanudaron los enfrentamientos -aunque esporádicos- dos semanas después.
Tras observar que los Acuerdos de Minsk no cuajaban, las partes firmaron un memorándum. En él acordaron apartar el armamento pesado existente en la facción prorrusa (al menos a una distancia de 15km del frente), crear una zona desmilitarizada de 30km y retirar a todos los mercenarios activos en el conflicto, entre otras medidas.
Todo lo pactado saltó por los aires -de nuevo- cuando comenzó la segunda batalla por el Aeropuerto Internacional de Donetsk.
Acuerdos de Minsk II
Las bajas militares en el frente oriental se contabilizaban por miles. Ucrania y Rusia buscaron otros socios para poner fin a esta crisis que parecía retroceder en vez de avanzar.
Se organizó el llamado Cuarteto de Normandía, conformado por los presidentes de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania. El epicentro de estas reuniones volvió a celebrarse en la capital bielorrusa, pero esta vez contaría con la presencia de líderes relevantes como Angela Merkel (Alemania) y François Hollande (Francia).
El Cuarteto se citó el 11 y 12 de febrero de 2015 y de sus conversaciones nacieron los “Acuerdos de Minsk II”, bajo la supervisión de la OSCE. En este texto se estableció un “Paquete de Medidas”.
Entre las 13 acciones a cumplir figuraba el cese de las hostilidades, la creación de una zona de seguridad de 50km, la amnistía a aquellas personas condenadas por tener “conexión con los eventos”; el establecimiento de un corredor humanitario y la concesión de un estatus especial a “ciertos distritos de las regiones de Donetks y Lugansk”.
A su vez, Ucrania se comprometía a reformar su constitución para incorporar estas medidas. Esta reforma se aprobó en agosto de 2015 y generó malestar entre la sociedad, llegándose a desatar protestas violentas en Kiev.
De estos acuerdos, se concretó una hoja de ruta clara para Rusia y Ucrania:
Nuevamente, las balas prevalecieron sobre las palabras y el frente se reabrió. El Cuarteto de Normandía volvió a congregarse en diciembre de 2019. Las cuatro naciones intentaron buscar soluciones a una guerra que había causado la muerte de más de 15.000 personas.
Ahora, Moscú condena a Ucrania de incumplir con lo pactado en 2014 y 2015. La Embajada de Rusia en Estados Unidos publicó un comunicado la semana pasada aconsejando a Washington a “usar su influencia” para convencer a Kiev para que “dejen de sabotear los Acuerdos de Minsk”.